El karma (Maratón parte 2/4)

13 7 0
                                    


-Chicos, mirad detrás de vosotros, ¿qué es eso?-dije agitado.

-Allen, si estás intentando vengarte asustándonos tendrás que hacerlo mejor, anda no te piques tanto, pringado.-dijo Gabriel esta vez.

-¡Cierra el pico y mira eso!-dije intentando que me tomaran en serio, malditos críos.

Parece que por fin me hicieron casos y se giraron a ver qué es lo que pasaba.

-Oh, no, rápido tenemos que irnos, nos han localizado, ese debe de ser un observador.-dijo Gabriel ya más preocupado.

Pero era demasiado tarde, el cielo se estaba poniendo rojo y la criatura que los cuervos estaban intentando atacar por sus instintos los derribó de un manotazo contra un árbol, los cuervos cayeron al suelo sangrando. Por alguna razón solo quería ver si estaban bien. Un viento fantasmagórico me heló la sangre y el cielo se volvió rojo por completo, las nubes se volvieron negras y dejaron de moverse, los otros cuervos que salieron volando asustados por el mal presagio de entre los árboles quedaron detenidos en el tiempo y desaparecieron, estábamos entrando en la dimensión intermedia. El caótico que nos vio era bastante pequeño, debía de medir un metro aproximadamente. Tenía como una cabeza de toro y un cuerpo pequeño de demonio con unas garras afiladas, no me acuerdo de que hayamos dado ese tipo de caótico en clase.

-No se qué clase de demonio es esta.-dijo Gabriel, al parecer estábamos pensando lo msimo.-Pero da igual, tenemos que correr, pronto vendrán más, solo podemos esperar a que los demás se den cuenta y entren en la dimensión intermedia a ayudarnos.

-¡Espera!, ¿y los cuervos?-dije preocupado mirando a los cuervos moribundos que por alguna razón no se quedaron en la dimensión del Universo.-¿Por qué no han desaparecido?

El caótico se estaba acercando a las pequeñas aves como curioso por esa forma de vida que nunca antes pudo ver.

-¡Déjalos, se están muriendo, sus hilos del Destino se están rompiendo y han sido arrastrados a la dimensión intermedia con nosotros, no son más que unos cuervos, al menos están distrayendo al caótico, vámonos mientras podamos!-me gritó Gabriel mientras Xander ya se estaba adelantando.

La voz de la razón me decía que hiciera lo que me decía Gabriel, pues a lo lejos se escuchaban rugidos que solo podían provenir de los caóticos, y seguramente mucho más grandes y peligrosos que el que teníamos delante. Pero no podía, no podía dejar a esos seres allí, así que corrí y le di una patada con todas mis fuerzas al caótico.

-¡Idiota!-me gritó Gabriel pero más adelante se escuchó un grito de Xander-¡Xander!, ¡estás bien?

-¡Ayuda!-se escucharon sus gritos otra vez y Gabriel fue a rescatar a su amigo dejándome a mí solo, pero no tenía miedo, el caótico seguía encontrándose aturdido por el golpe de mi pierna.

Corrí y tomé los cuervos en mis manos esperando que estuvieran bien, sentía sus corazones latir en la palma de mi mano, muy lentamente, pero seguían latiendo. No sabía que hacer, aún no sabía como curarlos, ¿qué necesitaban? ¿Calor? ¿Frío? ¿Qué podía hacer?

Fuego.....agua....fuego....agua...

Cerré los ojos intentando hacer lo que sea con mis poderes para hacer que estuvieran mejor, empecé a sentir mucho calor en mi mano izquierda y mucho frío en mi mano derecha, abrí los ojos y había dos luces potentes en cada una de mis manos, envolviendo a los cuervos, una azul y otra roja. Eso me tomó por sorpresa y casi perdí la concentración así que volví a calmarme, fuera lo fuese que estaba haciendo, estaba funcionando, los latidos de los cuervos se estaban acelerando. Un momento, se estaban acelerando demasiado, los cuervos empezaron a chillar y me entró el pánico al ver que uno de ellos se estaba quemando poco a poco, sus plumas, sus alas, solo quedaban cenizas y el otro se congeló hasta que no quedó más que nieve donde antes estaba él.

Libre del DestinoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz