Capítulo 14

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Evolet.

- ¡KROUS!, te necesitan en la enfermería- pero qué manera de despertar a la gente joder.

Se abre la puerta de mi celda y una custodia me está esperando afuera, como si no pudiera ir yo sola.

-Apúrate que no tengo todo tu tiempo.

Salgo medio adormilada y me dirijo a la enfermería con la custodia pisándome los talones, parece más mi niñera que una simple custodia, ella siempre me acompaña a donde tengo que ir y también he notado que en donde quiera que esté está siempre ella mirándome con esos ojos que parecen sacados de la peor película de terror y ahora que recuerdo ella fue quien me dio la paliza de mi vida el día que llegué, que extraño, bueno a lo mejor son alucinaciones mías.

-Me ordenaron que te dijera que tu madre no ha llamado, pero sí un tal Kaesy, te llamo el día que estabas en la celda de castigo.

-Gracias por decírmelo - le digo sin voltear a verla, pobre de Kaesy ha de estar que no pueden ni con su alma por no saber nada de mí desde el día de la audiencia, como me gustaría poder verlo en estos momentos necesito contarle mis cosas para poder desahogarme, poderle pedir opinión acerca de lo que me dijo Nisha antes de irse ya que no he podido sacarme de la cabeza lo que me dijo ¿qué quiso decir con que soy muy especial? ¿Qué hay de especial en mí? "serán palabras sin sentido, no hay nada de especial en mi" me eh repetido una y otra vez desde que ella me dijo que había algo dentro de mí que me hace especial y ¿a qué se refería con que muy pronto lo sabré? carajo si sigo así dándole vueltas al asunto voy a terminar licuándome el cerebro o dándome un tiro.

Llegamos a la enfermería más rápido de lo que imaginaba, llamó a la puerta, doy dos pasos atrás por costumbre ya que así me enseñó mi madre que así debe de ser e instantes después sale Anna.

- Puede pasar señorita krous.

-Gracias por traerme, supongo que ya cumpliste con tu orden, yo puedo entrar sola-le digo a la custodia viéndola directamente a los ojos ya que estaba a muy poca distancia a lado mío.

-Hoy no será, tengo órdenes expresas de entrar contigo.

Mierda ¿Ni aquí puedo estar lejos de la vista de ella? Por cristo.

Me resigno a la idea de entrar con mi niñera a la enfermería y entró con ella pegada a mi espalda, esto va ser verdaderamente incómodo.

-Señorita krous que gusto tenerla aquí de nuevo- me dice la doctora desde su escritorio. Sí claro, cómo no, aquí está su rata de laboratorio.

-Será otro chequeo como el que te hicimos el día que llegaste- me dice Anna mirando al suelo, que extraño y eso que apenas llevo 3 días aquí no un mes, maldición.

-Claro.

-Comenzaremos con los exámenes de rutina, pero antes de empezar- se queda pensando unos momentos la doctora y luego agrega- ¿Has sentido una molestia o algo fuera de lo normal?

-Solamente algunas veces me dan mareos momentáneos y mucha sed.

Alcanzó a escuchar que la custodia dice algo como "¿tan rápido?", siendo sincera conmigo misma también he notado que me como todo lo que me dan sin importar que sea, pero eso no se lo voy a decir a la doctora, creo yo no tiene mucha importancia.

-Muy bien, entonces manos a la obra- le dice la doctora a Anna con una felicidad que estoy comenzando a cuestionarme muy seriamente si en verdad soy su rata de laboratorio.

Estoy en mi celda acostada después de pasar una eternidad en la enfermería, me pesaron, midieron tomaron muestras de sangre, glucosa, checaron otra vez mi estado motriz, mis ojos, oídos, boca, bueno ¿que no me hicieron?; estoy tratando de recordar qué tanto más me hicieron y en eso llega Payne con una cara de preocupación que no puede con ella.

- ¿Qué tienes Evolet? ¿Estás bien?

-No tengo nada y estoy muy bien.

-Entonces, ¿Por qué te llevaron a la enfermería tan temprano y apenas acabas de llegar?

-Me hicieron otro chequeo de rutina, no tienes de que preocuparte Payne- le digo mirándola a los ojos para que me crea porque a pesar de que llevamos muy poco conociéndonos, cuando me separó un momento de ella se preocupa tanto como si yo fuera su hermana pequeña.

-Que susto de muerte me diste Evolet, estaba muy preocupada por ti-termina de decirme eso y me abraza como si su vida dependiera de ello.

-Payne no puedo respirar- digo con un hilo de voz.

-Lo lamento, es sólo que estaba muy nerviosa por no saber nada de ti, no sé qué voy a hacer cuando te vallas de aquí- me dice viendo al suelo.

Lo cierto es que ni yo sabía que iba a salir más rápido de lo que me imaginaba.

Alas de ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora