Capítulo 6.

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No sabia qué ponerme. No siempre le doy rodeos a estas cosas pero hoy conoceré a los que trabajarán con Corey en su nueva película y quería verme... no, no sé como quiero verme.

¿Fresca, sin mucha ropa? ¿Femenina, me pongo una falda, quizás? ¿Ruda, con una chaqueta de cuero? ¿Vestido o jeans? ¿Por qué ahora pienso en ponerme un vestido? ¿Y por qué no puedo ponerme un vestido? ¿Por qué la gente discrimina los vestidos? ¿Usar vestido me convierte en una
Barbie? ¡No! Pero entonces, ¿por qué me debato entre elegir jeans o un vestido? Tal vez sea porque me gustan los jeans, pero... ¿cual es la diferencia entre un Jean y un vestido? Creo que los jeans están sobrevalorados. O sea, no porque uses un jean en vez de vestido te hace menos femenina. ¿Y por qué quiero ser más femenina? ¿Desde cuando yo, _____ del Mar Córdoba, me considero femenina? ¿Será porque ahora me gustan más los vestidos? No, no me gustan más pero si un poquito... Aguarden, ¿cual era la razón por la estoy debatiendo principalmente?

Últimamente estoy muy indecisa.

Finalmente opté por usar un vestido informal que le tomé "prestado" a Rowan de su armario. Era color gris, con tirantes, cuello redondeado y llegaba hasta encima de las rodilas. Simple. También cogí "prestadas" las botas negras de Sabrina y el collar que Antonella me había "regalado" (aunque ella no lo sabe) el día antes de irse. Me hice una trenza simple de tres cabos y di por finalizada mi apariencia poniéndome rímel.

—Uh, que linda —dijo Bradley, que estaba aquí acompañando a Sabrina. La misma lo miró con una ceja alzada—. No mas linda que mi hermosa y linda, y hermosa y linda novia. —sonrió nerviosamente.

—Así me gusta —la rubia asintió y volvió a comer galletas.

Rowan y Peyton dejaron de ver caricaturas para mirarme unos momentos.

—Bella como una camella —dijo Peyton y yo rodé los ojos con una sonrisa.

—Ese vestido me parece familiar —Rowan entrecerró los suyos hacia mí.

«Es porque es tuyo», pensé, mas no lo dije.

Sabrina se fijo en las botas.

—¡Oye, esas son mis botas! —y luego miró mi cuello—. ¡Y eso es de Antonella!

De repente se escucharan toques en la puerta y una voz gritó: —¡La pizza!
—¡Uh! ¡Salvada por la campana! ¡Adios! —y corrí lo más rápido posible hacia la puerta, lo que ocasionó que casi me llevara a Corey por delante.

—Wow, tranquila, Sarcastichica. Casi me atropellas... de nuevo.

Le dediqué un mirada seria pero se jodió cuando inevitablemente me eché a reír. Cerré la puerta haciéndole caso omiso a los gritos de mis amigas, tomé la muñeca de Corey y lo llevé casi corriendo hasta el ascensor, en el cual se formó un silencio algo incómodo.

Y cómo no, si llevamos casi cinco días sin hablarnos. Ni siquiera por mensaje o cuando vamos a grabar. La gente del estudio ya empieza a sospechar pero nosotros siempre hayamos la manera de cambiar el tema. Sé que soy una estúpida porque a Corey solo le faltas pocos días para irse y yo, en vez de pasar tiempo con él, lo evado y eso está mal, pero ¿que puedo hacer? Todavía estoy molesta por lo que dijo.

Corey se metió las manos en los bolsillos de su jean y se relamió los labios para hablar con la vista clavada en las puertas del elevador.

—Sé que me dijiste que esperara en el ascensor, pero...

—No, no. Si no llegabas seguro me dejaban desnudas esas locas —reí.

Corey hizo una mueca.

—Mierda. Yo siempre apurando las cosas...

A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora