003.

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Buscó una chaqueta porque afuera el clima era helado. Estaba atrasado y tenía que salir de ahí antes de que Taehyung le dijera algo.

Tomó un gorro negro que tenía para cubrir su cabello y luego empezó a meter todo lo que necesitaría en su mochila vieja. Si hacia todo rápido no tendría la necesidad de quedarse a escuchar el sermón que le tocaba. Había sido un día largo y si normalmente la paciencia no era su fuerte, ahora no había ni rastros de ella.

Arremangó su chaqueta militar hasta los codos dejando ver su piel cubierta de tinta. Le gustaba como habían quedado sus brazos después de las sesiones con su tatuador, todo estaba unido simétricamente como si de una sola pieza se tratase.

Ya eran las nueve, debía salir del departamento lo antes posible. Colgó la mochila en sus hombros y se dispuso a salir de la habitación. Había escuchado hacia un rato como el intruso se había ido porque lo fueron a buscar así que podía salir de ahí sin tener que dar una tediosa despedida.

Abrió la puerta con cuidado, estaba dispuesto a ser una sombra para no llamar la atención. Su celular sonaba en el bolsillo, seguramente Namjoon estaba enojado porque no aparecía y aunque le importaba una mierda lo que el pensara, tenía que ir a ganar dinero.

Camino por el pasillo y posó su mirada en el sofá en donde hace unos veinte minutos había un chico herido y que ahora se encontraba vacío. Jungkook agradeció enormemente que ya se hubiese ido, odiaba tener extraños en su casa, aquel era su santuario y apenas soportaba la presencia de Taehyung, a la que estaba obligado porque su padre era quien les consiguió el departamento. Ventajas de ser un hijo de papi millonario, según Jungkook.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando sintió una tos falsa en su espalda. Soltó un gruñido, Taehyung lo había atrapado en su intento de huida.

– Idiota –soltó su mejor amigo con el ceño fruncido.

– Voy tarde. ¿Podemos dejar el sermón para mañana?

– No tenías derecho a asustar a Jimin. Suficiente tenía con lo que le pasó hoy.

Jungkook revoloteó los ojos, ¿por qué debía preocuparse por lo que a ese chico le pasaba? Tan solo le había dejado claro que tenía que irse, odiaba tener gente extraña en la casa y Taehyung lo sabía.

– Me da igual –dijo con voz grave– solo le dije que si había despertado se fuera.

– ¡Casi sale corriendo del departamento!

– Pues por mi esta bien.

Todo el mundo conocía a Jungkook por dos cosas: sus transformaciones corporales y su frialdad. Era un chico al cual le temían y con el que no se podía estar en desacuerdo. Jungkook no socializaba mucho en la escuela, lo evitaba o sino estaría metiéndose cada cinco segundos en peleas por comentarios idiotas de sus compañeros. Y aunque eso era noble de su parte a Jungkook no le interesaba preocuparse por los demás, bastante tenía con sus problemas como para agregarle más peso a sus hombros. Su filosofía de vida era: Háganse cargo de sus propios asuntos.

Esa tarde cuando iba caminando junto a Taehyung hacia el departamento divisaron en la acera del frente un pelea de borrachos. Jungkook apenas presto atención mientras que su amigo se detuvo y tiro de su manga. Jungkook trató de seguir caminando pero Taehyung tiró de su brazo nuevamente mientras decía:

– ¿Ese no es Jimin?

Claro que conocía a Park Jimin. Habían estado en la misma escuela durante la primaria y luego en la secundaria. El chico era una rareza para Jungkook, siempre vistiendo de rosado, muy femenino pero para nada grotesco. Mirar a Jimin era como ver un montón de algodón de azúcar, era tan dulce que te provocaba diabetes. Esa era una de las razones por las que Jungkook tenía un rechazo hacia el, simplemente no podía con algo tan... Frágil.

Jimin era de los chicos que lloraba cuando le decían cosas en vez de defenderse, Jungkook revoloteaba los ojos cada vez que lo oía en el baño. Para él las cosas se arreglaban fácilmente con un intercambio de puños o una discusión verbal. Siempre pensó que lo único que Jimin hacia por su vida era querer llamar la atención, no le veía otra explicación a que siempre se quedase callado ante lo que decía la gente.

Así que cuando lo vio siendo golpeado por esos hombres el iba a seguir caminando.

Había ignorado la presencia de Jimin durante años, no tenía un motivo para que las cosas fuesen distintas ahora. Aunque Taehyung tirase de su brazo pidiendo que lo ayudara Jungkook estaba decidido a seguir su camino porque aquel no era su problema. Lo que le hizo cambiar de opinión fue el segundo en que levanto su cabeza y vio a un tipo tocando descaradamente los genitales de Jimin.

La furia lleno la mente de Jungkook, al igual que los recuerdos.

Se soltó del agarre de Taehyung y cruzó la calle sin importarle que un auto pudiese arrollarlo. Llego hasta el improvisado círculo que aquellos borrachos habían hecho alrededor de Jimin y uno por uno fue encargándose de cada hombre. Sus puños viajaban con velocidad a las mandíbulas o las bocas de los estómagos, Jungkook tenía mucha experiencia peleando y sabía el punto exacto donde debía golpear para deshacerse de esos idiotas.

Aunque eran cinco hombres al cabo de cinco minutos Jungkook los tenía a todos en el piso. Siempre había sido hábil en las peleas, aunque estuviera en desventaja sabía dar vuelta la situación a su favor. Miro hacia atrás encontrándose a Taehyung que estaba hablándole a Jimin pero este último se había desmayado producto de los golpes. Jungkook se acercó y con facilidad tomó en sus brazos al peli-morado, pesaba tan poco como una pluma que no se le hizo difícil caminar con el hasta su departamento porque no sabían dónde este último vivía.

Fue todo tan rápido que ni siquiera sopesó lo que traería consigo su buena acción del día. No quería tener nada que ver con Jimin, eran sus asuntos y el debía aprender a resolverlos... Pero sintió tanta impotencia que se le hizo imposible no intervenir.

Cuando llegaron a la casa dejo a Jimin en el sofá y el salió a fumarse un par de cigarrillos sin siquiera despedirse de Taehyung. Quería alejar de su mente las imágenes que se hacían presente en su cerebro, pensó que ya lo tenía superado pero por culpa del afeminado todo había vuelto.

Se enojo consigo mismo al verse tan afectado por lo que le pasó a un chico con el que no cruzó palabra en toda su vida, quizá por eso le había hablado tan mal. Aunque si era sincero era muy normal en el responder de esa forma, era mucho más raro verlo siendo educado. Y la mirada de perrito herido que Jimin le dio cuando le dijo esas cosas solo aumento su enojo, no soportaba a la gente que dependía de los demás y no podía defenderse sola.

– ¿Puedo irme ahora? –le pregunto a Taehyung cabreado– Voy muy atrasado y necesito el dinero.

– Ya, vete –responde su amigo– pero tendrás que pedirle disculpas a Jimin.

– Claro, diez veces.

Salió del departamento dando un portazo. Jungkook estaba convencido de que aquella sería la última vez que su camino se cruzaría con el de Park Jimin, lo prefería así.

Pero Jungkook está muy equivocado.

{ ♡ }

Nota: Jungkook es un cabron jeje. Me estoy poniendo al día con las actualizaciones, la siguiente será Ternura pero no sé exactamente cuando. Eso es todo, un besooooo.

PD: ALGUIEN DETENGA A ESTÁ RATA O ME DARÁ UN INFARTO

PD: ALGUIEN DETENGA A ESTÁ RATA O ME DARÁ UN INFARTO

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Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora