El rizado de mis sueños ∽ L.S ©

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Prácticamente Niall y Shawn se quedaron todo el día hablando sobre ellos y cómo les ha ido en la vida amorosa, Zayn se había ido a descansar mientras Louis estaba encerrado en su sótano. Tan poco tiempo y ya aseguraban conocerse más de lo normal, tenían mucho en común.

Horas después de conversación la lluvia ya daba por terminada, y ya era hora de que Shawn siguiera con su trabajo laboral.

—Fue un gusto conocerte Niall –comentó Shawn un poco desconcertado, quería saber más sobre el interesante ex rubio.

—El gusto es mío ¿Pasarás más seguido por aquí verdad?

—De vez en cuando... Bueno casi todo el tiempo.

—¿Entonces nos veremos más seguido?

—Ahm... Si eso deseas tenlo por seguro –le guiñó un ojo y le sonrió.

—Entonces, hasta la próxima Chon.

—Te dije que esa palabra no es graciosa –hizo un puchero.

—Bien, bien perdón otra vez.

—Hasta la próxima Nayal –el menor rueda los ojos y cierra la puerta.

Pero antes de alejarse de ella ésta suena, vuelve a abrirla y ve a Shawn, un poco nervioso.

—¿Qué pasa? –preguntó algo confundido.

—Nada... Es sólo que... –se quedó callado por unos instantes y se acercó a él dejándole un pequeño beso en la comisura de los labios del menor.

Niall estaba un poco incómodo ante aquel tacto, porque no es gay. Y un tanto confundido porque anteriormente Shawn le había dicho que no le atraían para nada los hombres y ha tenido incontables mujeres.

—Adiós –se despidió sonriendo nerviosamente, dió media vuelta y siguió su camino con su cartera llena de cartas y paquetes.

Niall cerró la puerta y vió a Louis quien lo miraba con los ojos entrecerrados.

—¿Qué? –preguntó nerviosamente.

—¿Acaba de darte un beso?

—Ahm... No exáctamente.

—A mí no me engañas, lo ví con mis propios ojos.

—Piensa lo que quieras Louis. Tengo hambre aliméntame.

—¿Me estás diciendo que te prepare comida? –entró a la cocina.

—Sí, es que no sé ni preparar un emparedado –Louis lo mira y entrecierra los ojos sentándose en la encimera.

—Aprende. ¿Vez eso? –señaló los pequeños gabinetes de cristal pegados a la pared– Eso se llama alacena, ahí encontrarás pan. Y eso –señala el refrigerador– Es el refrigerador, ahí encontrarás aderezo, queso y jamón. Cuando tomes esos ingredientes, tomas dos de los panes y pones aderezo en cada uno, luego agregas una rebanada de queso y otra de jamón en uno de ellos, cuando termines de hacerlo simplemente juntas los dos panes y automáticamente tienes un emparedado en tus manos, ahora si me permites, me iré a duchar –se bajó de la encimera y corrió en las escaleras.

—¡Gracias por la clase! –grito para que Louis escuche.

—¡De nada! –respondió igualmente.

...

Louis estaba sentado en uno de sus preciados muebles, mirando a un lado fijo de la pared, cuando la voz de Zayn lo sacó de su mundo lejos de la realidad.