Y mi presencia se empieza a notar...

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Estaba en el patio sobre una especie de podio. Estaba muy nervioso pero intentaba aparentar seguridad mientras miraba a todos los jóvenes que me observaban delante de mí.

-*Ajem, ajem* Alumnos, os he llamado a todos para que saludéis al nuevo alumno, es el primero que conseguimos rescatar en la última semana y ha resultado ser bastante especial pues como sabéis rescató a Isídor y Vera.-empezó a hablar el director  y enseguida se empezaron a escuchar murmullos entre los alumnos.

Los miré a todos y parecían jodidos modelos, ¿es que hay magia para hacer que la gente esté buena o qué?

-También resulta que es un híbrido leto-vaten pero por favor tratadlo como a un alumno más y no sean maliciosos.-al decir esto el director frunció el ceño lo que me preocupó un poco.

¿Cómo eran esos jóvenes? Seguramente todos eran muy poderosos, y yo apenas sabía hacer un par de cosas. ¿De verdad podría alcanzar el nivel que se espera de mí?

-Bien, ahora señorito Allen, ¿quiere decirle algo a sus compañeros?

-Emm, yo, esto-estoy encantado de poder estar aquí con vosotros y tener la oportunidad de conoceros a vosotros y a vuestro increíble mundo.-dije temblando, maldito director, ¿por qué tenía que hacerme hablar delante de todos?-Espero que nos llevemos todos bien.

Ante esto se oyeron algunas risitas entre el público, me pregunto si lo de llevarnos todos bien les hace gracia.

-Bien, eso es todo, podéis retiraros a vuestras clases.-dijo el director y enseguida los alumnos se fueron yendo hacia sus clases respectivas entre más murmullo.-De momento tenemos que instalarte en la Academia, Allen, luego ya tendrás tiempo para socializar. Bien, voy a enseñarte tu habitación temporaria que tendrás hasta que te hagamos la prueba de poder, que con suerte será mañana.

Le seguí por más pasillos hasta llegar a una puerta en la que ponía #255. El profesor abrió la puerta y vi dos camas dentro y un baño. En el suelo ya había algo de ropa tirada y la cama estaba deshecha.

-Vaya, te ha tocado estar con un elementalista bastante desordenado, aunque a esta edad casi todos son así pero tranquilo, seguro que en tu caso será solo temporal.

Yo asentí y entré en la habitación, me fijé en que mi maleta ya estaba sobre la otra cama.

-Bien, aquí tienes la llave.-dijo Mavis y me dio una pulsera azul turquesa.-Solo tienes que sujetarla en alto delante de la puerta y el cerrojo se abrirá. Podrás venir a descansar más tarde, pues seguro que estás cansado después del largo viaje hasta aquí, pero de momento vayamos a la enfermería.

Llegamos delante de una puerta blanca con el símbolo de la vara de Asclepio pintado encima. Entramos dentro y vi las decenas de camas extendidas a lo largo en la enorme estancia, supongo que recibían heridos muy a menudo...genial. Todas las camas estaban rodeadas por unas cortinas pero en algunas podía ver que tenían a algunos jóvenes reposando llenos de vendas. Tras andar durante un largo rato nos paramos delante de una cama. Mavis apartó las cortinas y vi a Vera concentrada en algún juego de la Nintendo.

-¡Nooo! He perdido.-dijo y dejó caer su consola sobre la cama.

-*Ajem* ¡Vera! ¿Qué haces? Deberías estar descansando, ¿quién te ha dado eso?-dijo Mavis notablemente molesto.

-Vamooooos, si ya estoy bien, ¿por qué me sigues teniendo encerrada aquí? No hago más que aburrirme, por eso le pedí a Mariette que me trajera algo para entretenerme. No hace falta que te pongas así.-dijo Vera con cara despreocupada, pero claramente seguía con el rostro pálido y tenía ojeras. Luego giró su mirada hacia mí y gritó.-¡Allen! Pero si ya estás aquí.-saltó de la cama y me dio un abrazo.-Gracias, me han contado lo que hiciste, nos has salvado. Pero...perdón por no haber sido capaz de protegerte como es debido.-dijo bajando su mirada.

Libre del DestinoWhere stories live. Discover now