Operation LOTTO: "City Of Dice"

Capítulo 5: "Sin testigos"

Capítulo 5

Las gotas de humedad caían ese día más que los otros, o eso es lo que veía un aburrido y hambriento Jun mientras que, a su alrededor, dos personas asistían medicamente al agente del Polo Norte que necesitaba curaciones. No importaba lo que hiciesen, el pobre tipo estaba en coma, o de lo contrario la herida que tenía en su cuerpo sería completamente dolorosa.
Era su quinto día allí, rodeado más que de oscuridad y agua, esperando impotente a que los grupos de tres que enviaban a la superficie tuvieran suficiente suerte para conseguir comida, agua y medicamentos; el dinero se acaba y el rostro de Joshua aparecía en todas las pocas pantallas o panfletos que la policía traía con ellos. SeokMin ya no sonreía, desde que les contó las ordenes que dejó en Hide&Seek, JiHoon ya no le hablaba y Hoshi solo les sonreía a medias. Este último ya no decía sus sarcásticos chistes o su energía comenzaba a agotarse. La mayoría de los alimentos iban para los heridos y entre ellos estaba él y MingHao.
La gloria y los laureles que tenían como agentes se reducían a esa tumba que ya veían como la verdadera. Morirían de hambre, Seungkwan lo haría de sueño, sus ojeras eran la peor imagen para todos y por ello, casi no lo veían al rostro. La impotencia, la desdicha, todo en aquella base abandonada donde también, quedaban los recuerdos de sus días gloriosos.

—Afuera es de noche. —dijo un cansado Jeonghan, llegando recientemente con lo poco que les quedaba de recursos.

—Un maldito grupo nos siguió cerca de aquí, están fuertemente armados. —Hoshi, dejó los medicamentos sobre la mesa de madera podrida que usaban para apoyar prácticamente todo.

Los demás se apuraron en recibirlos, el agotamiento y la falta de sueño también les estaba pasando factura a ellos. No podían pedirle más de lo que traían y con esas cosas sobre la mesa, ya sabían que era su ultima cena.

—¿Lograron evadirlo? —Joshua sostuvo a Hoshi antes de que cayera sentado al suelo sucio y le acercó una única silla.

—Eso creo. —jadeó tratando de encontrar en aquel lugar algo más que aire podrido. — Porque eran muchos.

Jun se levantó arto de la situación y a pesar de que su herida ardía, caminó hasta DK y lo observó de frente, ignorando completamente los llamados de Dino que hasta hace un momento era el único que trataba de dormir sobre un viejo sofá. La mirada del chino era fuego puro, se veía la seguridad de lo que iba a soltar apenas abriera la boca.

—Déjenme ir. Puedo pelear, soy el único que conoce esta ciudad o sus escondites, puedo ir por agua y comida lejos del centro de la ciudad.

—¡No! Hyung, debe descansar. —exclamó Dino. —Lograremos salir sin morir, ya lo verá.

—Eso no es cierto. —los demás observaron con amargura al Diamond que giró su vista al suelo mientras presionaba sus puños. —Yo juré morir en batalla, manchando mi propia espada con mi sangre...

—Jun... —sentenció Joshua para que guardara silencio.

—No Joshua, tú lo sabes mejor que nadie ¡Laars está muriendo al igual que nosotros aquí! Él solo es una representación de lo que seremos en solo unos días. —alzando un poco el tono de voz, muy distinto en él siguió. —¡No pienso morir de esa forma! ¡No esperando como una rata en las alcantarillas!

Giró sobre sus pies y fue hasta la pared en donde descansaba su propia espada con la de MingHao y la tomó, ante los ojos brillantes y asombrados de sus compañeros. Volvió hasta DK y lo tomó fuerte de la camisa para intimidarlo.

—¿Quieres morir así? Hazlo, muerete esperando a que esta ciudad caiga y miles sigan de esa forma. Acepta tu final o trata de matarme, y luego de estos años, la única imagen que me llevaré de ti fue de cómo permitiste esto. Una simple herida, o el simple cansancio no me detendrá.