8 • Máximo nivel de desprecio.

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—¿Todo en orden? —preguntó tratando de contener los nervios mientras lo observaba pasar las hojas del documento que le había entregado sin decir ni una palabra.

«Claro que está todo en orden ¿qué esperabas, una idiotez no digna para el gran Jared Leto?»

El permaneció neutro, recostado en su silla añadiéndole unos segundos de más a su silencio.

«¿Qué estás esperando? ¿Que la carpeta se encienda en llamas o es sólo para verte más interesante?»

—Eso parece, esperemos que el contenido no sea tan aburrido como quien lo escribió —hizo una pausa para ver su reacción al comentario, June permanecía con una expresión sobria— es broma, relaja un poco esa cara.

—¿Tienes alguna inquietud o no?

—Primero tengo que leerlo —se puso de pie volviendo a abrir la carpeta, señalando una hoja completamente en blanco— ¿Qué es esto? ¿No sabes cuantos árboles se talan por una sola hoja? Acabas de ganarte mi máximo nivel de desprecio.

Era una total lástima que alguien que se había ganado su admiración resultara ser tan infantil y desagradable a la vez. Dio por concluida su pequeña e incómoda reunión, se despidió de la misma manera cortante y salió sin cerrar la puerta. Su día recién empezaba y ya sentía como la rabia pretendía consumirla a tal punto de dejarla sin ganas de nada. Después de esa conversación en el auto de Jared se había visto obligada a admitir que realmente no tenía nada preparado más allá de sus ganas de demostrar que su punto de vista era totalmente valido; fue gracias a Jem que las ideas le fluyeron con más claridad.

En los días siguientes había concretado una cita con el director de la fundación en la que su hermana actualmente trabajaba, el cual se vio totalmente dispuesto y entusiasmado de involucrar a sus pequeños estudiantes. Le recomendó además hablar con un colega suyo quien administraba un asilo de gente mayor en el que también se estaban llevando a cabo terapias basadas en el uso de la música para contrarestar los efectos la demencia y el Alzheimer. Se comunicó con los representantes de las demás facultades relacionadas con arte, quienes mostraron un alto interés en participar de manera voluntaria. Tenía la seguridad de que había revisado con sumo cuidado cada parte de lo que quería poder implementar en el proyecto, por eso le molestaba tanto la actitud despreocupada de Jared.

Le hubiera gustado contárselo a Kara pero últimamente no tenía mucho tiempo para hablar con ella a solas, Victoria siempre estaba cerca y aunque empezaba de cierta forma a tenerle confianza su presencia todavía era ajena para ella, le era más cómodo dejar que ambas se perdieran en sus asuntos mientras lidiaba con sus estudios. Caminaba con prisa como si el alejarse de ese lugar fuera el mayor de sus problemas cuando Lucas Reed la detuvo a mitad del pasillo.

—Traes mala cara ¿Estás bien?

—No es nada, el día va algo pesado.

—Perfecto para un café.

—Aja —respondió distraída.

—Sé que te gusta el cappuccino de vainilla. Tengo dos ¿Quieres?

Su proposición de un café no iba nada mal pero ¿Cómo era posible que supiera que el de vainilla era su favorito? Por su parte June estaba segura que no se lo había contado aún. Recién empezaban a conocerse aunque sin duda había sido un lindo detalle que no se esperaba con la mala pinta que llevaban las cosas.

—¿Cómo sabías que estaría por aquí?

—Te vi entrando a la oficina de Leto, tengo clase en el salón de al lado, pensé en esperarte, no tengo nada mejor que hacer.

A Beautiful Lie. [30STM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora