XI

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Maratón: 3→4
Capítulo 11: Helado de plátano.

[Camila POV]

—¿Estás bien? —Preguntó Ariana mientras conducía en su mini cooper azul.

—Claro, ¿donde me llevas?
—Pregunté curiosa quitándome de la mente el extraño comportamiento de Lauren hacía mi. 

—Es una.. Pequeña sorpresa.

—Oh, me encantan las sorpresas.
—Dije riendo y ella sonrió. 

Después de unos minutos aparcó frente a una heladería, quedé algo confusa por lo mucho que se había arreglado para ir a una simple heladería pero no pregunté. Entramos en el establecimiento y nos sentamos en una de las mesas vacías.

—No es uno de esos restaurantes de ricachones, es.. Mi lugar favorito. Vengo aquí desde que tengo usó de razón y simplemente me encanta. Quería hacértelo conocer. 

—Me encanta. —Sonreí antes de levantarme al igual que ella y acercarme a lo que parecía una máquina de helado. 

Cogió un bol y la imite, leí los diferentes sabores de helados y decidí no probar nada nuevo, me dediqué a echarme un poco de helado de fresa con nata montada y copitos de chocolate por lo alto. Cuando nos volvimos a sentar vi el bol de Ariana totalmente amarillo y me reí. 

—¿Has metido a Bob Esponja ahí dentro? —Pregunté riendo y ella se negó sonriendo antes de coger un poco de su helado y acercarmelo a la boca. 

—Es helado de plátano. Está delicioso.

—Si, está muy bueno. —Sonreí. 

Ariana me parecía una chica agradable, risueña, divertida, preciosa y buena. Además de tener una de las sonrisas más bonitas que había visto en mi vida. Habló toda la cita, creo que de lo nerviosa que estaba, lo que la hacia totalmente adorable. Pasaron dos horas desde nuestra llegada, y ni siquiera vi el tiempo pasar, al menos hasta que Dinah me llamara.

—¿Que ocurre?

—Siento molestarte, ¿pero vuelves pronto? Te dije que controlaba eso de estar a cargo de cuatro niños, pero no puedo. Estos mocosos me van a matar. —Dijo haciéndome reír.

—No tardaré, intenta sobrevivir hasta entonces. —Conteste antes de colgar.

—¿Todo va bien? —Preguntó Ariana con algo de preocupación en la voz.

—Si. —Sonreí. —Pero voy a tener que volver a casa. —Dije con tono de disculpa.

—No te preocupes, yo te llevó. —Dijo sonriendo antes de levantarse para ir a pagar, aunque yo ya me había adelantado hacía media hora diciéndole que iba al baño.

—¿Vamos? —Pregunté viéndola regresar con mala cara.

—¿Por qué has pagado? Pensaba invitarte.

—Bueno, pues la próxima vez será.
—Sonreí y la cara se le iluminó por momento haciéndome reír.

Salimos de la heladería y nos subimos a su coche, le di una série de instrucciones hasta llegar a casa de Dinah.

—Lo siento mucho. —Me disculpé de nuevo y ella sonrió.

—No hay problema, de verdad, tienes un hijo y lo entiendo. —Dijo y sonreí, no era nada fácil encontrar alguien que entendiera la situación de una madre soltera. —Me lo he pasado muy bien, Camila.

—Yo también. Nos vemos mañana, gracias por todo. —Dije y ella sonrió antes de acercarse a mi y besar mi mejilla despacio.

—Hasta mañana Camila. —Dijo justo antes de que saliera del coche.

Gonna Get BetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora