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Jimin's Pov

Definitivamente no era mi día de suerte. Tomé mis cosas y miré por la ventana. Estaban lloviendo perros y gatos afuera, y yo no llevaba mi paraguas.

—¿Jiminnie? —Escuché una voz detrás de mí.

—Hola, Taehyung —saludé, mirando a uno de mis amigos más cercanos.

—¡Hola! ¿Qué haces aún aquí? El estudio se cerrará en unos minutos.

—Está lloviendo mucho afuera, y olvidé mi paraguas.

—Oh... Pero, ven conmigo, yo tengo uno y es lo suficientemente grande para cubrirnos a los dos —dijo Tae, sacando un paraguas de su casillero.

—Whoa, me salvaste la vida, Tae —le respondí, a lo que él sonrió.

—Claro, siempre lo hago. Bien, ¡vamos!

Comenzamos a caminar bajo el paraguas.

Una vez afuera nos dimos cuenta de que ya estaba oscuro, pues era tarde y el cielo estaba muy nublado. Daban alrededor de las seis y media, así que ya era tiempo de que saliera del estudio. Mientras caminábamos, Taehyung y yo hablábamos sobre cosas triviales, como siempre lo hacíamos.

—La cosa es que estaban estos chicos guapos y calientes caminando el otro día, y yo estaba como "¡Dios! Esos dos están muy buenos", y entonces, ¡uno de ellos me miró, y sonrió! Casi morí.

—Tae, eres una perra. ¿Es en serio? ¿Coquetear con dos a la vez? —Mi amigo puso mala cara al escucharme decir aquello.

—¡Oye! Digo... Es que esos dos en verdad estaban muy buenos. Es más, si fueran pareja, no me importaría salir con ambos— dijo orgullosamente, y yo negué con la cabeza.

—Eso es demasiado...

—No, Jiminnie, no es demasiado si es amor verdad- ¡uhg! —Taehyung no pudo terminar de hablar, pues algo lo había hecho caer al suelo, botando el paraguas lejos de sí.

—¡Taehyung! ¿¡Estás bien!? ¡Ta-! ¡Hmp!– Y yo tampoco pude terminar mi frase. 

De un momento a otro, una tela se encontraba cubriendo mi boca y nariz.

–Cállate, no te preocupes que no mataremos a tu amigo– dijo alguien detrás de mí mientras yo miraba a Tae. Intenté decirle que lo sentía, pero pronto fui consumido por la oscuridad.


.     ·    .    •    .    ·     . 

No supe qué pasó, pero cuando desperté, no podía ver nada. Estaba atado y con los ojos vendados. Intenté soltar las amarras, pero estaban demasiado bien amarradas.

—¡Eh!, parece que el mocoso despertó —una voz desconocida se acercaba hacia mí, podía escuchar sus pasos.

—¡¿Quién eres?! —pregunté.

—¿Quién soy? Mh, eso a ti no te incumbe. ¡Oye, "X", pásame el cuchillo!

—Sí, jefe— le respondió otra voz.

Entonces sentí que alguien me quitaba la venda de los ojos, y por fin pude mirar a mi alrededor, aunque veía todo muy borroso. Cuando logré enfocar mi vista, inmediatamente solté un jadeo, pues pude reconocer aquel lugar: el mismo donde me había traído el hombre con la máscara de conejo.

Logré ver a dos personas, también con extrañas máscaras cubriendo sus rostros, o más bien parte de ellos, porque podía ver sus ojos ya que sólo se cubrían la nariz y la boca. Uno era alto y delgado, y el otro era bajo y macizo. Ambos tenían cabello oscuro, y podía jurar que no los había visto jamás en mi vida.

—Entonces, ¿está todo listo? —preguntó el más alto.

—Sí jefe, el superior dijo que podíamos matarlo en cualquier momento— le respondió el bajo. Yo intenté llegar a mi bolsillo, pero me detuvo la oración del más alto.

—¿Acaso buscas esto? —Levantó sus manos agitando mi navaja—. Eres asunto serio, ¿eh? Esposas, navajas, e incluso aerosol de pimienta en tu mochila y bolsillos...

—Uh, qué sucio. —El más alto rápidamente le golpeó la cabeza al otro pervertido.

—¿En serio piensas en eso? ¿Tan estúpido eres? —Rodó sus ojos y luego se dirigió a mí—. Como sea, lo siento por tener que capturarte, chico, pero necesitamos eliminarte para así poder quedarnos con el dinero. —Comenzó a acercarse. Yo intenté zafarme de las ataduras, pero no pude.  Él idiota se burlaba de mi reacción mientras balanceaba el cuchillo en su mano—. No puedes salir de ésta chico, ya estás muerto —dijo aquello, antes de comenzar a reír fuertemente.

—¡Ya lo tienes, jefe! ¡Acábalo!

Miré a mi alrededor desesperado por encontrar algo, simplemente cualquier cosa que me ayudara a escapar. El hombre estaba a punto de apuñalarme, pero se detuvo.
Todos nos quedamos quietos al escuchar ruidos, ruidos que parecían ser pasos.
Y de pronto, la única puerta del lugar se abrió de golpe. 

Mi respiración se volvió irregular al mirar aquella máscara tan familiar.

—Tú de n-nuevo...—murmuré.

—¡Ah! Así que tú eres el chico conejo —dijo el más bajo.

—Nuevamente, prefiero el término "artista", por cierto —le respondió mientras entraba al edificio.

—¡¿Qué haces tú aquí?!— le preguntó muy enojado el otro.

¿Que qué hago aquí? Oh, pues... Vine a buscar a mi presa. No puedo dejar que alguien más lo mate ahora, después de todo, él es mío dijo felizmente aquel chico enmascarado.

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Run, pretty boy ✙Kookmin fanfic 국민Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