Simón da una carcajada al verme sufrir. No puedo creer que él sea el primo que tanto quise como a un hermano.

— Desamárrala y llévala a la quítale la parte de arriba de su ropa y ponla boca abajo y amarrarla..

— ¿Qué le va ser señor?

— Azotar su espalda unas cuantas horas.

Tiemblo al escucharlo decir eso.

— Señor no lo haga.

— ¡Hazme caso! Quiero que hagas lo que te digo ahora mismo.

Escucho como se acerca a mí y me quita los amarre, aunque quiera defenderme no puedo ya que no tengo fuerzas. Él hace lo que Simón le dijo y lloro porque se lo que me espera.

— Por favor..... No lo hagas...... Ayúdame....

— No puedo princesa, lo siento mucho.

— ¿Terminaste? — escucho a Simón. — Genial, ahora vete y déjame solo para seguir divirtiendo.

Tiemblo cuando escucho la puerta cerrarse y como Simón se acerca a mí y toca mi espalda con algo duro, se pronto un dolor horrible me hace gritar, siento un golpe, dos, tres cuatros... Dejó de contar en mi mente ya que él dolor es insoportable. Aprieto mis manos y solo quiero que se termine está tortura, Simón sigue  golpeando y ya no puedo seguir consciente, mis ojos se cierran y caigo en la oscuridad y solo pienso en Peter.

Fernando vio como Simón sale del cuarto y lo ve irse al otro. Tragando saliva va y al entrar ve con horror como Simón le dejó la espalda a Lali y como ella sangraba, se acercó y la miró inconsciente.

— Esto está mal.....

— Peter.......

— Aún estando inconsciente usted lo llama princesa... Usted no tiene la culpa de las locuras de ese hombre, la avaricia de poder lo ha cegado. Debí haberlo detenido cuando tuve la oportunidad, le prometo que va salir de aquí, no voy a dejar que ese loco la mate.

Caminó hacia la puerta y salió del cuarto. En silencio salió de la casa y le marcó a Peter, solo esperaba que atendiera.

Peter.

Intentamos localizar donde está simón pero era inútil tenía apagado el celular y Fernando tenía algo para no poderlo localizarlos. La noche se estaba acercando y no sabíamos nada de ella y eso me tiene  desesperado sin saber si ella está viva o muerta. Yo estoy hasta el tope, a la señora Emilia la tuvimos que sedar ya que estaba muy mal de los nervios por no saber de su hija

Mi celular empieza a sonar y veo que se trata de Fernando.

—  ¡DÓNDE CARAJO LA TIENEN!

—  Ya veo que sabes ya todo Peter . — Escucho decirme.

— Dime maldito donde la tienen, te juro que cuando los encuentre los voy a matar si le han hecho algo.

— Sí de me dejas hablara me harías un gran favor, ya que no tengo tiempo para escucharte gritarme.

— Quiero saber dónde está Lali.

— Para eso te estoy hablando. Yo no quise nunca hacerle nada a la familia real. El señor Simón está loco y quiere ser rey a costa de acabar con su propia familia, yo quiero detenerlo y por eso te llamo. No quiero seguir acatando órdenes de alguien como él.

— ¿Ella está bien? — Pregunto con miedo.

— Sigue viva si es lo que quieres saber. — No me gusta eso.

Protegiendo a la Princesa Kde žijí příběhy. Začni objevovat