Capitulo 8

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El lunes, seguí con mi rutina de la mañana, pero, al llegar a la escuela tenia a una muy preocupada y enojada Nada esperándome.

-¿Qué rayos te paso?, te levantaste así por nomas, y cuando llego a tu salón estas tirada en una esquina llorando

-Nadia no es nada, solo, mi cabeza esta echa un lío, solo quiero estar sola

-de eso nada, cuando nos hicimos amigas te dije que jamas te abandonaría, ¿Qué te pasa?

-es que, tu vida es perfecta, yo tengo que trabajar, estudiar, criar a un niño y lidiar con el amor, mientras que tu sólo estudias y lidias con el amor

Me abrazó, agradecí tanto su abrazo, ya que con el me olvidaba de todo, nuestra amistad surgió de un abrazo, así que cada vez que alguna de las dos estaba pasando por momentos difíciles nos abrazavamos y así curabamos todos nuestros males.

-Ana, ¿Qué es lo que te preocupa?

-enamorarme

-¿Por?

-no me quiero enamorar

-el amor es lo mejor que te puede pasar

-pero y si me enamoro y esa persona luego me traiciona, no podría cuidar de Adam- dije empezando a sollozar, con solo imaginar que podría causarle dolor a Adam, me ponía mal

-eso es, con Adam a tu lado, podrás superar cualquier cosa, preguntale si quiere tener un hermano mayor, si encuentras a alguien, has cualquier cosa por que se lleven bien, y por supuesto busca a alguien que este dispuesto a ser padre

Asenti, tenia razón, toda mi vida me la pase preocupada por enamorarme, ya era tiempo de que lo hiciera, era el momento, ya no seria cerrada ante un chico, hablaría con ellos y si se llegase a dar obtendría a alguien, pero antes tenia que solucionar algo que había quedado pendiente la semana pasada, con Carlos.

Entramos a la escuela y cada quien se fue a su salón, las clases pasaron y salí al receso, en donde me encontré con Nadia y me presento a Alan, le agradecí, ya que no quería hablar con nadie en este momento, Alan era un buen chico y le encantaba escribir artículos, estaba segura que trabajaría para una de las mejores revistas del país, ya que era muy bueno para eso.

Al salir me fui directo a mi nuevo trabajo, cuadras antes de llegar, un auto se paro a un lado de mi, lo reconocí al instante.

-hola señorita ¿Gusta que la lleve a su destino?

-lo siento mucho pero todavía sigo enojada con usted

-ya te dije que lo siento

Lo mire unos segundos, entonces accedí me subí a su auto y empezó a dirigirse a mi casa, así que lo detuve

-Carlos, no voy a mi casa

-¿Entonces?

-voy a mi trabajo

-pero, ¿Qué no se supone que trabajas solo los fines de semana?

-ya no trabajo ahí

-eso explica porque no estabas este fin de semana ahí

-aquí a la derecha

-¿ah?

-mi nuevo trabajo, aquí a la derecha

-oh cierto

Me llevo hasta ahí y antes de bajarme le dije:

-Carlos, estas disculpado

-¿enserio? Gracias

-si bueno, hablamos luego, ahora tengo que entrar si no quiero que me despidan

-¿quisieras ir por un café este fin de semana?

-si consigo a alguien que cuide de Adam claro que si

-puedo decirle a Brenda

-no quiero causar molestias

-a ella y a su esposo les encantaría, no pueden tener hijos, así que cuando tienen la oportunidad de convivir con un niño, la aprovechan al máximo

-solo si Adam esta de acuerdo

-bien

Me baje del auto, tome mis cosas y entre a la guardería para hacer mis trabajos escolares y ponerme a hacer mis deberes que me fueron asignados el día anterior.

Mientras cambiaba a los bebes, entro una compañera, yo estaba con una sonrisa enorme recordando lo que acababa de pasar, así que mi compañera dijo:

-quita esa cara y concentrate, no se te vaya a caer un bebe

-si me distraes, tal vez si se me caiga uno- dije llevándome mi mano libre al pecho, tratando de calmar el susto que me había dado

-ya, ¿porque tienes esa cara?

-creo que tengo una cita

-se puede saber, quien es el galán

-se llama Carlos, lo conocí en la prepa, me gustaba ahora me invito a salir, y también me ofreció a su hermana para que cuidara a Adam

-así o mas caballero

-no se, tengo que decirle a Adam, Brenda es una buena chica, pero a Adam no le cae muy bien

-¿por?

-ella le dijo que era tierno o chiquito, no se no me acuerdo muy bien, entonces el se enojo y le reclamó

-es un niño, se le va a pasar

-ojala

Seguí atendiendo a los bebes, hasta que empezaron a llegar sus mamás, y fui entregando a cada uno hasta que llegaron por todos y agarre a Adam que ya se había dormido y mi tío nos llevó a casa.

Gracias a su muerte te encontre  Where stories live. Discover now