Pizzas y problemas

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Curi tomó tres de las cajas de pizza con una mano y bajó del auto.

—Vamos abejita —me dijo antes de cerrar la puerta por fuera. Me llamaba abejita cuando estaba distraída porque decía que andaba zumbando por ahí. En verdad no estaba distraída, sino aturdida.

El temblor de mis manos, que no se había detenido del todo, se intensificó. Tomé las dos cajas que quedaban y bajé con miedo de echarlas al suelo.

Cerré el auto y me acerqué al grupo con cuidado. Los dos chicos se estaban pasando la mano y saludando.

—Hola Jackie, déjame llevar eso —Ethan se acercó a mí y tomó las cajas de mi mano, para mi alivio.

—Gracias —susurré. Por alguna razón me sentía algo tímida. ¿Tímida yo? ¿Qué había hecho Ethan conmigo?

Subimos al departamento y los demás chicos hicieron vítores cuando se colocaron las cajas de pizza sobre la mesita.

Jacob se lanzó a devorar sin dudar, igual que Trevor y Trisha. Curi invitó a Ethan a tomar asiento y unas cervezas, así que él tomó una lata y se sentó a mi lado en el sofá.

Nery corrió a mi regazo y me habló al oído.

—Tía Jackie, ¿quién es este señor? —susurró.

Sonreí. —No es un señor, tiene poco más de mi edad —le dije. Ella acostumbraba llamar "señor o señora" a todo el que no conociera bien.

—¿Es tu novio? —preguntó en voz alta, ilusionada.

Debí ponerme roja como un tomate, porque algunos de ellos rieron a carcajadas, incluyendo a Ethan.

—No hagas pasar vergüenza a la gente —la corrigió Trevor.

—Está bien, Trevor. No te preocupes por eso —le dije pero sentía aún el bochorno, sumado al hecho de que la mirada de Ethan estaba posada en mí.

—¿Cómo te llamas, linda? —le preguntó él de repente.

—Nery —contestó ella con timidez.

—Pues déjame decirte una cosa, Nery —le dijo con dulzura. —No soy el novio de Jackie pero, ¿te cuento un secreto? Pronto lo seré.

Eso fue más de lo que mi rostro pudo soportar. Sentí arder las mejillas hasta el punto que me quemaron.

—¡Ethan! —reproché y todos volvieron a reír.

—Aún no he dado mi aprobación para que eso suceda —bromeó Curi, al menos consiguió aliviar un poco la situación. Yo me sentía con ganas de taparme la cara con el cojín de Chewbacca que estaba a mi costado.

—Iré a preparar algunos tragos —dije como excusa para retirarme y me dirigí a la cocina.

—Haz algo de caipiroska —escuché decir a Trisha antes de ingresar.

La cocina era como una continuación de la sala, porque en realidad sólo estaba dividida por una pared, pero en vez de puerta tenía un espacio vacío. De hecho, el departamento entero estaba casi todo integrado, las áreas se separaban solo con algunas paredes o media pared en algunos casos. Solamente la pieza de Curi estaba alejada del resto de habitaciones y separada por un pequeño pasillo.

Me agradaba ese departamento, hacía tiempo que Curi se mudó a vivir ahí y lo sentía como mi segundo hogar. Incluso me había quedado a dormir algunas veces, lo hice por primera vez unas dos semanas después del accidente de mis padres. Me había costado mucho dormir en esos días y supuse que cambiar de ambiente me haría bien.

Casa NO en venta (completa✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora