Capítulo 9

142 40 31
                                    



Al día siguiente desperté con la ilusión de que todo fuera una pesadilla, quería regresar. Tomé una ducha fría mientras pensaba en lo estupida que era la razón por la que todos estábamos aquí. Rodrigo y Mara están furiosos al igual que yo, ¿cómo es que nos prohibieron vernos todos estos años y ahora nos lo permiten con la condición de permanecer en el mundo de fantasías de Cristine? definitivamente esto no tenía ningún sentido, además de que tendríamos que conocer a los nietos de su amiga, ¿para que querríamos conocerlos? De seguro son otros niños mimados y creídos, no necesito recordar a personas innecesarias en mi vida.

Me puse unos shorts de mezclilla y una blusa color azul marino bastante fresa, me moría de calor. Por último tomé mi cabello y formé un chongo, me maquillé muy natural y bajé a desayunar.

Todos estaban en la mesa menos Cristine, por lo que tengo entendido ella se la vive trabajando y no estará mucho tiempo con nosotros (gracias al cielo).
Me senté y Nani inmediatamente sirvió el desayuno.

— ¿Creen que sus nietos se hayan vuelto apuestos?— preguntó Mara con una sonrisa coqueta

— Por Dios Mara, ¿es en lo único que piensas?— dijo Thomas rodando los ojos — Por si no lo recuerdas ellos serán parte de nuestra pesadilla musical — bufó

—Quizá no sea tan malo, nos servirá para distraernos estas vacaciones — Sophie lo miró y se encogió de hombros

— Esto es ridículo — dije rodando los ojos

—Te apoyo Madd— Rodrigo estiró su puño derecho y lo chocó contra el mío

—Mis niños, su abuela dijo que los esperaba en el estudio a las 10, hay alguien se quiere presentar con ustedes — dijo Nani desde la cocina

— Más y más personas, esto no podría ser peor — negué con la cabeza y llevé un trozo de kiwi a mi boca

Al terminar de desayunar nos dirigimos al estudio, yo solo los seguí porque la verdad no recordaba nada de esta casa. Literalmente el estudio estaba hasta el otro extremo de la casa, era como si hubiera una casa aparte en el mismo patio, lucía bastante amplio desde afuera.

Entramos y se encontraba una señora entre unos 30/35 años, su cabello era corto y rizado, vestía ropa deportiva, un pants negro y una chamarra del mismo tono, sus labios mascaban un chicle y estaban cubiertos de un labial tono vino.
¿Quién era ella? ¿La entrenadora de Nadia Comaneci? parecía que estaba aquí para martirizarnos con ejercicio.

A su lado se encontraba Cristine, como siempre con una sonrisa que por alguna razón me molestaba en lo absoluto.

—Sophie....Madison....Thomas.....Mara.....
Rodrigo.... les quiero presentar a la entrenadora Zoro, ella será quien los preparará las regionales. — colocó una de sus manos en el hombro de ella

—Mucho gusto chicos, pueden llamarme entrenadora pero preferiría que me dijeran "Zoro". — sonrió — Tenemos mucho por trabajar, espero poder conocerlos y llevarnos bien — entrelazó ambas manos levantándolas a la altura de su pecho, todos asentimos con la cabeza

— Bueno, antes de empezar a trabajar quiero que conozcan a su competencia, no quiero rivalidades... incluso quiero que se lleven bien con ellos, pero nunca dejando su objetivo atrás— dijo Cristine mientras marcaba un número en su celular

—Ya pueden pasar— dijo Cristine colgando el teléfono al final

En ese momento las puertas se abrieron y una señora que aparentaba la misma edad que Cristine entró. Detrás de ella se podían distinguir 4 personas más, todos hombres menos una, ella era rubia de cabello lacio y largo, sus ojos eran azules y sus labios tenían un color rosa matte, tenía puestos unos jeans azul claro y una blusa color durazno.

You Will Never Forget ItWhere stories live. Discover now