23 | Oportunidad de redención

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Los jóvenes amigos creían que sus vidas se consolidaban por la toma de importantes decisiones, y las que no aceptaban eran pedazos de esperanza que otras personas unirían. Pensaban que nadie era capaz de proporcionarles las condiciones para salir adelante si no salían en busca de ellas.

Esteban esperó por años un acierto en el liderazgo de su grupo de baile, pero siempre creyó que las luces de Teen Light eran verdes. Jamás perdió la esperanza. Se mantuvo firme hasta que cruzó un camino que antes parecía imposible de alcanzar. Su mayor deseo era que Naomi aceptara la realidad que los igualaba como una oportunidad de redención.

—¿Cómo estás, bailarín?

—Tranquilo —respondió, antes de sentarse frente a ella—, me imagino que tú también. Estás en recuperación, sana y salva en medio de las cuatro paredes de tu habitación, pero, ¿estás segura de ello?

—¿Iván te dijo que vinieras?

—¿Por qué lo preguntas? Me parece ilógico. No eres el tipo de chica que necesite un intermediario con el chico que le gusta.

—No dije eso.

—Pero lo pensaste. Te lo pido de corazón, Naomi. Deja de huir. ¿Cómo es posible que ahora no te des cuenta de que él está dispuesto a todo por ti?

—No me interesa —soltó, mirando las muletas.

Esteban empezó a perder la paciencia cuando ella le dijo que estaba cansada. Bien sabía que no deseaba ser confrontado.

—Mentir no es bueno. Te lo digo por experiencia propia. No eres la única persona que se niega a la razón de su existencia.

—Creo que ese es nuestro destino: no ser capaces de querer a alguien porque nosotros no fuimos deseados.

—¿Acaso tus padres te han repudiado?

—No.

—Los míos tampoco lo hacen.

—Nosotros...

—Ellos nos han demostrado que nos aman. ¿Qué más podemos pedirles?

—¿Cómo puedes decir eso de Víctor?

—Porque aunque me duela, él es mi padre. Nos hizo felices a mamá y a mí por muchos años.

—¿Por qué para ti eso es suficiente?

—¿Por qué para ti no lo es? Dentro y dentro de esta casa hay gente que te quiere. ¿Por qué tú no lo ves? ¿Por qué te empeñas en ser insensible cuando no lo eres? ¿Te hace sentir mejor contigo misma?

Cada pregunta dejó a Naomi más aturdida que la anterior. Esteban tenía todo la razón. Desde el último día en que Iván y ella se vieron, no hacía más que lamentarse. Intentó seguir adelante, pero cumplir con ese objetivo era complicado. Lo extrañaba demasiado. Por él se sintió capaz de olvidar todo lo que sus padres sacrificaron. En ocasiones sentía que la vida le pesaba y que jamás podría sentirse querida. Los esfuerzos de Natalia y Miguel en hacerla feliz añadían más peso a su cargo de conciencia. En otras circunstancias cualquier jovencita hubiera estado contenta por ser el centro de atención donde quiera que estuviera, y la más consentida de todas sus amigas, Naomi era el caso contrario. Cuanto más afecto y cuidado recibía, peor era su sentir. Estaba perdida en una idea que tampoco afirmaba porque no existían muchas pruebas, solo lo que percibía.

Se ocultó el rostro mientras lloraba sin control. Esteban le dio un tierno abrazo. Ella no lo entendía. Sentía lástima de sí misma por ser débil y vulnerable. Esteban era diferente. En vez de ahogarse en la única condición que tenían en común, él decidió enfrentarla. Tuvo el suficiente coraje para cuidar de Carmen, guiar a Teen Light y elegir una profesión. Ella ni siquiera se consideraba capaz de ordenar sus emociones.

Amigos IncondicionalesOnde as histórias ganham vida. Descobre agora