06 | Realidad y sueño

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La tranquilidad de no ser vista por Javier o Naomi, en su llegada a Sambil, le duró muy poco a Ruth cuando vio la gran multitud de personas allí. El espectáculo que patrocinó la academia de baile, Kings and Queens, fue un punto de encuentro para todos los amantes de la música y danza de la ciudad capital. Avanzar era complicado para ella, y lo fue aún más con la llamada entrante a su celular.

—¿Dónde estás? La presentación va a empezar.

—En la librería. ¿Y ustedes?

Más allá de la facilidad con la que le mintió a Javier, mantuvo la esperanza de que él nunca se diera cuenta.

—¿No te fijaste cuándo llegaste donde sería la presentación? Hay un cartel en la entrada que lo dice.

—No me fije.

—¡Qué haremos contigo! Estamos cerca del acuario, ahí será la presentación.

—Estoy en camino.

—Apúrate.

Sambil era una plaza sumamente espaciosa de tres niveles, ciento noventa y cinco mil metros cuadrados de infraestructura. Esas cualidades le hacían el centro comercial más grande de Santo Domingo. Semejante atributo le hizo imposible un rápido recorrido hacia el acuario. Ruth subió las escaleras eléctricas a pasos largos, acaparando sobresaltadas miradas de quienes estaban a su alrededor. Los murmullos no tardaron en relucir, ella no podía detenerse para reírse de personas entrometidas. Sus últimos moderados pasos le ayudaron a recobrar el aliento. Sacó el celular con la intención de utilizarlo como espejo, pero la voz de Javier le puso los nervios de punta.

Su mejor amigo, a diferencia de ella, se veía muy relajado en unas pequeñas gradas moviendo sus Nikes blancos al ritmo de la música. Ruth agitó sus manos, él le indicó que se acercara. Acto tras el cual ella se dio cuenta del porqué en el sosiego de Javier. Naomi prestaba más atención al celular que a su entorno. Seguido de aclarar su garganta tuvo la atención pedida, ella la miró con pena ajena. Javier se ahogó en su particular risa mientras las amigas intentaron comunicarse sin palabras. Él no las entendía, pero cuando ellas entraron al baño de damas comprendió todo a la perfección.

De estar solas en su habitación Naomi le hubiera reclamado a Ruth una combinación de ropa más favorecedora, transformarla en una adolescente presentable antes de que iniciara la presentación de Teen Light era más urgente. Darle a Ruth el potencial de musa, con un poco de maquillaje en menos de diez minutos, fue un reto que le quitó valor a todas sus quejas cuando Javier le confirmó que hizo un excelente trabajo. A pesar de que él no se mantuvo el resto de la tarde elogiándola por ello imaginó que así fue; con la diferencia de que quien hablaba era Iván y que los cumplidos eran solo para ella. Los aplausos de los demás espectadoras hicieron que comprendiera algo muy importar, el genuino espectáculo estaba frente a ella y no en su mente.

El imponente escenario no era más que una gran tarima con columnas y luces que cambiaban de colores al compás de la música. Las pantallas, que daban como resolución fondos multicolores con figuras geométricas, parecían salidas de un concierto de música electrónica. Sin una exuberante decoración, buena música y un gran espectáculo, cualquiera aún con dos pies izquierdos intentaba seguirles el paso a los bailarines y solistas.

El objetivo del evento era dar a conocer los talentos emergentes de Kings and Queens. La propaganda y fama que arropaba a la academia quedó muy en claro por la presencia de agentes de disqueras que buscaban nuevos bailarines. Muchas personas estaban presentes y no era para menos, Sambil tenía la particularidad de ser una plaza comercial muy concurrida por residentes y turistas.

Cuando Teen Light se presentó interpretando la canción There for you de Martin Garixx y Troye Sivan la buena vibra en el ambiente subió de nivel. La confianza en sí mismos, sus movimientos pulcros propios de un arduo entrenamiento, el vestuario y la energía que transmitían; se complementaron dando como resultado una memorable obra de arte. Grandes bailarines como ellos no eran conocidos por la forma en que bailaban, sino por lo que podían expresar sin palabras. Las amplias sonrisas y coquetos guiños de ojos que le dedicaron a la audiencia demostraron que se estaban divirtiendo como nunca.

Amigos IncondicionalesWhere stories live. Discover now