Capítulo XXIV: "When a Man Loves a Woman"

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Era simplemente impresionante. Salí del ascensor y me dediqué a admirar la dedicación con que habían hecho esto y lo maravilloso que resultaba a la vista.

Atardecía y la azotea estaba llena de velas encendidas, en el fondo un telón blanco en el que se proyectaban fotografías mías... y de Austin.

*Flashback

-          ¡Le diré a mi mami que ensuciaste mi vestido Austin!

-          ¡Pero fue sin intención!

-          ¡No me importa! – tomé lodo del piso y se lo lancé

-          ¡Oye! – dijo

-          ¡Tú empezaste! – dije riendo, el también rió

Ese día fue la primera vez que jugué con Austin. Habían llegado hacía una semana al vecindario y yo le invité a jugar al parque conmigo. Teníamos apenas cinco años. Austin había ensuciado mi vestido y yo se lo había devuelto. Pasamos toda la tarde lanzándonos lodo, cuando llegaron nuestras madres no encontraron cosa más adorable que ambos cubiertos de lodo, completamente sucios pero inmensamente felices. Esa fue la primera imagen.

*Flashback

-          ¡_______!

-          ¡Me duele! – dije llorando, las lágrimas corrían por mis mejillas

-          Ven aquí – dijo tomando mis manos y parándome del piso

-          Gracias

-          Tranquila te llevaré a casa – dijo tomando mi mano y ayudándome a caminar hacia mi casa

Teníamos siete años y estábamos andando en bicicleta en nuestra calle, nos  habían regalado una para nuestros respectivos cumpleaños y era la primera vez que andábamos en ellas, me invitó y salimos juntos, refiriéndose a esto como 'El mejor estreno de bicicletas del mundo' cuando de repente maniobré mal y caí en seco al piso, rompiendo mi rodilla. Austin se bajó de su bicicleta, la dejó en medio de la calle y corrió a ayudarme. La segunda imagen nos mostraba a Austin y a mí en la sala de su casa sentados en el sofá riendo, yo con mi rodilla, evidentemente rota.

*Flashback

-          ¡Tú puedes Austin! – el me miró y me sonrió desde el campo de juego

-          ¡Siiiiiiiii! – celebré

Teníamos diez años y Austin había decidió entrar al equipo de fútbol de la escuela. Ese día era su primer partido, había pasado tres semanas entrenando para su anhelado partido, estaba tan emocionado. Alfredo y yo lo mirábamos desde las gradas, al marcar el punto corrí al campo de juego a abrazar a Austin, me alegraba tanto que cumpliera lo que deseaba. Austin me había hablado de lo mucho que quería marcar para su equipo en su primer partido, 'Eso sería genial, ¿te lo imaginas?', yo le había dicho lo mucho que me alegraba que jugara por la escuela y que estaba segura de que marcaría un punto ya que era el mejor jugador de fútbol que jamás había conocido. Esa era la tercera imagen, Austin y yo abrazados en el campo de juego mientras todos sus compañeros celebraban.

*Flashback

-          _______, abre por favor, sé que estas ahí

-          ¡No! ¡Vete! ¡No quiero ver a nadie! ¡Desaparezcan!

-          _______, por favor, ábreme la puerta

-          ¡Te dije que no quiero ver a nadie!

-          _______, por favor – dijo en un susurro

Teníamos trece años y era el baile de secundaria. El estúpido con quién iría me había plantado, lloré como jamás lo había hecho, me había roto el corazón, mi primer novio me había roto el corazón y me había plantado en el día que pensé que sería el mejor de mi vida, mi odio hacia él era inmenso. Ese día Austin había decidido que no iría ya que 'la chica a quien quería llevar ya tiene pareja', me lo había confesado esa tarde. Lo que yo no imaginaba era que esa chica... era yo. Esa era la cuarta fotografía, Austin y yo en la escalera de mi casa, abrazados y sonrientes. Austin me llevaría al baile.

*Flashback

-          Yo sé que tú puedes, sólo confía en ti, como yo lo hago – le dije, le ofrecí una cálida sonrisa y subimos al escenario

Teníamos quince años y Austin soñaba con subir al escenario en el festival de música de ese año. Ese año era la primera vez que se realizaba el festival de música, donde los alumnos que quisieran podían presentarse, eran tres días de festival, todas las tardes en la escuela. Al cuarto día el jurado conformado por los profesores de música de la escuela escogían a los mejores tres, y ese día se realizaba la final, Austin estaba entre esos tres y para la final había escogido la canción "When a man loves a Woman" sorpresivamente me había pedido que subiera al escenario con él y tocara la guitarra, encantada acepté, lo que yo no esperaba era que al finalizar la canción Austin dijera "Para ti mi querida _______, sé que si miras al fondo de mi corazón, encontrarás lo mejor de mí", quizás desde ese día supe que yo amaba tanto a Austin como él a mí. Y ahí  estábamos ambos en la  quinta fotografía, en el escenario, él cantando y yo acompañándolo con la guitarra.

*Flashback

-          ¿Celos?

-          Si, ella casi te desnudó con la mirada – dije apartando la vista aunque con un tono de burla

-          Es inevitable cariño, mírame – lo hice – soy irresistible – dijo mordiéndose su labio inferior

-          Lo eres – sentí como la sangre subía a mis mejillas, aparte los ojos avergonzada. Me tomo la cara y me dijo

-          Pero tú lo eres más, y eres la única para quién deseo serlo – dicho esto se acercó y me besó

Esa foto era del día en que partí. Me venía a Los Ángeles por un tiempo indefinido y dejaba a mi novio. Ese día fue si no el mejor, uno de los mejor de mi vida, Austin me había confesado de frente sus sentimientos, y yo por fin me había dado cuenta de que me era indispensable en la vida. Mi corazón latía fuerte al verlo y yo me negaba a aceptarlo. Ese día me di cuenta de que él era el indicado, lo amaba. Ahí estaba la sexta foto, Austin y yo en el jardín del aeropuerto, yo sonreía y el besaba mi mejilla.

Cuando las fotos acabaron, el proyector se apagó y apareció Austin con un traje negro y camisa blanca acompañada de una corbata de un impecable negro de atrás del telón, al tiempo que la hermosísima 'When a man loves a woman' sonaba.

-          _______, un día derramé una lágrima en el mar por ti y juré que el día en que la encontrara, ese día dejaría de amarte.

-          Austin... - no supe qué decir, las lágrimas comenzaban a deslizarse por mis mejillas, corrí a sus brazos y lo abracé fuertemente. Comenzamos a movernos lentamente con el ritmo de la canción, nada podía ser más perfecto.

Era de noche, sólo nos iluminaban las pequeñas luces que emitían las velas a nuestro alrededor, bailaba con Austin tranquilamente. Con él nada más existía alrededor, parecía como si el tiempo se detuviera y nosotros comenzáramos a vivir en nuestro propio tiempo, era impresionante lo qué Austin causaba en mí y en mi mundo, si alguna vez dudé de esto realmente me arrepiento.


Derecho a Tocar [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora