FINAL pt1, Yoonjin

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Meses después.

Pov Yoongi.

El día al fin había llegado, Jin estaba al borde de las lágrimas por la emoción y bueno, debo admitir que también yo.

Estábamos esperando a que nos entregaran a nuestro hijo, al que llamaremos Jihoon.

—Tengo un poco de miedo -habló mientras apretaba mi mano.

—Todo estará bien, todo estará perfecto -le miré sonriendo para tranquilizarlo y me devolvió la sonrisa.

—Y si al crecer, ¿él no nos quiere?

—No no, te tendrá a ti que serás como una madre maravillosa, que le preparará comida deliciosa cada día y además -acaricié su rostro-, con mucha belleza.

—Basta Yoongi -se sonrojó y bajó su rostro sonriente.

—Matrimonio Min, pueden pasar -nos llamó una joven.

Nos levantamos y salimos tomados de la mano de la sala de espera, dejando allí a muchas parejas que esperan lo mismo que nosotros.

A cada paso que dabamos Jin tomaba mi mano con más fuerza, es tanta que duele.

Frente a nosotros nos esperaba otra persona con un pequeño bebé cubierto con sábanas de color celeste tenue.

Jin se soltó de mi y corrió un poco para llegar hasta él. Lo tomó con mucho cuidado entre sus brazos y, conociéndolo debe estar llorando de felicidad.

—Todo está listo, pueden llevárselo. Espero sean una familia feliz -nos dijo sonriente la encargada.

(…)

Después de llevarlo con nuestros padres, decidimos quedarnos en casa con él para que descansara. Tenemos un hijo muy hermoso.

Seokjin lo tenía en sus brazos ofreciéndole un biberón con leche tibia que el pequeño no rechazó. Tarareaba una canción de cuna y lo miraba fijamente.

Yo solo veía la escena desde el marco de la puerta, saqué mi celular y tomé una foto. Sonreí.

—Yoongi, asustaras a nuestro bebé -me habló-. Ven.

—Déjalo, está muy cómodo contigo -sonreí tiernamente viéndolo.

Sus ojitos iban cerrándose poco a poco, era su hora de dormir aparentemente.

—Yoongi, por favor, que duerma con nosotros -me dijo en susurro.

—No lo sé, ¿y si lo aplasto? -pregunté con miedo.

—No con nosotros en la cama, pondremos su cuna al lado, a mi lado de la cama -retiró el biberón semi vacío de los pequeños labios del bebé.

—Recuerda que debe eructar, no dejes de duerma aún.

—Diablos, es cierto.

Después de acomodar la pesada cuna del bebé en nuestra habitación, Seokjin acomodó con mucho cuidado al bebé y después nosotros nos acomodamos.

—Mañana iremos por una cuna nueva -le dije.

—¿Porqué? Una es suficiente.

—No voy a mover la cuna todas las noches para acá, es muy pesada y ahora mismo me duele mucho mi espalda.

Vecinos con derechos | namkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora