Choque entre titanes.

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Me di una ducha caliente para relajarme después del esfuerzo que supuso 3 horas de práctica sin parar de la elementia. Me sentía agotado mentalmente pues para nuestros poderes la mente es la clave.
El imbécil rubio seguía rondando por mis pensamientos, llevaba apenas un día allí y ya había hecho un enemigo.
-Oh bueno, no debería preocuparme tanto, no me gusta estar de malas con nadie pero él se lo ha buscado.-me dije a mi mismo, cuando esté listo me encargaré de darle su duelo.
Después de secarme y vestirme fui rápidamente al despacho del viejo, digo del director Mavis. Después de unos 20 pasillos y esquinas equivocadas conseguí llegar delante de su puerta dorada. Llamé y la voz del director se oyó diciéndome que entrara. Abrí la puerta y Mavis ya se levantaba de su escritorio e iba hacia mí.
-Vamos pues, sígueme.-me pidió.-Vamos a observar como trabaja la clase X12 en este momento. Están teniendo una clase de control práctico básico de la elementia, lo que viene a ser simplemente probar lo que puedes hacer y mejorarlo.
Yo le seguí otra vez por los infinitos pasillos y salimos al exterior, nos encontrábamos en el patio, después pasamos por una especie de salida que había en un lado de éste y acabamos en una especie de coliseo romano, unas gradas dispuestas de forma circular alrededor de un campo que tenía dianas para practicar la puntería, pozos llenos de agua y muñecos con formas de caóticos que supuse que era también para entrenar. En el estadio había bastantes elementalistas lanzando llamaradas, proyectiles de roca o trozos de hielo afilado por allí y por allá, parecía que en cualquier momento podría aparecer una cabeza volando desprendida de su cuerpo. Era increíble verlos dándolo todo, me daban ganas de entrenar más. Algunos utilizaban los muñecos y las dianas y otros practicaban entre ellos pero evitaban dañarse directamente, simplemente colisionaban sus poderes.

-Ah, ahí está mi nieto, vamos, me gustaría que le conozcas, tiene tu misma edad y aunque consiguió sus poderes hace nada más que ocho meses demostró ser un prodigio pues ya tiene total control sobre sus poderes de leto. Algún día tendrá que tomar mi puesto así que es lo que se espera de él.-me contó Mavis.

Así que tenía un nieto que le tendrá que suceder en el puesto, pero me pregunto por qué no son sus padres los que toman el cargo...

-Ah, Gabriel veo que ya estás aquí.-miré al chico al que le hablaba el director y me quedé estupefacto mientras él se acercaba con la misma expresión de socarronería de antes.-Acércate, voy a dejar a Allen a tu cuidado, yo tengo otros asuntos que atender, cuida de que no se haga daño pero podéis practicar juntos si queréis, confío en que tendrás cuidado.-sentenció el anciano y se fue.

Yo me giré hacia él y vi que me miraba mal.

'Gabriel eh... para tener un nombre de santo parecía un demonio a veces'.-pensé en mi cabeza.

-¡¿Tú eres el nieto del director?!- le pregunté medio gritando aunque ya sabía la respuesta.

Me resultaba chocante pero empecé a notar los parecidos, sus ojos eran del mismo tono azul y sus facciones faciales eran similares.

-El mismo, mi abuelo es el elementalista más poderoso que hay en la actualidad y yo seguiré con su legado. Yo que tu tendría cuidado de con quién te metes.-dijo con una sonrisa burlona de superioridad.

Su descendencia ya ni me importaba, ese chico se merecía una buena bofetada, es igual que los niños ricos del mundo normal, sintiéndose superiores por el dinero o poder de sus padres. En este caso su abuelo, que a diferencia de él era una persona agradable y sabía cómo tratar con las personas.

Él empezó a andar y yo le seguí. Nos paramos en un sitio donde había poca gente, era un espacio abierto de aquel Coliseo.

-¿Qué te parece si practicamos un poco, novato?-dijo con su típica sonrisa maliciosa que me decía que iba a ser de todo menos una práctica amistosa.

Libre del DestinoWhere stories live. Discover now