Capitulo 12

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La semana paso normal, Nadia como siempre preguntando por Carlos, a lo que contestaba siempre, o casi siempre, había otras cosas que prefería guardafrmelas para mi misma. Aunque eso si, las largas charls sobre lo mucho que quería a Alan y la grandiosa relacion que estaban llevando no hivieron falta; me alegraba que mi amiga estuviera llevando una relacion tan hermosa, me daba gusto que por fin había encontrado a alguien con quien no importaba como fuera, él siempre estaría para ella.

Todo había estado muy bien, pero con la llegada del fin de semana mis animos fueron decayendo poco a poco y eso Nadia lo estaba notando. ¿La razón por la que estoy así?, facil, era el día en el que reciví aquella llamada, en la que me dijeron que mis padres, aquellos que me cuidaron toda la vida, ya no iban a regresar a casa jamás.

-¿Qué te pasa?- preguntó Nadia al verme, sentandose junto a mi en  la mesa donde estaba.

-Por lo de mañana- respondí yo, sabiendo que me entendería, al fin y al cabo ella sabía perfectamente lo que había pasado y cuando.

-¿Cómo esta Adam?

-Le hizo una carta a mis padres, con mi ayuda claro, todavía no sabe escribir pero les hizo un dibujo muy hermoso.

-¿Y tú?

-Igual que siempre, extrañandolos.

-¿Qué les harás este año?

-No tengo ni la mas minima idea, siempre les escribo algo, solo que este año no se que escribir o que contarles.

-El año pasado les contaste que eras una de las mejores en la escuela, este no se, podrías contarles sobre Carlos, ¿Qué te parece?

-Mala idea, creo que mi padre resucitará al saber que tengo novio.

-No, eso no es posible, aparte que tú papá era un hombre muy bueno como para enojarse por algo así.

-Me alegra que tengas ese recuerdo de mi padre, pero aun así, no se como decirselos, me hubiera encantado que estuvieran aqui para decirselos por mi misma.

-Se que para ti eso es lo mejor amiga, pero así son las cosas y no las podemos cambiar, además, eres muy buena escribiendo, cuentacelos como si fuera una historia, como se las cuentas a Adam.

-¿Sabes?, tienes razón, eso haré.

-Siempre tengo la razón amiga- dijo acomodando su largo cabello detrás de su hombro, provocando risas de ambas y el impulso de dee darnos un caluroso abrazo, que no hizo mas que hacer que me de cuenta que todavía hay personas que me quieren.

Seguimos platicando de muchas cosas más, hasta que la campana sonó y cada una tuvo que volver a su salón. Me sentía mejor, nada como recargar tus energías con tu mejor amga.

....

Al llegar al trabajo, mi tía nos puso a Carlos y a mi con los niños de 1 a 5 años. Jugamos un rato con ellos y yo les canté un poco, siempre tratando de que estuvieran entretenidos y tuvieran el cuidado que necesitaban. Cuando finalmente se fue el último niño y términamos de limpiar todo lo ocurrido en el día, Carlos me llevó a mi casa y antes de bajarme me preguntó:

-¿Quieres ir a mi casa mañana?

-No puedo tengo un compromiso- dije algo apenada y con un poco de triztesa, quería pasar tiempo con el, pero esto era algo de lo que me tenía que ocupar.

-¿Necesitas que te acompañe?

-Es algo que Adam y yo hacemos todos los años desde que mis padres murieron, me encantaría que nos acompañes, pero es mejor para todos que se quede como este.

Gracias a su muerte te encontre  Where stories live. Discover now