Capítulo 30 [Maratón: La Liga de la Impredeciblidad].

2.1K 208 126
                                    

Maratón 3/4:

_____ POV:


¿Qué cómo me había sentido al ver a mis dos mejores amigos besándose? Bueno, no sé qué pensar. El hecho de que hubiese sido para darle celos a Jonny explicaba gran parte del asunto, pero todavía no entendía por qué ni cómo habían terminado en primer lugar él y Antonella. Ella me estaba ocultando varias cosas, y estaba dispuesta a averiguarlas.

Pero en fin, las relaciones amorosas de Antonella no eran el asunto ahora. La misión que teníamos era velar por las relaciones amorosas de mi amigo-no-gay-declarado, Peyton Graham Meyer.

El plan de Antonella era alocado. Organizar una coreografía de algún video de Beyonce en tan solo cinco minutos era casi imposible, sin contar el hecho de que Peyton estuviese de acuerdo. Pero era impredecible, ¿no? ¿Quién se espera que alguien lo invite a bailar con una coreografía montada al estilo High School Musical? Cliché, pero teniendo a la Liga de la Imprediciblidad tras esto, lo convierte en algo a nuestro estilo.

—Ya hablamos con el Dj —Froy regresó junto con Corey—. Va a poner Formation.

—Amo esa canción —murmuró Anto—. Bien, ahora hay que buscar a Peyton. ¿Alguien sabe dónde está?

—La última vez que lo vimos dijo que iba a sentarse —comentó mi novio.

—Esperemos que todavía esté ahí.

Como era de esperarse, Peyton no estaba.

—Oh, vaya —dijo Froy—. Primer acto de imprediciblidad: Meyer no está. ¡Lo hace bien, ¿no creen?!

—¿Y ahora? —exclamé, ignorándolo—. Buscarlo por aquí seria como...

—Está bailando con Diego y Nestor —dijo Corey. Me detuve y lo miré—. Ahí, observen.

En efecto, el círculo alrededor de ellos se había dispersado un poco y los dejaba ver. Nestor y Diego observaban y animaban a Peyton, quien sorprendentemente bailaba bien siguiendo el ritmo de Formation.

—Bueno, mi gente —comentó Anto, acercándose—. Parece que alguien ya nos adelantó los planes.

Rápidamente Corey y yo la seguimos.

—Pero... ¿y la Liga da la Imprediciblidad?

—Froy, vamos a ver si Peyton se nos une —mi novio tomó a mi amigo por los hombros y lo arrastró con nosotros.

En la pista de baile, todos mis amigos (Rowan entre ellos) animaban a Peyton. Nosotros nos sumamos mientras observábamos como se movía. Admito que no tenía idea de que él bailase de esa manera. En realidad empiezo a creer que no es tan predecible como él dice ser.

Estuvo moviéndose un tiempo más hasta que Diego se le unió y juntos, improvisadamente, hicieron una coreografía que casi podría estar a la altura de alguna de las películas de Sten up (Moose, te amoooo). La gente estaba vuelta loca y Rowan no dejaba de comerse a Peyton con la mirada. El último parecía muy contento y lo desmostó cuando, al terminar la canción, chocó los puños con mi hermano y se acercó a Row.

—¿Quieres ir por ponche? —le preguntó.

—Por ponche, por comida, por la Piedra Filosofal. Contigo a donde sea.

Peyton sonrió y, tomándola de la mano, se perdieron entre la multitud en dirección a la mesa de ponche.

—Hey —dijo Froy—. Yo también quería ir a por la Piedra Filosofal.

—Froy —Corey lo miró—. ¿Podrías dejar de ser tan... Froy?

—Fogelmanis, soy Solo Froy, no "Tan Froy" —le replicó el rubio—. Por favor, ubícate.

A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}Onde histórias criam vida. Descubra agora