Capítulo 17

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Miles y miles de vestidos... estuvimos dos horas caminando por toda la plaza tratando de encontrar un vestido perfecto para ella; a pesar de que Sophie era calmada y algo callada, lo vanidosa nadie se lo quitaba. Cuando estábamos en la penúltima tienda que nos faltaba por recorrer en su lista, decidió regresar a la primera... lo cual hizo que Mara y yo quisiéramos arrancarle la cabeza.

En el recorrido, Mara aprovechó para escoger, la mayor parte del vestido tenía unos cuantos brillos que lo hacían resaltar, el largo le llegaba unos cuantos centímetros arriba de las rodillas y tenía un escote que dejaba a la vista una pequeña parte del superior de sus pechos, debo admitir que lucía hermoso en ella, seguramente iba a dejar a Ryan pasmado y babeando mañana en la ceremonia.

En cuanto a mí... seguía sin tener nada, todos los vestidos que logré ver eran bastantes llamativos o escotados para mi gusto, ninguno que llamara mi atención en lo absoluto.

Salimos de la tienda donde Sophie escogió su amado vestido y rogué en mi mente para irnos de inmediato, hasta que Mara habló.

— Y bien Madd... ¿a dónde quieres ir? — preguntó con las bolsas en la mano esperando a que yo dijera el nombre de alguna tienda

— A casa — contesté esbozando una leve sonrisa fingiendo no entender su pregunta

— Hablo de las tiendas Madd — rodó los ojos  — Necesitamos conseguirte algo ya, ¿no viste algún vestido en el camino? — preguntó suspirando, al parecer ya no quería seguir caminando y buscando al igual que yo

— Oh claro que los vi, miles de ellos — reí y los ojos de Mara se iluminaron — Pero ninguno de mi agrado — me encogí de hombros y a Mara se le cortó la ilusión de acabar con esta búsqueda lo más antes posible

— Aún no hemos visto todas las tiendas, todavía nos falta una por ver — Sophie habló — Seguramente ahí encontrarás algo de tu agrado— desvió la mirada a la última tienda del pasillo y le seguí, esta no era una de las lujosas tiendas por las que pasamos, sino que lucía algo más sencilla y no estaba repleta de gente como las anteriores.

Caminamos hacia ella y al entrar pude notar miles de vestidos de distintos colores y estilos, pero esta vez hubo uno que de verdad llamó mi atención; era totalmente blanco y sencillo, los hombros quedaban descubiertos, era completamente pegado a la cintura y posteriormente se desprendía una falda que llegaba un poco arriba de mis rodillas. Mara y Sophie me vieron contemplándolo así que no lo pensaron y lo tomaron

— Listo, será este — dijo Mara caminando hacia la caja con el vestido en la mano

— Añade estos — Sophie agarró unos tacones plateados con muchos brillos, a pesar de odiaba las cosas tan llamativas estos eran bastantes lindos

— Bien, ahora podemos irnos — suspiré sintiendo un gran alivio por dar terminada esta búsqueda

Salimos de la tienda y nos dirigimos al elevador para llegar al estacionamiento que se encontraba en la planta baja de la plaza; al cerrarse las puertas este empezó a bajar, cuando de la nada se detuvo bruscamente haciéndonos caer al suelo. Al instante nos percatamos que el elevador se había quedado atorado, guardé la calma y Mara también lo hizo, pero no era el caso de Sophie.

— ¡No, no, no! — gritó Sophie apretando como loca los botones del elevador, sus ojos se estaban empezando a cristalizar

— Tranquila Sophie, ya vendrán a ayudarnos — contestó Mara intentándola tranquilizar

— ¡¿Tu cómo sabes?! Seguro nos dejaran horas a-aquí — su voz se empezaba a cortar y las lágrimas corrían en sus mejillas

— Claro que no, apretaste el botón de emergencia, te prometo que vendrán pronto — Mara tomó a Sophie y la abrazo mientras que ella lloraba, sus rostro reflejaba el pánico, como si nunca fuera a salir de aquí.

No pasaron más de diez minutos para que lograran desatorar el elevador, en cuando este se movió Sophie limpio sus lágrimas y salió corriendo al auto dejándonos a Mara y a mi atrás.

— ¿Puedo preguntar algo? — dije y Mara asintió

— ¿Por qué se puso así ? — pregunté tímida

— ¿Quién? ¿Sophie? — preguntó y yo asentí — Bueno... después de lo qué pasó, digamos que le ha quedado un trauma con los espacios encerrados — dijo como si yo supiera qué pasó con ella

— ¿ Y qué fue lo qué pasó? — Sophie terminó de pagar el boleto de estacionamiento y caminamos

— ¿Ni siquiera recuerdas eso Madd? — esto se estaba empezando a volver una guerra de cuestionamientos

— ¿Se supone que lo deba saber? — ella suspiró y asintió, estaba empezando a confundirme — Dime qué pasó — detuve mi paso esperando a que me diera una respuesta

— Hace años los cinco fuimos secuestrados, nos mantuvieron encerrados por un mes entero hasta que la policía nos encontró — mis ojos se abrieron como platos al escuchar esas palabras salir de la boca de Mara

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— Creí que recordarías... — hizo una pequeña pausa y siguió — Supongo que esa fue una de las razones por las cuales nos separaron — se encogió de hombros

— Yo... n-no recuerdo nada de eso — negué con la cabeza, estaba totalmente confundida y un montón de preguntas se empezaron a acumular en mi cabeza

— Supongo que en parte es bueno, así no tendrás que recordar esa horrible pesadilla el resto de tu vida — dijo como si fuese una ventaja el hecho de haber perdido la memoria

— Pero...¿como fue qué pasó? — hablar se me estaba empezando a complicar

— Luego podré contarte, ahora tenemos que volver — dijo subiéndose al auto y yo la seguí

Todo el camino fue silencio absoluto, yo seguía sin poder creer el hecho de que estuve secuestrada un mes entero, tal vez Mara tiene razón... tal vez perder la memoria puede tener algunas ventajas, pero aún así quería saber más sobre lo qué pasó.
Finalmente llegamos, bajé del auto y lo único que hice fue ir directo a mi habitación, quería tumbarme en la cama y no saber nada más. Antes de eso decidí tomar una ducha fría, tenía que despejar mi mente, quería relajarme; salí, me puse la pijama y me tumbe a la cama como lo había deseado. Estaba apunto de caer en un profundo sueño hasta que mi celular empezó a sonar, por un momento pensé que era mi mamá la que me estaba llamando, pero al ver la pantalla me sorprendió ver el nombre de la persona más desagradable que había conocido, Jesse.

You Will Never Forget ItWhere stories live. Discover now