Chapter eleven 🍃

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¿James?

Golpes en la puerta lo despertaron. Apenas tuvo tiempo de recordar dónde se encontraba, y por qué se encontraba allí. Con pesadez, se levantó de la cama, sintiendo como el ardor le volvía a la pierna, y caminó hasta la puerta, le sacó el seguro y la abrió.

Jase estaba al otro lado, y al verlo aparecer, relajó su expresión, en donde apareció una cálida sonrisa.

James... —susurró algo ruborizado. —¿Estás bien?

James miró por encima del hombro de Jason, y al no ver ni oír a nadie en el pasillo, tomó su rostro, y le dio un pequeño beso en los labios.

Ahora, mejor —le sonrió James. —¿Cómo les fue?

Bien. Gary y Lars se pusieron a jugar y ambos se cayeron por las escaleras del centro comercial.

Dios —rió James pegándose con la palma de la mano en el rostro.

Ambos bajaron las escaleras y se les unieron a los demás en la conversación y en las risas.

Eran cerca de las nueve de la noche, y a Gary se le ocurrió acompañar las cervezas con algo de música. Para ello les pidió ayuda para bajar sus instrumentos y amplificadores de la habitación de los mismos.

Lars instalaba el batería que él tocaría, lo más simple que pudo. En cambio Dave le puso todos los platillos y cajas que encontró en la pieza. Hasta el doble pedal.

Eh, ¿qué haces? —le preguntó el danés a Lombardo, mientras detenía su grata conversación con Kirk, al darse cuenta de que el cubano le agregaba cosas a la batería que Lars, orgullosamente, había armado. Cabe destacar que le puso mucho esfuerzo y dedicación.

¿Por qué? —preguntó mirándole, como si de un extraño se tratara. El de ojos claros sólo se limitó a apuntar la batería—. Oh, ¿es eso? Vamos, Lars, era demasiado simple. 

El de baja estatura lo miró entornando los ojos, intentando demostrar que se encontraba totalmente ofendido frente a su comentario. Dave al percatarse de la forma en que lo miraba, dejó de hacer lo que hacía y levantó ambas manos, en señal de rendición.

Bien, bien, tú ganas —dijo mirándole— pero sólo porque quieres impresionar a tu noviecito Kirk —el moreno levantó la vista al escuchar su nombre, pero no entendió por qué era nombrado, ya que Dave lo había dicho en español. Lars, en cambio, sí que había entendido, razón por la cual, bajó la cabeza levemente, para ocultar su suave rubor.

El rizado negó con la cabeza y les incitó a todos los que estaban allí para que tocaran una canción. En un principio les costó ponerse de acuerdo. Pero cuando ya estaba decidido qué tocarían, unos gritos en el exterior de la gran casa los obligó a quedarse en silencio. 

Era James y, por su puesto, Dave discutiendo.

Todo empezó porque Jason había salido al patio, ya que se sentía incómodo por las constantes miradas del colorín. Sin embargo, lo único que consiguió, fue que éste lo siguiera afuera. Pero, Hetfield, quien no le había quitado un ojo de encima a Jason, decidió salir tras ellos. No le gustaba mucho que Dave estuviera cerca de Newsted.

¿Qué ocurre, Jase? —le había dicho Dave caminando lentamente hacia él, quien se sobresaltó al oír la voz del colorín.

¿Y-yo? Hm, sólo salí a tomar aire —rió nervioso. No sabía cómo quitárselo de encima.

¿Te encuentras mal? Si quieres —dijo aproximándose un poco más, casi invadiendo su burbuja de espacio personal —, puedo hacer que te sientas mejor —sonrió, con malicia.

fight fire with​ fire. [pausada indefinidamente]Where stories live. Discover now