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¿Tienen idea de lo difícil que se te hace caminar con los pies helados?. ¿No?. Pues, espero que nunca tengan que pasar por esta experieciencia, enserio.

- Al menos no está nevando.- dijo Carl, como si hubiera leído mis pensamientos. Lo miré con ambas cejas alzadas.- Solo intento verle el lado positivo a las cosas - se defendió.

- No entiendo como puedes encontrarle un lado positivo a esto.

Se encogió de hombros.- No puedo ser negativo todo el tiempo.

La garganta comenzaba a picarme, señal de que debería haberme puesto una bufanda. Los dedos de mis pies dolían y sentía comezon en las piernas.

- Deberíamos descansar.- comenté, posicionándome a un lado de la carretera.

- Mia, hemos caminado por menos de diez minutos.- acotó.

Lo miré sorprendida.- ¿Tan poco?.

Asintió riendo.

- Deberíamos buscar un auto.- murmuró.- ¿Tienes mucho frío?.- hice una mueca obvia.- Bien, pregunta estúpida.

- Sí, muy estúpida.- repetí sonriendo.

Estuvo de acuerdo en descansar unos minutos y se sentó a mi lado.

- Va a anochecer pronto.- comentó, mirando el cielo.- Caminarémos un par de horas más.

- Deberíamos acampar en el bosque,- me miró.- es más seguro.

- Tienes razón.- hizo una pausa.- ¿Cuánto tiempo más necesitas descansar?.- preguntó mirándome.

- Bien, entendí.- me puse de pie.- Continuemos.

Cuelgo la mochila, que por cierto es bastante pesada, a los hombros y comienzo a seguir al castaño.

Me tomo el trabajo de mirarlo detalladamente, dandome cuenta de que es un chico apuesto. Su cabello castaño le llega por sobre los hombros y está enmarañado. La venda que cubre su el lado derecho de su cara levanta algunos mechones de este. Su camisa a cuadros esta desteñida, al igual que sus jeans, dejándome en claro de que los utiliza hace mucho.

Voltea a verme y el poco sol de invierno se refleja en sus ojos, dándoles un hermoso resplandor que los hace verse aún más hermosos de lo que son.

- ¿Estas bien?.- pregunta con el ceño fruncido.

Ladeo la cabeza y asiento en respuesta.- ¿Por qué?.

- Tienes cara de tonta.

Decido ignorarlo y apresuro el paso.

(...)

Coloco una soga con latas colgadas alrededor del campamento que hemos armado para pasar la noche.

- ¿Por qué debo hacer esto?.- pregunté señalando el hilo.

- Si algo lo toca hará ruido, nos alertará.- explica Carl, encendiendo una fogata.

Termino con mi trabajo, y me dispongo a ayudarlo con el fuego, ya que no le está yendo muy bien.

Tiro un poco más de madera seca y enciendo un cerillo. Las primeras flamas empiezan a salir y ambos soplamos suavemente para aumentarlas. Carl coloca varias rocas alrededor de la fogata para que las flamas no crezcan demasiado y dejen en evidencia dónde nos encontramos.

Abrimos las mochilas y las revisamos. La mía cuenta con; vendas, alcohol etílico y banditas. Hay varias cantimploras de agua llenas a tope, también dos linternas. Dos armas que se mantuvieron ocultas de Los salvadores; una Glock y una Beretta 92 junto a tres cartuchos de cada una, llenos. Varias latas de comida conservada y también cosas dulces, como galletas y algunos chocolates. Revuelvo mas a fondo, econtrándome con un abrigo de cuero y un par de medias. Tomo el abrigo y me lo pongo, sintiendo, al menos, menos frío del que ya tenía. Cierro la mochila y miro hacia mi compañero.

Alive- Carl Grimes [ Completa Y En Edición ]Where stories live. Discover now