Días de Escuela

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Al día siguiente estaba agotado. Me quedé como unas 8 horas trabajando en mi nuevo equipamiento, pensar las ideas era fácil pero luego crearlo todo con elementia me costó muchísimo, me tuve que tomar 3 batidos de esos energéticos que el director no quiere decirme de qué están hechos. Al parecer le sorprendió lo mucho que tardaba pues la mayoría iban por el modelo sencillo pero yo no me podía reducir a eso, teniendo tanto poder y desperdiciarlo en un simple traje me parecía casi un insulto. Estaba muy satisfecho con mis creaciones, (para los que os hayáis saltado los especiales informativos anteriores, en el segundo pongo de qué trata la armadura y el arma del protagonista) pero creo que iba a necesitar un tiempo para acostumbrarme a ellas, sólo me las puse una vez tras crearlas y esperaba que fueran a funcionar tal y como las programé.

-¡Ey! ¿Estás despierto?-una cara conocida se me acercó mientras yo seguía absorto en mis pensamientos tumbado en mi cama-Ayer debiste de haber llegado cuando yo ya estaba dormido. ¡Tíiiiiio, nos lo han contado! ¡Tengo al Creátor a menos de un metro de mí! ¿Puedo tocarte?

-Andrés, por favor cálmate. Sigo siendo yo, no te rayes.-dije aguantándome unas risillas pues la forma de comportarse del kisar era bastante cómica.-Ni que fuera una celebridad.

-Es increíble que no te des cuenta, eres mucho más que una celebridad, o sea, todos aquí somos relativamente nuevos a este mundo pero ya nos han contado lo que eres y lo que eres capaz de hacer. Eres como la persona más preciada del mundo ahora, y el 99% de la población sin siquiera saberlo.

-Estás exagerando.-le dije.-no soy más que un elementalista, como tú solo que...puedo hacer más cosas. Tampoco es para tanto...al menos por ahora. Mis poderes tardarán varios años en desarrollarse completamente así que puedes relajarte conmigo por ahora.

La expresión del chico demostraba su contrariedad pero parecía conforme con ello.

-A mi no me importaría pero tendrías que explicarle eso al resto de los alumnos, tendrías que haberlos visto cuando se enteraron. Creo que toda la Academia grito ''¡QUÉEE!'' cuando se enteraron porque se oyó en todas las clases cuando los profesores lo anunciaron.

-Tío, me estás asustando, ¿sabes? Casi tengo miedo de salir de mi habitación.-dije ligeramente nervioso.

-¿No va a ser tu habitación por mucho tiempo, no? ¿Qué puntuación sacaste en la prueba de poder? -preguntó el con la decepción notándosele en la mirada.

-52370, pero aún no se qué hacer con eso, el director Mavis dijo que me asesoraría con ello esta tarde.

-Eso es como 15 veces más de lo que saqué yo, pero sinceramente me esperaba más, esa puntuación la tienen algunos de cursos superiores actualmente así que supongo que tenías razón, eres bastante normal por ahora, dentro de lo que cabe.

-Jaja, eso espero.-dije y empecé a levantarme de la cama y a vestirme y prepararme para el resto del día.

Me terminé de preparar  y salí al pasillo en dirección a mi clase, el director me dijo ayer que ya me había asignado a la misma clase que su nieto. ''Bieeeeeen, ¡qué divertido va a ser! Nótese el sarcasmo.'' De esta forma según él Gabriel me podrá tener vigilado y protegerme en caso de que sea necesario, como si yo necesitara protección por parte de ese perdedor.

De todas formas, metido en mis pensamientos e ignorando a la gente que me miraba por los pasillos llegué frente a la puerta de mi clase, se oían voces en el interior por lo que supuse que había llegado entre los últimos. Contemplando si debería entrar o no siento una mano en mi hombro y una voz a mis espaldas que me dice:

-¿Vas a quedarte todo el día mirando esa puerta de metal?-me giré y vi a mi ''rival''. Su expresión mostraba indiferencia lo cual me sorprendió debido a las miradas de desprecio que me suele dar.-No vas a aprender nada haciendo eso, a menos que intentes hacer alguna especie de estudio kisar sobre como manipular los metales.

Libre del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora