fight fire with​ fire. [pausada indefinidamente]

Chapter one 🍃

—Pasajeros del vuelo 106, favor abordar al avión —retumbó por todo el aeropuerto a través de los alto-parlantes.

Newsted se acomodó sus anteojos, y, tomando su equipaje de mano, caminando hasta el túnel de embarque, y apenas hubo subido al avión, comenzó a buscar su asiento, el cual estaba en primera clase, por suerte. Sin embargo, su asiento estaba junto a la ventana, lo cual era bueno, pero lo único malo, fue que al pasar por delante del chico rubio que estaba sentado hacia el pasillo, se tropezó cayendo sobre él, o mejor dicho, sobre la entrepierna del que estaba sentado.

—Oh, mierda —se quejó doblando su espalda hacia adelante.

—Joder, lo siento —se disculpó sentándose en su asiento, e inconscientemente llevó sus manos al lugar en donde había causado dolor en el contrario; le sobó unos dos segundos, e inmediatamente retiró sus manos de allí, dándose cuenta de lo que estaba haciendo. —Lo siento, lo siento —volvió a disculparse mientras agachaba la vista y se acomodaba los lentes, terriblemente avergonzado.

El de al lado comenzó a reírse por la situación.

—Está bien, tranquilo —lo calmó el rubio, palmeándole el hombro con una sonrisa.

Jason le devolvió la sonrisa, con timidez, y el otro, al verle, supo que era la más hermosa y coqueta que había visto.

Luego de unos minutos de silencio en que cada uno estaba sumido en sus propios pensamientos, el desconocido se levantó de su asiento (instante en el que Jason notó lo alto que era).

—Yo, hm —dudó —voy al baño—sonrió.

Jason se preguntó por qué le informaba eso a él, pero sólo se limitó a devolverle la sonrisa, tímido como siempre, y a asentir.

Mientras tanto el otro chico se encontraba en el baño para lavarse el rostro y así poder despertar mejor; y es que si bien eran apenas las seis de la mañana, se había tenido que levantar cerca de las tres para poder llegar a buena hora al aeropuerto. Sobretodo porque debía estar como dos horas antes del vuelo, debido a lo ajetreado del New York Airport.

Se estaba obligando a sí mismo a reaccionar, para poder entablar conversación con el chico de lentes. Sim embargo, cuando llegó a los asientos, el ruliento estaba profundamente dormido, cosa que no le extrañó en lo absoluto, la verdad. Así que se sonrió, y se sentó, para luego reclinar su asiento hacia atrás.

Estaba tan cansado, que ni siquiera intentó moverse cuando sintió cómo el otro apoyaba su cabeza en el hueco que se le formaba entre el cuello y el hombro. Estaba tan cómodo así...

espero que les guste mi intento de jameson ✨😿