L

14.9K 875 65
                                    

Capítulo 50: Abnegación.

[POV Camila]

Cuatro días habían pasado desde nuestra charla con el Dr. Louis Tomlinson. Y aún no se habían encontrado donante para Jack, de hecho le habían bajado de la lista al quinto puesto. Decidí salir unos instantes a tomar el aire después de la noticia y Lauren me acompañó.

—¡Camila! —Escuché tras mi y vi Lauren cerrar los puños antes de soltar aire por su boca.

—Otra vez ese cerdo. —Comentó y mis manos empezaron a temblar.

—Camila, por favor. —Dijo con la voz entrecortada.

—¡Papá! —Escuche tras él y mis ojos bajaron a un nivel más bajo, para encontrarme con una preciosa niña de pelo castaño claro y ojos color avellana, tan parecido a los de Jack.. A los de Austin.

—Kylie, te dije de quedarte en el coche. —Suspiró.

—No quiero que te peguen más.
—Dijo con las lágrimas en los ojos, haciendo que mi pecho se encogiera.

—No, no. Ya no me van a pegar, te dije que los malos se fueron lejos, muy lejos. —Explicó arrodillándose frente a la niña.

—Pero la niña cerró los puños para pegarte, eso hizo Billy antes de pegarle a Víctor. —Explicó con miedo en la voz, apuntando Lauren quién me miró antes de relajar sus puños.

—Bueno, pero Billy está un poco loco. Ya te he dicho que no me gusta ese amiguito. —Dijo antes de suspirar.
—La niña no me va a pegar, ¿verdad que no Lauren?

—Ahm.. —Suspiró Lauren partida entre lo adorable que se veía la niña y el odio que le tenía a Austin. La niña ganó. —Si tu papa se porta bien, no pegaré a nadie.

—Mi papá era malo antes, pero ahora es muy bueno. Es el mejor papá del mundo entero. —Dijo haciendo que una fina sonrisa apareciera por mi rostro.

—El mejor para ti, Kylie. Ya te he dicho que para todos los niños sus papás son los mejores. —Sonrió mirando su hija embelesado.

—Pero tu eres mi papá, y eres el mejor. —Insistió haciendo que Austin riera.

—¿Ahora que estás más tranquila puedes volver al coche y seguir mirando los dibujos? Papi no va a tardar. —Sonrió.

—¿Iremos a por el helado?
—Preguntó ilusionada y Austin asintió sonriente.

La pequeña castaña salió corriendo a unos metros antes de subirse al coche negro aparcado frente al hospital. Austin se volteó hacia mi en cuánto vió su hija en el coche, sana y salva. Suspiró avergonzado, avergonzado por su pasado.

—Sé que ahora mismo soy la última persona que quieres ver, o de la que quieres aceptar ayuda. Pero te suplico.. Que me dejes ayudarte.

—No. —Grité enseguida, las lágrimas aún aguantando.

—Tengo una hija, ¿sabes? —Informó con una fina sonrisa antes de mirar el suelo y patear una piedra nervioso.
—Tiene cuatro años. No podría imaginar que nadie jamás la tocará sin su consentimiento. Es.. —Suspiró. —Fui un monstruo contigo, bueno, fui lo siguiente. Un peso para tu vida, todo lo largo de tu vida y no sabes como me culpo por ello, era un crió entonces y.. —Gruñó estampando su puño contra su pecho. —Tenía tanta rabia acumulada por lo que vivía en casa que.. Simplemente obviaba tu dolor.. Tu sufrimiento. No tengo excusas, Camila. Pero.. Estoy tan feliz de verte bien, con Jack, Lauren.. Sus puños también parecen simpáticos.
—Río al rozar su labio aún hinchado.
—Y bueno, tu bebé. Entendería a la perfección que no me dejarás conocerlo, pero.. Déjame ayudarte y de paso, hacer al menos una cosa por Jack.

Gonna Get BetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora