¿Debo creerte o amarte? (Jeff the killer y tu)

Capítulo 27

*Pov Jeff*

Todo era un desastre, y lo peor de todo es que ya no había forma de arreglarlo. No puedo dar marcha atrás en el tiempo para evitar la muerte de todas esas personas, ni la de mis padres. He hecho mucho daño, demasiado. Y no solo eso, sino que ahora también estoy arrastrando a la única persona que me ha mostrado apoyo, paciencia y cariño. La últimas personas que se comportaron así conmigo fueron mis padres, si miro como están las cosas actualmente, ellos están muertos y tengo un hermano con sed de venganza por mi culpa, ¿Qué le espera a _____ por delante?

La única respuesta es sufrimiento, y en el peor de los casos, la muerte.

Pero, aún sabiendo todo esto... No puedo dejarla justo ahora, porque soy un egoísta de mierda. También porque lo quiera o no, ella ya está en el punto de mira de Liu. Lo estuvo desde el momento en el que se le dio la vuelta al asunto respecto a quién había sido el asesino de su madre. Aún me cuesta creer que mi hermano comenzara a usar a otras personas para conseguir matarme.

Realmente me siento como una mierda. Todo es un cúmulo de pensamientos. Cada sentimiento que tengo es de culpa, por no poder controlarme y por todo lo que he hecho. Lo único que puedo hacer si realmente quiero hacer algo bueno en este vida, es acabar con Liu y desaparecer para siempre de la vida de _____, o mejor dicho, desaparecer de este mundo por completo. Es muy doloroso para mi, y probablemente también lo será para ella, pero merece algo mejor, alguien que valga la pena y no tenga las manos manchadas de sangre. Una persona con la que no sienta miedo al estar bajo el mismo techo y pensar que mientras duermes te puede intentar clavar un cuchillo.

Alcé un poco la mirada y la vi sentada en una silla junto a la ventana, tenía la mirada pérdida en algún punto. Y cuando abandonó ese pequeño trance, me miró.

Yo no sabía que decir mientras manteníamos la mirada el uno en el otro.

—Jeff... ¿Estás bien? —Preguntó con un tono de voz bastante bajo.

—Yo... Sí, estoy bien. No te preocupes, todo se solucionará. —Intenté sonar lo más seguro posible, pero ella frunció un poco el ceño.

—¿Realmente estás bien? Estabas muy afectado por lo que te dijo Emily antes. —Se notaba la preocupación en su voz.

—Oye, quiero hacerte unas preguntas. —Cambié de tema. Aunque no lo hice solo por cambiar de tema, de verdad quería comprender algunas cosas sobre ella.

—Claro, preguntame lo que quieras. —Ella alzó las cejas con curiosidad.

—¿Por qué confiaste en Liu al principio? —Comencé por la primera pregunta que llevaba rondando por mi cabeza un tiempo.

—La policía no encontraba al culpable de la muerte de mi madre. Ella lo era todo para mi, ya que yo no tengo padre, nos abandonó antes de que yo naciera. No podía aceptar que no se hiciera justicia por la muerte de la única persona que había estado a mi lado... —dijo con tristeza mirando al suelo por un momento —Entonces es cuando llegó Liu, dándome esperanzas de que el me iba a ayudar. Fui muy ingenua, una estúpida. —Sus últimas palabras sonaron con algo de desprecio.

—Cuando te enteraste de que Liu era el verdadero asesino de tu madre, tú aun así sabías que yo era un asesino... ¿Por qué me ayudaste? —Esta pregunta era una de las que más me comían la cabeza constantemente.

—Bueno, a pesar de que al principio no te creí, no me mentiste. Incluso después de provocarte varias veces para que me atacaras durante las veces que te intenté hacerte una emboscada, te negabas a luchar contra mi y cuando lo hacías ni siquiera ibas en enserio. Luego me salvaste de Liu. Tu comportamiento no me parecía el de un asesino. —Me dio una pequeña sonrisa.

