Mi Sehunnie.

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-¿Vendrás pronto a la cama?-Le pregunté a mi novio mientras me asomaba por el umbral de la puerta de nuestra habitación, eran la una de la madrugada mientras él seguía prestando atención a los papeles de su escritorio.

-Aún no he terminado todo el papeleo, Lu.

-Pero voy a iniciar a leer, Sehunnie.

-¿Ya?

-Sí-Asentí- Y necesito que estés a mi lado.

-Iré en un momento, Luhan.

Sonreí-Le espero en la cama, Oh.

Camine escasos metros y me metí en las sabanas calientes y cálidas de nuestra cama, cuando leía algún libro siempre tenía a Sehun abrazando mi espalda, se había hecho tanto nuestra costumbre que no podía volver a leer sin mi novio. Me acosté de lado con el libro entre las manos y pocos minutos después él entro en la habitación, se le veía tan cansado que por un momento desee no leer, pero... Solo sería poco. Se quito la ropa y dejo solo sus calzoncillos, se metió a la cama y abrazo mi espalda mientras dejaba cortos besos en mi cuello.

-Puedes iniciar a leer, cariño.

Abrí el libro e inicie a leer.

Mire a los lados y no encontré rastro alguno de mis hermanos, me habían abandonado los hijos de perra. Camine por los pasillos con desaliento, me sentía tan triste y abandonado, los pies me dolían horrores y el corazón golpeaba mi pecho con frecuencia. Los pasillos de la plaza comercial estaban llenos de gente y tiendas, eran tan cansado ver tanta gente, era más que obvio que iba a ser un total fracaso el haber venido, los chicos me habían dejado y ya no tenía caso seguir aquí, lo mejor sería volver a casa.

-Lo abandonaron-Susurré.

-Sigue leyendo.

Tome un taxi a casa y al llegar solo pude maldecir, creo que había cometido un error al regresar a mi hogar. El estúpido de mi ex novio estaba a fuera de mi puerta con la mirada en el suelo, su rostro estaba pálido y sus ojeras eran marcadas. No me hagas esto, Chan.

-¡Baek!- Se levantó con rapidez al verme.

-No, no. Chanyeol, vete.

-¡No! No puedes simplemente romper conmigo y no darme explicación alguna. ¡Tan siquiera dime en que me equivoque, Baekhyun!

-¡Ya te lo dije! Y aunque suene tan malditamente cliché... No eres tú, Chanyeol, soy yo.

-¡Entonces dime en que fallaste! Porque te recuerdo que días antes de terminar tú estabas pegado a mí diciéndome cuanto me amabas. ¡No soporto que no me des una explicación! Me he estado comiendo la cabeza, Baek.... Estos días se me han hecho una total tortura sin estar a tu lado, he estado viendo los videos que grabamos juntos, ¡Los he visto más de 100 veces! He buscado el error, he buscando en qué momento falle, en que maldito momento decidiste dejarme, repaso cada segundo en el que estoy contigo y no puedo encontrar algún fallo, sé que no éramos la pareja perfecta, sé que no siempre estábamos bien pero nos amamos, Baekhyun, puedo saber que aún me amas por tu mirada, por dios, te conozco más que a mí mismo, me dices que eres tu quien fallo... ¡Entonces dime en que fallaste! ¡Dímelo! ¡Dímelo ya porque no soporto este dolor que me está matando a cada minuto! No importa si me engañaste, no importa nada, solo dímelo, si tanto me amabas como solías decirlo entonces ten el maldito valor de decirme que fue lo que paso. No voy a juzgarte. ¡Estoy dispuesto a dejarte ir si me dices que es lo que pasó!

Mis lágrimas inundaron mis ojos y deje que cayeran libres. Maldito dolor. Maldito amor. Maldita vida.

-Voy a morirme, Chan.

-¿Qué? ¡No! ¡No!-Lagrimas corrían por mis mejillas y mi nariz se congestiono, me faltaba aire, mucho aire.

-Shh... Shh... Estoy aquí, Lu. Estoy aquí-Sus brazos me rodearon con más fuerza mientras lloraba por lo antes leído.

-Se va morir, Sehunnie. Baekhyun se va a morir y va a dejar a Chanyeol, después de tanto sufrimiento para estar juntos, después del amor que se tienen. Me duele el corazón, Hunnie, me duele.

-Lo sé, amor, lo sé. -Me puso cara a cara con él y beso mi rostro con delicadeza y paciencia, limpio mis lágrimas mientras susurraba cuanto me amaba. Había llorado a mares cuando había leído el doloroso rompimiento de Chanyeol y Baekhyun, pero saber que mi personaje favorito moriría me estaba pegando duro. Llore por minutos y deje que los mimos de mi novio me calmaran.

-¿Estas mejor?-Me preguntó.

-Mucho mejor, solo... Estoy triste.

-Lo sé, pero ya pasara, bebe. ¿Qué tal si vamos a dormir?

-¿Mañana estarás aquí conmigo cuando vuelva a leer?

-Siempre lo estoy.

-¿Me consolarás?

-Siempre.

No supe en qué momento mi libro cayó al suelo pero tampoco me importó, solo me importaba saber que Sehun siempre estaría cuando las letras me llenaran y mis lágrimas cayeran.