XXIX

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Capítulo 29: Maldita gripe.

[POV Camila]

Dejé mi hijo en su cama antes de besar su frente y arroparlo con el edredón. Estaba caliente, seguía teniendo fiebre, pero a la vez temblaba por el frío. Vi un moratón en su cuello, y vi otro en el principio de su pecho. Suspiré antes de levantarme pero cogió mi manga despacio, creó que ni tenía más fuerza.

—Mami, no te vayas. —Suplicó las lágrimas rodando por sus mejillas, asentí con una fina sonrisa antes de meterme en la cama y él se acomodó entre mis brazos como pudo. —Me duele..

—¿Que te duele Jack? —Pregunté rabiosa por la impotencia de no poder hacer nada para ayudar mi bebé.

—Todo mami.. Estoy muy cansado.
—Dijo suspirando y asentí antes de abrazarlo despacio al oírlo gemir de dolor.

—Esos moratones.. ¿Alguien te ha pegado o te has caído? —Pregunté pero se negó.

—Anoche no estaban. —Informó pero eso ya lo sabía.

En un día no aparecer moratones así de gordos porque si. Esto no era una gripe, ya eran demasiado síntomas y mi bebé, mi niño, estaba sufriendo. Cuando al fin se quedó dormido bajé las escaleras para abrirle la puerta a Lauren quien llevaba esperando unos minutos ya.

—¿Está bien? —Preguntó inquieta y me negué antes de derrumbarme en lágrimas sobre sus brazos. —Ey, ey.. Todo irá bien.

—No. Eso no es una gripe Lauren.. Eso es grave eso.. No sé que tiene, no sé como ayudarlo y me mata verlo así. Jamás se puso tan malo y yo..
—Solloce en sus brazos y ella me tranquilizó, acariciando mi espalda como pudo.

—¿Que tiene?

—Fiebre, vómitos, moratones que salen sin ningúna razón, cansancio.. No sé que más. —Dije intentando aguantar las lágrimas.

—¿Que te parece si ves como pasa la noche y si empeora lo llevamos a urgencias? —Preguntó en tono tranquilo y con una fina sonrisa.

Fundí mis ojos en los suyos y asentí despacio antes de secarme las lágrimas y volver a esconder mi rostro en su cuello.

—Gracias por venir.

—Estaré ahí siempre que lo necesitéis. —Dijo besando mi cabeza.

—¿Tienes que irte a trabajar?

—No, dije que tenía algo importante. Jack es importante. —Sonrió y asentí.

No me sentía con muchos ánimos para hacer de comer y creó que Lauren lo noto porque ella hizo su famosa lasaña casera, el olor me abrió el apetito por completo. Mientras ponía la mesa decidí subir en busca de mi hijo, estaba despierto en su cama, aún temblando del frío. Acaricié su pelo con dulzura antes de besarlo.

—Lauren vino a visitarte, te preparo su mejor plato.

—No tengo hambre. —Sopló.

Perdida del apetito, otro síntoma más.

—Tienes que comer algo, Jack, aunque sea poquito. —Suspiré y el asintió sin fuerzas alguna.

—¿Me cojes? —Pregunto y asentí alzandolo en mis brazos hasta la cocina.

—Hola campeón, tu mami me contó que estabas malito. —Dijo Lauren y Jack asintió sin más. —Bueno, yo te he preparado mi famosa lasaña. Espero que te animé un poco. —Sonrió.

El silencio se apoderó de la mesa. Jack no hablaba, jugaba con la comida moviéndola de un lado a otro con su tenedor, el codo sobre la mesa y su cabeza apoyada sobre su mano.

Gonna Get BetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora