MI RUBIA

Capítulo Diez: Decepciones silenciadas

Decepciones silenciadas.

Sky buscó el cuaderno en su casilla, no lo encontraba en su maleta así que la única forma donde podía estar debía ser su casilla. Estaba un poco desordenada pero al final encontró el cuaderno dorado debajo de varias hojas que tenía esparcidas por toda la casilla.

Cuando la cerró, saltó al ver a alguien apoyado en la casilla de al lado de ella, se llevó una de sus manos al pecho y miró al chico.

—Que susto. — Dijo la rubia llevándose la mano al pecho.

El chico soltó una risa y extendió su mano.

—Discúlpame, no quería asustarte. — Se disculpó el castaño, atreviéndose a tutearla. Sky pensó que el chico se veía bastante seguro. — Soy Akley Miles, un gusto. — Sky le examino el rostro y se le hizo familiar.

—¿Akley? — Preguntó confundida estirándole la mano para no ser descortés, ya que el chico no le daba buena vibra.

—Sí, todo el mundo dice lo mismo. — El río. — Pregúntale a mi mamá la razón de mi nombre, estoy cansado de tanto bullyng. — Hizo un gesto dramático.

Eso hizo que Sky soltara una sonrisa inevitable.

—Sky Fierrachi, un gusto. — Le sacudió levemente la mano.

El movió la mano conforme con lo que ella acababa de decirle.

—Créeme, el gusto es mío. — Le sonrió. — Disculpa que te haya acaparado así, pero no podía perder la oportunidad de conocerte, desde que te vi ayer en la cafetería.

Sky frunció el ceño, segura de que el chico le mentía.

—Aja...— Ella asintió sin creerle nada. — ¿Y cuándo dices que me viste en la cafetería? — Ella preguntó curiosa y a que no recordaba haberlo visto.

—Cuando pasó el incidente con Axel y Evan. — Él le recordó. — Todos los conocen, y claro con tremendo show que armaron ese día fue como difícil no verte, eras una de las protagonistas. — Sonrió.

Sky recordó el puñetazo que Axel le dio a Evan ese día y como después llegó Emily. Recordarlo hizo que su ánimo recayera, después de lo del sábado sintió que tal vez ella tenía una oportunidad, pero así Axel se haya comportado más que bien con ella, comenzaba a darse cuenta de que él era así, dulce, caballeroso, chistoso y todo lo demás. Así era su forma de ser, no era porque ella fuera especial, era porque él era así.

Tal vez sí se estaban convirtiendo en muy buenos amigos, pero solo eso. Sky esos días había tenido que pensar muy bien que le pasaba con Axel, que era lo que sentía y que era lo que quería. Después de mucho tiempo de pensarlo se dio cuenta de que Axel comenzaba a gustarle de una manera muy fuerte, se le incrustaba cada día más en el corazón; le encantaba el apodo que le tenía y como la miraba cuando ella se acercaba a él, siempre la recibía con los brazos abiertos, le ayudaba con lo que necesitaba, la cuidaba tanto dentro como fuera de la universidad, estaba pendiente de ella y para finalizar estaba más que bueno, sin contar que era caballeroso, dulce y chistoso.