Capítulo 14 [Maratón: Amores clichés, problemas clichés y hermanos no clichés]

3.4K 246 198
                                    

Maratón: 1/4:

Sabes que estás mal cuando ves a tu madre frente a ti y lo único que haces es pedirle la bendición para luego acostarte otra vez.

No me culpen, tenía sueño. ¡Dylan O'brien me esperaba!

Pero por supuesto, al hacer aquello recibí una oleada salvaje de chanclas voladoras que no tenía ni idea de dónde venían. Tal parece que mi madre guardaba una maleta llena de chancletas destinadas a ocaciones como estas. Rowan y Sabrina, al escuchar el alboroto, entraron a salvarme con sartenes como escudos y más atrás Peyton con dos cucharas asesinas haciendo movimientos de ninja. Mamá paró, pero no por la amenaza sino tal vez por lo ridículos que se veían mis amigos de esa forma, ya que se arrojó en la cama a reír como loca.

—Us... us... us... —suspiraba entre carcajadas.

¿Y a esta qué? ¿La poseyó el Rubius?

—¿Se encuentra bien, señora Córdoba? —inquirió Peyton, preocupado.

Mamá asintió secándose las lágrimas. —Ustedes... no... son... normales.

—Habla la ninja de las chancletas —comenté con sarcasmo.

—¡Respeta a tu madre!

—Habla la ninja de las chancletas, con todo el respeto. Te amo.

—Mejor —se irguió de nuevo, mirándome ceñuda—. Pero no pareciera que me amas, niña, porque ni me abrazaste cuando me viste.

—¡Tengo sueño!

—¡Esa no es excusa!

—¡Estaba soñando con Dylan O'brien!
Mamá y las chicas abrieron los ojos.

—¡Eso si es excusa! —señaló Sabrina y Peyton se dio un palmface.

—Mujeres y su obsesión con los Dylan's —resongó—. Mejor me hubiese ido con Amir —dicho esto, dejó la habitación.

—Yo tengo una obsesión con los Peyton's —murmuró Row cuando él ya no pudo escucharla.

Sabrina y yo nos sonreímos mutuamente como la luna de whatsApp.

Mamá, ajena a nuestras miradas, apuntó donde la puerta. —Ese chico es el más anormal de toooodos ustedes.

Reí. Verla ahí me trajo un montón de recuerdos, haciéndome dar cuenta que no la había abrazado aún. Lo hice. Mamá no se sorprendió, es más, murmuró un «me lo esperaba» abrazándome de vuelta. Si, ella es un poquito egocéntrica. No obstante, así la quiero, es mi madre, duh.

Oí a las chicas hacer soniditos, seguro muriéndose de la ternura. Bah, estúpidas. Como si no viesen un momento madre e hija cada día teniendo a Danielle en el set; ella trata de convencer a Rowan para que se deje adoptar. Obvio Row no se deja y cada que la ve se esconde tras nosotras, inútilmente porque la estatura de Sabrina no cubre como que mucho...

Bullying a la miniom forevah.

—Te extrañe demasiado, cielo —mamá me sacó de mis pensamientos (¿por qué siempre me desvío del tema?)—. ¿Como estas? ¿Como te sientes? ¿Ya comiste? ¿Estaba bueno el sueño con Dy...?

—No, no, no, no, madre —la interrumpí anticipándome a una avalancha de preguntas— Aunque el sueño estaba más que bueno (gracias por despertarme, de veras), aquí la que se merece un cuestionario digno de Chicago Fire eres tú. Así que, sin más, vayamos a desayunar porque me muero de ganas por saber qué es lo que hace mi madre aquí sin siquiera avisarme —le reproché, alzando una ceja.

Mamá rodó los ojos mientras daba la vuelta para salir. —No sé por qué me miras así. Ya deberías estar acostumbrada, ¿no? La vez pasada también llegué de la misma manera ¡y gracias a Dios esta vez no te encontré besuqueandote con un guapetón de Disney Channel!... Por cierto —se detuvo y le echó una mirada al lugar— No detecto ningún chillido de niña asustada por aquí. ¿Donde está Corey?

A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}Where stories live. Discover now