033.

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Se estiró en la cama mirando hacia el techo donde luces de colores estaban colgadas de forma ordenada para que cuando la noche cayese estas iluminaran la habitación suavemente. Mientras estaba en eso pensaba en lo mucho que le sorprendía como el lugar irradiaba la personalidad de su dueño, a pesar de que ya había estado allí un par de veces antes todavía se sentía demasiado extraño al encontrarse rodeado de tantas cosas tan delicadas. Era algo así como un punto negro en un lugar que solo era rosa, quien lo diría.

— Ya pedí la pizza, Kook —escucha que dicen desde la escalera avanzando hasta donde el se encontraba—. Llegarán en media hora.

Jungkook se levanta de la cama y se sienta mientras observa cuando Jimin entra a la habitación con uñas camiseta color damasco y los pantalones de jeans claros que se le ajustaban de forma ceñida al cuerpo. Ya ni siquiera podía negarse a si mismo lo loco que estaba por ese chico.

— Perfecto, Mariposa.

Cuando Jimin le pidió quedarse con él durante el fin de semana en que su madre estaría fuera de la ciudad por asuntos de trabajo lo primero que vino a la mente de Jungkook fue el día en que compartieron su primer beso en el viejo sofa cama que habían sacado la primera vez que durmió en esa casa. A pesar que durante el tiempo que había estado saliendo con Jimin había visitado su casa de forma rápida no se había dado la oportunidad para que se quedase a dormir allí, hasta ese momento. Mentiría si dijera que no le ponía un poco nervioso el asunto, aunque ni siquiera se cruzó por su mente negarse a la proposición.

— ¿Estas cansado por la pelea?

La pregunta del chico le hace sonreír un poco. Jimin siempre era así con él, se preocupaba a cada momento como se encontraba, si había comido, si se sentía intranquilo. Durante mucho tiempo pensó que el nunca podría estar con una persona así porque simplemente se sentiría sofocado, digamos que estar tantos años acostumbrado a la soledad le hacía intolerante a las personas metiches, pero con el peli-rosa todo parecía fluir tan natural que se le hacía imposible no sentirse afortunado cuando esos cuestionamientos llegaban hasta sus oídos. Se le había olvidado lo que era que alguien se preocupara por ti las veinticuatro horas del día.

— No —contestó de inmediato—, fue fácil y gane bastante... Tan solo quería venir a verte pronto.

Jimin se acerca hasta el y Jungkook de inmediato se coloca en la orilla de la cama para abrazarlo por la cintura mientras el primero comienza a acariciarle el cabello con suavidad. No mentía cuando decía que solamente quería estar con el chico en ese momento... O en cualquier otro.

— Jeon Jungkook me extrañaba, que lindo.

Se ríe ante la ocurrencia y alza la cabeza para dejarle un ligero beso en los labios al peli-rosa. Tener a Jimin tan cerca de él y no hacerlo podía ser considerado fácilmente como un pecado, al menos en su mente.

— Pues es un secreto —le contesta al alejarse—, no le digas a nadie.

— Tu secreto esta a salvo conmigo, Kook.

Se acomodaron sobre la cama para esperar por la pizza. Jungkook se estiro como estaba en un inicio y Jimin se colocó en posición de koala a un costado con la cabeza sobre su pecho, el brazo derecho rodeando su abdomen y la pierna derecha sobre las suyas. Así era como Jungkook se sentía perfectamente bien, no necesitaba nada más que eso para estar sereno y jamás pensó que Park Jimin, el chico que vió tan débil a través de los pasillos de la escuela, sería quien le entregaría aquella sensación de paz que tanto necesitaba en su vida...

Se preguntaba a si mismo si se merecía todo eso.

— ¿En qué piensas, Kook?

Lo último que había estado pasando por la cabeza de Jungkook los últimos días era Jimin y nada más que Jimin. Trataba de que no se notara pero el hecho de que sus amigos lo molestasen a cada momento cuando llamaba al chico para que se viesen durante las tardes le hacía darse cuenta que su plan de pasar desapercibido no funcionaba ni un poco. Quizá estaba siendo un poco pesado y es que seguía siendo el mismo dolor de culo de siempre con cara de pocos amigos, solo que cuando estaba con Jimin parecía que el niño sonriente que alguna vez fue durante su infancia volvía a aparecer en todo su esplendor.

Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Where stories live. Discover now