Capitulo 1

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Hola todos, aquí es donde comienza la historia en realidad, lo anterior solo eran las precentaciones

En fin, disfruten...

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(Sarah)

Caminaba por las oscuras calles de la ciudad pensando en nada en especifico mientras veía como la nieve caía a mi alrededor. Toda persona normal estaría en casa disfrutando con sus familias, tomando café o simplemente en la cama durmiendo. Pero, la verdad es que, yo no soy normal, ni la típica chica en busca de cumplir sus sueños o en busca de la felicidad. La mayoría de las personas murmuran que soy una asesina, manipuladora, ladrona o estafadora.

Jamás he dado fin a la vida de alguien pero tampoco es que sea una blanca paloma.

En todo caso, nadie me espera en casa, solo mi mejor amiga, la soledad, pero mejor sola que mal a acompañada ¿no?.

En fin, la temperatura estaba bajando pero por alguna extraña razón, no sentía el frio.

Al doblar la esquina paré en seco mirando la escena sin expresión alguna, sin miedo ni angustia. Un bulto había sido lanzado desde un auto negro que desaparecía rápidamente por las oscuras calles, luego de haber tirado, sea lo que sea eso, con una fuerza descomunal.

《Quizás es basura o algún tipo de desecho》

Caminé con cautela teniendo todos mis sentidos alerta hacia el bulto situado en un callejón algo pequeño. Cuando llegue un olor asqueroso inundo mis fosas nasales.

Me acerque tapando mi nariz para que aquel olor insoportable no me diera ganas de vomitar. Mis manos estaban a punto de abrir el cierre de aquel bolso cuando un crujir de rama me detuvo. Giré en busca del origen de aquel ruido más no hallé nada solo oscuridad y un silencio abrumador.

Seguí en lo mío, coloque mi mano en el cierre y despacio comencé a abrirlo.

Quedé sorprendida más no grité, ni si quiera me moví, solo estaba arrodillada mirando la cabeza de una mujer que tenia un rostro aterrado, la pobre se notaba que había sido torturada para luego matarla a sangre fría.

—Que triste es la vida ¿no?— la fría voz de aquel SER me puso los pelos de punta.

—Eso a ti no te incumbe—respondí a la defensiva.

—ni a ti tampoco—contraataco dejándome sin palabras.

—¿Quien eres? Muéstrate—ordené pero lo único que conseguí fue que aquella sombra se riera sin una pizca de emoción.

—A mi nadie me dice que hacer —y con eso desapareció en la oscuridad del callejón.

Aquel tipo se había ganado mi odio sin ni siquiera mover un musculo. Lo único que en mi mente pasaba eran las un mil forma de asesinarlo a pesar de que ni siquiera lo había visto.

Mis manos tantearon el bolso en donde se hallaba esa extraña mujer y pude encontrar una especie de carta.

Algo confundida abrí el escrito que estaba cubierto de sangre seca.

145, calle rodwar
5-6-4 7-9-2 18-7-3

Mi hija Julia, ayúdala.


Miré nuevamente a la mujer. No sé quien era pero tampoco tengo mucho que hacer y si puedo salvar a una niña que puede terminar con el mismo destino que su madre, claro que lo haré.

Pero tengo un duda. En realidad tengo muchas preguntas.

¿En que se habrá metido para terminar así? ¿Qué son esos números?¿Quien será el idiota que me habló?

Ni la más remota idea pero lo averiguaré.

Corazones Congelados #PGP2018Where stories live. Discover now