—Pero soy un asesino. He matado a muchas personas. —Dije seco.

Su sonrisa se borró.

—Dime, ¿Cómo te sientes respecto a que yo sea un asesino? —Comencé a sentir un puntiagudo dolor en el pecho al soltar esa pregunta. La que más me aterrorizaba.

Ella no contestaba, estaba buscando las palabras. Hasta que comenzó a hablar.

—Yo... No lo sé. Realmente no lo sé. Todo esto es tan irreal, porque cuando estoy contigo, cuando te miro, para mi es casi imposible imaginar que hayas podido matar a alguien. Incluso cuando te veo con un cuchillo en la mano en contra de Liu o la vez que me intentaste matar... No me cabe en la cabeza... Pero, lo sé, ¡lo sé! Eres un asesino. —Su compostura se rompió por completo y comenzaron a salir lágrimas imparables de sus ojos. —Sé que has matado y has destruido familias, y aún sabiéndolo cuando estoy contigo no puedo sentir miedo u odio hacia ti. Pero... Pero tu no tienes la culpa ¿cierto? Tú... No estás bien, no podías hacer nada. No podías controlarlo, ¿verdad? —Comenzaba a sonar como si se estuviera intentando convencerse a sí misma. Pero ambos sabíamos la respuesta.

—Sabes que estando o no enfermo, y sin poder controlarlo, un asesinato es un asesinato. Entonces, no estar mentalmente bien, ¿Justifica la muerte de tantos inocentes? —Mi voz se hizo más débil.

Ella no decía nada, solo lloraba mientras sus ojos estaban clavados en los mios y su cara se veía casi inexpresiva. Como si acabara de masacrar todos los sentimeintos y emociones que habían dentro de ella.
¿Por qué? Porque había dado justo en el clavo.

Ella no podía odiarme, me ama, probablemente porque fui yo quién estuvo allí para ayudarla cuando prácticamente no tenía a nadie. Como si ella tuviera una dependencia de mi, aunque realmente soy yo el que depende de ella. Por esto, justifica todos mis actos sabiendo lo graves que han sido. No me juzga, sino que trata de comprenderme. Se engaña a sí misma pensando que yo no tengo la culpa porque es algo que no puedo controlar. Pero siendo razonables, esto no estaba bien.

Sé que eso le estaba matando por dentro, haciendo que ella se debatiera mentalmente entre lo que era correcto y lo que no. Pensando si yo era bueno o malo. Su cabeza estaba hecha un lío, la mía también.

Esto debía de ser el fin.

Me levanté del suelo y me acerqué a ella. Me puse de rodillas para estar a su altura, ya que estaba sentada.

—Está bien, no sabes que hacer realmente, estás confundida, es normal y lo entiendo. Sea lo que sea lo resolveremos cuando este asunto de Liu de resuelva. —Traté de tranquilizarla y vi como su rostro se alivió un poco.

Diría que había mentido en lo último que dije, pero en cierto modo es verdad. Si Liu, Jane y yo desaparecemos quizás ella pueda tener una vida mejor. Debe de haber demasiados pensamientos sobre mi en su cabeza, le está haciendo daño porque está en una encrucijada, ya no sabe que pensar pero quiere seguir creyendo que yo soy la mejor opción para ella, pero no es verdad.

Mi pecho dolía demasiado.

Le di un corto beso en los labios y luego otro en la frente.

—Todo se solucionará.

Algunas lágrimas comenzaron a salir, escondí mi rostro en su cuello. Sentí como ella me rodeaba con sus brazos. Me sentía un poco más calmado, pero el dolor no se iba. Supongo que nos quedaba poco tiempo juntos.

Poco después el timbre sonó un par de veces. Y luego comenzó a sonar una y otra vez, impacientemente.

Quizás ese tiempo era menos del que yo esperaba.