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Dicen que el pasado no tiene remedio, que las acciones que hacemos nos marcan como somos en realidad. Bien, pues no estoy de acuerdo.

Australia cogió un arma de la mesa y bajó hasta el pasillo donde se encontraban los policías escondidos. Bajé con él.
Cuando por fin conseguimos llegar, Australia tiró la puerta a abajo y disparó a los ordenadores, yo les empezé a atar, de pies y manos, con una cinta en la boca. Creiamos que parandoles, no dirian nada, pero fue demasiado tarde...
La policía empezó a reunirse a las afueras del banco. Coches patrulla, el FBI, helicópteros.... la habiamos cagado.
-Escuchadme porque solo lo diré una vez, de ahora en adelante, vestireis igual que nosotros, os repartiremos unos monos iguales a los nuestros, con las mismas máscaras. Sereis, como decirlo, nuestros peones sorpresa.- ordenó Australia.-Hawaii, Francia, repartid.-
Mierda, Hawaii iba a repartir los trajes a los rehenes, de los cuales una su hermana. Tenia que impedirlo.
-¿Quien es?- la pregunté
- Esa, la última de la segunda fila, de pelo rubio.- contestó nerviosa.
Me adelanté y me dirigí hacia ella:
- Perdone, me puede acompañar.-la pregunté manteniendo la calma.
La chica asustada me siguió, la lleve a una habitación que parecía el despacho de algún encargado en el banco.
- Tranquila, no te haré nada. Pero quiero proponerte algo.-paré para coger aire y continué- yo no te hago nada a tí, si me prometes que te callaras si ves a tu hermana aquí- sabía que tenia una oportunidad, porque enseguida se le iluminó la cara.
-¡¿Qué?! Don.. donde esta, quiero verla yo, yo....- dijo sin casi poder hablar.
- Oye, oye tranquila ¿vale? Esta perfectamente, pero tienes que prometerme que no diras su nombre, y si quieres hablar con ella llámala Hawaii, nos meterías en un lío ¿vale?-se limitó a ladear la cabeza de arriba a abajo.
Antes de irme, me miró fijamente y me dijo:
- Necesi...necesito ir al baño, por favor-
- De acuerdo, ¿sabes ir?- la pregunté.
Me volvió a ladear la cabeza y luego se fue.
En cuanto salí oí la voz de Australia:
-¡BU!-
Me agarro del cuello y me puso contra la pared, no podía escapar.
- ¿Qué coño hacias hablando con una chica?, ¿quien es Dubai, quien?- empezó a levantar la voz.
- Espero que no te hayas hecho amiguito de alguien, porque que yo sepa, quedaron muy claras las normas de El Profesor, pero parece que tengo que recordartelas, o a ambos....- me amenazó.
Sabía a quien se refería, a Hawaii.
- Como se te ocurra ponerle un solo dedo encima, te mato, ¿me oyes?-

No debería haberle cabreado. Enseguida empezó con su espectaculo:
- La primera norma, nada de relaciones sexuales o afectos cariñosos con compañeros- me cogió el dedo gordo y me lo torció- Segunda, nada de preguntas personales- me cogió el dedo anular y me lo volvió a torcer- ¡Y la tercera, hacerme caso solo a mi y nada más!- y me cogió el dedo meñique y me lo torció.- Espero que hayas aprendido, no me obligues a volverlo a hacer.-

Me dejó ahi tirado como una colilla, no podía mover la mano, coguí unos hielos que había en una nevera del despacho para frenar la hinchazón. Se abrió la puerta y entró Hawaii:
- He visto a Australia entrar estas bie...- note como se le cortó la respiración.- ¿Que te ha hecho?, ¿que es lo que sabe?- me dijo con la respiración cortada.
- Tranquila, ha sido por el beso de antes- la intenté consolar.
-¡Como que tranquila, si por poco te arranca los dedos!- dijo alterada.
- Venga vamos, hay que ir al recuento-intente cambiar de tema para que se olvidase.

Cuando llegamos a la entrada principal, estaban Francia y Tokyo con los rehenes, Australia en el medio, preparado para soltar el discurso. Empezó a contar a los rehenes, luego se quedo quieto, cayó en algo que ambos sabíamos que era.
- Falta una, una rehen.-dijo muy pacífico.
La hermana de Hawaii.
- Dubai, no sabras nada ¿verdad?-preguntó amenazante.
- La llevé al baño, me hubiese acordado de ella si no me hubieses....- estaba punto de soltar lo que me hizo, delante de todos pero me cortó antes de que pudiera decir algo que le perjudiciase.
- Encuentrala Dubai, no quiero tener más problemas contigo- me ordenó

Fui corriendo hasta los baños, pensando lo peor, en que no estaría, y estaba en lo cierto, no estaba.
Volví a la entrada príncipal y asustado por lo que pasaría, conseguí vocalizar:
- No esta, en el baño no esta- solté milagrosamente.
- Francia, conecta las cámaras- dijo muy enfadado Australia.

Al conectar las cámaras, la pudimos ver, estaba en la sala de comunicaciones, y se estaba comunicando, no hay que ser muy listo para saber con quien.
Con el exterior....

- Si, me oyen, soy una rehen, os hablo desde el banco, por favor ayudenme.
- Si, hola, esta hablando con la inspectora Paula Hernández, tranquilicese y mantenga la calma-
- No, no saben cuales son sus intenciones, estamos todos vestidos iguales, para que no nos reconozcan y... y mi hermana es uno de los atracadores.-

El atraco perfecto.Where stories live. Discover now