28. Día de playa.

Start from the beginning
                                    

Los chicos no fueron conscientes de ello, ya que su atención seguía puesta en mí. Bueno, ninguno se había dado cuenta, a excepción de Matt que seguía recostado en la toalla, con la cabeza levantada y había visto lo que Stephanie y yo habíamos hecho. Siguiendo los pasos de Stephanie, mi amigo vio en dirección a donde había indicado, y una vez vislumbró lo que habíamos visto negó divertido con la cabeza, y volvió a acostarse en su toalla.

Stephanie hizo un gesto para que se acercara al chico con un cuerpo jodidamente formado que habíamos estado acechando, y éste se acercó hasta nosotros.

—Oh, pero qué par de brazos tienes. –comentó en voz alta, haciendo que los chicos desviaran su atención a ella, nuevamente. Comenzó a acariciar los brazos del chico que sonreía con diversión y complacencia, y giró su rostro hacia mí con una sonrisa maliciosa. –Oye, Isabel, deberías venir aquí y ver los grandiosos brazos de este chico.

Me levanté complacida al ver el rostro de Zack tornándose rojo, y me acerqué al chico que estaba con mi amiga.

Comencé a tocar el brazo libre del chico.

—Vaya, los brazos más formados y perfectos que he tocado, ¿vas seguido al gimnasio? –pregunté, dirigiéndome al chico.

El chico tenía el cabello castaño oscuro, ojos café claro, y la piel de un color un poco tostado.

—De hecho, sólo voy una vez al mes, no soy un adicto al ejercicio ni nada por el estilo. –contestó el joven.

Le miré un poco sorprendida, la verdad el chico tenía un cuerpo que hacía parecer al resto de los chicos insignificantes espaguetis, no podía creer que sólo fuese al gimnasio una vez al mes. ¡Debía estar jodiendo conmigo!

—Es en serio. –dijo, al percatarse de mi mirada.

Me crucé de brazos.

—Claro. –comenté con sarcasmo. –Y yo soy Christina Aguilera.

El chico rió y me miró con simpatía.

—¿Qué dirías si te invito a salir hoy por la noche a divertirnos un poco? –me preguntó en tono insinuador.

Reí libremente, en su cara. Desconcertándolo un poco.

—Pues, yo te diría que...

—Creo que es mejor que te vayas. –me interrumpió una voz a mis espaldas, y un brazo protector se dejó caer sobre mi hombro.

Zack.

Giré mi cabeza brevemente en su dirección, para ver un notable semblante de enojo, y una vena palpitante cerca de su cuello.

Vaya, vaya, así que se había enojado.

Reí para mis adentros.

El chico levantó ambas manos demostrando que no quería levantar ningún alboroto.

—Oye, tranquilo, viejo. No he venido a buscar problemas.

—Pues más te vale mantenerte alejado de mi novia, si no quieres meterte en un gran lio. –amenazó Zack, enfatizando la palabra "mi".

El chico se encogió de hombros, y retrocedió unos pasos, yéndose por donde había venido.

Zack retiró el brazo de mis hombros, y se posiciono ante mí, con éstos cruzados sobre su pecho.

Lo miré inexpresiva con una ceja elevada.

—¿Se te ofrece algo?

Vi cómo sus labios formaban una línea recta, e hice todo mi esfuerzo para no soltar una sonora carcajada.

Insoportable [Sin editar]Where stories live. Discover now