Capítulo 17 [Maratón: Amores clichés, problemas clichés y hermanos no clichés]

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Maratón 4/4:

A mamá le encantó todo lo que tenía que ver con la película; vestuario, peinado, maquillaje, trama, libreto, elenco, personajes, escenas. Quedó totalmente encantada y se emocionó demasiado cuando Alex le dijo que dentro de unas semanas viajaríamos a Washington D.C para firmar algunas escenas. Ella se apuntó de inmediato, junto con Erick, quien no dejaba de fanboylear cuando Debby Ryan hacia alguna que otra toma.

—¡Es Jessie, es Jessie, es Jessie! ¡Es Jessie, Froy, es Jessie! —chillaba.

Era tanto así que no podía contenerse y mamá terminó sacándolo del set con la excusa de salir a tomar un té (debo reclacar que Froy y yo teníamos también nuestros ataques de fan.)

Esa misma noche después de acabar, Froy y Erick nos acompañaron al edificio para ayudarnos a llevar las cosas de mamá para la casa de mi amigo, la cual quedaba a diez minutos del apartento.

—No es el castillo de Disney, pero es aceptable —dijo Erick mientras sacaba las llaves del bolsillo y abría la puerta.

Era una casa tan común que se me hizo raro que personas como Froy y Erick Gutierrez pudiesen vivir aquí. De dos pisos, con paredes color crema y muebles normales a juego, en la primera planta estaba la cocina, la sala-comedor y el baño de visitas. Era grande, algo donde cómodamente podrías hacer una fiesta de unas cincuenta personas solamente en la parte de abajo. Había una escalera donde pasabas al segundo piso, que constaba de tres habitaciones y un segundo baño de visitas.

—Cada habitación tiene su baño privado, por lo que no usamos mucho esos —indicaba Erick a mamá mientras cargaba sus cosas (mamá iba a replicar en cuanto a eso, pero Erick no cedió).

—Excepto cuando pasan una serie que le guste —me susurró Froy—. En ese caso o va al baño mas cercano a la sala o hace pis en una botella de coca-cola vacía.

—Iugh.

—Lo sé, es traumante. Vivo con eso a diario.

Con una mueca en la cara, me detuve justo al momento en que lo hicieron mamá y Erick, delante de una puerta blanca frente a otra. La última indicaba con letras rojas y fluorescentes que aquél era el cuarto de «Froloyolo», otro apodo más que se suma a la lista de Ganso.

—Y aquí es donde dormirás —indicó Erick a mamá, abrió la puerta y esperó a que ella pasara.

—Que caballero —halagó ésta tras entrar y echarle una mirada.

Yo la iba a seguir, pero justo cuando me proponía hacerlo, la caballerosidad de Erick se drenó y terminé besando a la puerta cuando me la cerró en la cara.

—Auch.

—¿Y qué dices, Pato? —preguntó Froy, que se mordía el labio para no reir—. ¿Quien besa mejor?, ¿la puerta o Corey?

Sacándole el dedo, abrí la puerta con una mano y con la misma me sobaba la nariz después. La habitación era normal también, de cuatro paredes color blanco, una cama de una plaza, frente a dos puertas, que seguramente eran el baño y el armario. Mamá miraba por la ventana tras la cama y Erick... bueno, Erick la miraba a ella.

—Tienen una hermosa vista —murmuró mi madre.

—¿Y me lo dices a mí? —suspiró el hombre, posteriormente dándose cuenta de que su hijo y yo estábamos ahí. Sin siquiera sonrojarse pero evidentemente avergonzado, dijo—: Oh, hola. No los vi. Katie, ¿por qué tienes la nariz roja?

Comprobé que mi pokee face fue buena cuando Erick dejó las cosas en la cama, sacó su teléfono y apuntó su cámara hacia mí.

—No te muevas, le enviaré esto a la página de Instagram de Girl Meets World para que le saquen provecho —y tomó la foto.

A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}Where stories live. Discover now