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El llanto de un bebé hizo que me despertara. Al principio creí que era solo mi imaginación, pero al escuchar el llanto cada vez mas intenso me di cuenta de que no.

Me puse un par de zapatillas y salí disparada del cuarto. Noté que el ruido venía de la sala. Bajé y me encontré a Michonne con una bebé rubia y grandes orbes castaños en brazos, era simplemente hermosa. Quedé paralizada al verla, creí que nunca vería a un bebé otra vez, dadas las situaciones del mundo actual.

- Hola, nos vemos otra vez.- la morena dice con una sonrisa.

No contesté solo me acerqué a paso lento a la pequeña personita que la mujer tenía en brazos.

- Es hermosa.- fue lo único que pude decir.

- Sí, ¿verdad?.- la mira con una sonrisa orgullosa.

- ¿Quiénes son sus padres?.- pregunté.

- Rick, ¿lo conoces?.- asentí, sin sacar mi vista de la bebé.

- ¿Y su mamá?.-pregunté curiosa.

- Ella...- titubea- no sobrevivió a la cesarea.

- Lo siento.- dije.- ¿Cómo se llama?

- Judith.- contestó mirandola.- Es la alegría de la casa.

-Hola Judith.- dije tomando su pequeña manita. Ella me miró y balbuceó algo que nadie entendería.

- Es muy linda, ¿no crees?.- preguntó Michonne.

- Muy.- dije.

Un silencio, un tanto incomodo, se formó en la sala.

- Tienes que conocer al grupo- dijo Michonne, rompiéndolo.- Te lo presentaré en la fiesta de esta noche.

- ¿Qué fiesta?.- pregunté confundida.

- ¿No te enteraste?.- preguntó, a lo que negué con la cabeza.- Es una fiesta de bienvenida, para que puedas conocer a todos.- me explicó.

- ¿Siempre que alguien nuevo llega hacen una?.- asintió.

- Si no quieres ir inventaré una excusa...

- No, no, no.- la interrumpí.- Quiero ir. Sería una linda forma de conocer a todos.

- Comenzará en un par de horas. Si quieres puedo decirle a Maggie que te consiga algo de ropa.

- Tengo bastante en mi mochila, gracias.- Michonne abrió la boca para hablar nuevamente, pero el llanto de Judith la interrumpió.

- Vamos Judith, calmate.- ruega la mujer de rastas, pero no hubo caso, la niña no mostraba señales de querer calmarse.

- Puedo calmarla si tú quieres.- me ofrecí.- Soy buena en eso.- Michonne asintió y me pasó a la pequeña para luego regalarme una sonrisa de agradecimiento.

- Debo hacer un par de cosas, ¿te molesta si te la dejo un rato?.- preguntó a lo que negué energéticamente.- No será por mucho tiempo, Rick estará aquí en unos minutos.

- Está bien, no hay problema.- dije.

- Gracias, Mia.- agradeció para luego salir por la puerta.

Amaqué a Judith en mis brazos tratando de calmarla, pero era simplemente imposible, ella seguía llorando. Entonces recordé que cuando mi madre cuidaba a mis primos y ellos lloraban, ella les cantaba para calmarlos. Fui hasta la sala, me senté en el sofá, y le canté a la pequeña rubia que tenía en brazos.

A medida que la canción avanzaba, Judith más se calmaba. Para cuando terminé, Judith estaba completamente dormida. Sonreí, me di la vuelta y Rick estaba apoyado en el umbral de la puerta de la sala con una sonrisa.

- Linda canción.- alagó sin perder la sonrisa.

- Linda bebe.-copié su mueca, mientras le pasaba a Judith, haciendo que su sonrisa se ampliara aún más.

- Gracias. Deberias ir a prepararte para esta noche.- me aconsejó, acomodando a la pequeña sobre uno de sus hombros y dándole palmaditas en la espalda para que no despertara.

Asentí y subi a mi habitacion. Tomé algo de ropa y me meti en el baño para ducharme, otra vez.

Creo que voy a dejar a la comunidad entera en una sequía total.

Alive- Carl Grimes [ Completa Y En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora