Capitulo 9

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Al siguiente día seguí con mi rutina y levante a Adam, todavía no sabía que iba a salir con Carlos, así que tenía pensado decirle ahorita, aunque no sabía como iba a reaccionar, como Brenda iban a cuidar de él, ya que como le dije a mi compañera de trabajo, a Adam no le cae para nada bien esa muchacha.

-Adam, tengo una pregunta- le dije mientras caminábamos, camino a la escuela.

-¿Que pasa ita?

-¿Te gustaría pasar la tarde en casa de Brenda y su esposo?

-¿Quién es Brenda?

-La muchacha que cenó con nosotros en la casa de Carlos, ¿Recuerdas?

-Creo que sí, ¿Porque quieres que este con ellos?

-Carlos me invito a tomar un café y me dijo que Brenda podía cuidar de ti- me miro un momento y después asintió y dijo:

-Esta bien, quiero tener un hermano mayor, pero dile que ya no me diga niño- sonreí, a este niño siempre se le ocurren tantas cosas.

-Eres maravilloso hermano, nos vemos más tarde- dije dándole un gran abrazo, para luego despedirme de él, y que mi tío me llevara a la escuela.

Al llegar Nadia estaba hablando con Alan, pero cuando me baje del auto me hablo para que me acercara.

-Hola Ana, ¿Alan nos podrías dejar un momento a solas?, necesito hablar con Ana un momento- dijo ella mirando con inocencia a su novio, el asintió y se despidió diciendo.

-Nos vemos en el salón- dijo dándole un beso a su novia.

-Tienes que contarme, te vi subiéndote en el auto de alguien más, y no era el de tu tío-Empezó a decir ella cuando su novio se alejó, creo que no pudo esperar más esta loca.

-Era el de Carlos- dije sin darle mucha importancia.

-no es cierto, ahh- grito de la emoción, sonó el timbre y nos dirigimos cada quien a su salón, no sin antes prometer contarle todo más tarde.

....

Ya en el receso, se acerco a mi y empezó a hacerme un millón de preguntas sobre lo ocurrido en la mañana.

-¿Que te dijo?, ¿Te pidió perdón?, ¿Te invito a salir?, ¿Aceptaste?, ¿Cuando es la boda?, ¿Seré la madrina de su hija?.

-So mucho, si, si, si, no tengo idea si me casare y si llego a tener algún hijo o hija claro que seras la madrina.

-Envidio tu capacidad para responder varias preguntas a la vez, eres genial.

-Por eso soy mas inteligente que tú, además que no es tan difícil, solo memoriza las preguntas y listo.

-Eres mala.

-Lo se, me lo has dicho muchas veces- Ambas reímos, una gran broma que no se ha perdido a lo largo de nuestra amistad.

-Bueno bueno- dijo cuando nos tranquilizamos un poco, y con una mirada picara continuó- ¿Cuando es su cita?

-El sábado.

-¿Y Adam?

-Su hermana lo va a cuidar.

-Ah, entonces confías en una persona que ni conoces y yo que soy tu mejor amiga no me lo dejas ni cinco minutos.

-Si la conozco, además Adam también la conoce.

-Y la quiere mas que a mi.

-Ella no le da miedo.

-¿Sigue traumado?

-Tenia dos años cuando llegaste a mi casa toda borracha, ¿Como no va a seguir traumado?

-Lo siento.

-No pasa nada.

Luego de eso, me dijo que ella iría a mi casa para arreglarme para la cita del sábado, platicamos acerca de los exámenes finales y de que ya nos faltaban dos años para salir, me platico cosas de Alan toco el timbre y nos fuimos cada quien a su salón.

....

Estaba dormida cuando escuche que tocaron la puerta, extrañaba dormir hasta tarde en un sábado, además, mi cita era hasta las 5, pero al ver que era insistente decidí ir a abrir la puerta. Era la persona que me iba a dar una buena clase sobre las citas: Nadia

-No puedo creer que sigas dormida, ya van a ser las doce.

-Es mi primer sábado normal, desde que mis padres murieron, además, no descanso en toda la semana.

-Bueno dejame pasar, que tengo muchas cosas que hacer.

Terminado de decir eso, le abrí la puerta y ella empezó a hacer su magia, no sin antes empezar a decirme una lista de cosas que hacer y no hacer en una cita.

....

Me puse un vestido que mis padres me habían regalado antes de su muerte, era celeste y me quedaba un poco arriba de la rodilla, ya había olvidado como se sentía usar vestido, ya que desde que mis padres murieron, tuve que trabajar y bueno, ni en la escuela ni en el trabajo me dejaban usar vestido.

Nadia me maquilló, era simple, pero elegante, Carlos y yo acordamos que Brenda y su esposo cuidarían a Adam en mi casa, así no me preocupaba por tener que ir a recogerlo.

Nadia se fue para que cuando Carlos llegara, ella no estubiera aqui y pudiéramos irnos tranquilos, cambie a Adam y le dije que se comportara, en eso tocaron la puerta, al abrirla me encontré con un Carlos mas guapo de lo normal, y a Brenda agarrada de la mano de su esposo.

-Hola.

-Estas preciosa- hizo que me ruborizara.

-Tu también estas muy guapo.

-¿Donde esta Adam?- preguntó su hermana, regresandonos a ambos a la realidad.

-Oh si, pasen, ¡Adam ven!

-Hola pequeño.

-Saluda Adam.

-Hola-dijo tratando de esconderse detrás de mi

Deje que Brenda y su esposo pasaran, en cuanto cerré la puerta pude escuchar las risas de Adam, el cual, había agarrado bastante confianza con el esposo de Brenda.

....

Carlos me llevo a un lugar que habia abierto hace poco, era un lugar hermoso y varios tipos de comida.

Pedimos cada quien, y nos sentamos en una mesa.

-No tengo idea por donde empezar, hace mucho que no salgo con alguien- Dijo él.

-Yo, pues, es mi primera cita, así que, no se que se hace en una.

-Pues, cuentame algo divertido que te haya pasado.

-Dejame pensar... Ya se, fue un día que estaba en la secundaria, en ese entonces Nadia y yo nos juntábamos con un niño, el y Nadia siempre apostaban, esa apuesta fue muy divertida, ya que el la perdió, así que tenia que pedir permiso para decir algo en una asamblea, y lo hizo.

-¿Que dijo?

-Tenia que confesarle su amor a la chica que le gustaba, estaba muy nervioso, así que empezó a tartamudear, pero al final, se formo una bonita pareja, ya no hablo mucho con el, ya que iba en otra prepa y estudia en otra universidad.

Después el me contó de una ves que fue a ver una película con sus amigos, y se andaban muriendo de miedo.

Hablamos de nuestros pasatiempos favoritos, nuestros gustos, del futuro de Adam, lo que estudiábamos, el estudia medicina, fue divertido, para ser mi primera cita, no estuvo mal.

Cuando anochesio me llevo a casa, para recoger a su hermana y esposo, Adam ya estaba dormido, así que en cuanto se fueron me acosté a un lado de el, lo abrace y empecé a llorar, era lo único que me quedaba y si quería casarme tiene que ser con alguien que este dispuesto a cuidar de el, y creó que lo he encontrado, solo falta que Adam acepte a esa persona.

Gracias a su muerte te encontre  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora