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Ninguna de las dos chicas había logrado convencer a Dinah de seguir descansando. La más alta del grupo de tres se había aferrado a que sus antiguas compañeras eran unas idiotas y ella tenía que conducir hasta sacarlas del estado de Texas, antes de que alguna de ellas cometiera algún error que le costará horas extras de calor y mal olor a falta de una ducha.

Tenía la mirada fija en el camino, sus manos apretaban el volante con fuerza y sus oídos se concentraban muy poco en la música que ella había seleccionado está vez argumentando que ni Camila ni Normani tenían derecho a ser las DJs mientras ella conducía, en realidad, ninguna de las chicas tenía derecho a ser su copiloto mientras ella condujese.
Normani y Camila habían reprochado muchas veces cuando Dinah las obligó a ambas a subir en los asientos traseros del auto alegando que no quería verlas ni escucharlas hasta salir de Texas.

La más alta del grupo soltaba un pequeño gruñido cada vez que alcanzaba a ver a alguna de sus ex compañeras por los espejos del automóvil, la verdad es que ni siquiera estaba tan molesta, pero ver a la morena y la compositora con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho era lo mejor que había sucedido en todo el viaje... a parte de haberlas vuelto a encontrar.

Camila estaba molesta y preocupada por el terrible error que habían cometido, cinco horas eran demasiado, cinco horas perdidas que valían oro en la vida de Beth. Ahora tenían que ir hasta New York lo más rápido posible, encontrar a Ally y posteriormente viajar hasta Miami para encontrarse con la última integrante del grupo. Su estómago se revolvió con la pura idea de estar todas reunidas de nuevo, los nervios la invadieron por algunos minutos en los que se imaginaba con las chicas viajando de Costa a costa. Todas reunidas de nuevo.

Dinah condujo en silencio por cinco horas y media, Normani se durmió de inmediato y recargo su cabeza en el hombro de Camila, quién después de una hora luchando contra la ansiedad terminó babeando el cinturón de seguridad que mantenía su cabeza colgando. La más alta continuó bufando el resto del camino, pasando por la ciudad donde había dejado el automóvil la última vez antes de que sus compañeras idiotas cometieran el error y siguió un poco más hasta que los letreros verdes colgados en el camino le daban la bienvenida al estado del Oklahoma, y a la ciudad de Durant.

Dinah sonrió orgullosa de haber continuado todo el camino sin haber bebido ni una gota de alcohol, y estaba decidida a seguir conduciendo hasta que la oscuridad de la noche se hiciera presente o, sin duda alguna, tuviese que detenerse para volver a llenar el tanque de gasolina; era una suerte que poco antes de salir del bar la más alta se hubiese llevado un poco más de doscientos dólares de la caja.

Fue en McAlester donde el combustible indicó que se había agotado y Dinah tuvo que detenerse en la primera gasolinera que encontró en el camino. 35 dólares de gasolina y tendrían para continuar otras seis o siete horas más.

Bendito automóvil de cuatro cilindros que Camila había comprado.

Normani despertó cuando escuchó la puerta de Dinah cerrarse. Lo último que habían comido ese día había sido un muffin junto al café de la mañana, la molestia de la más alta había logrado evitar que la bailarina pidiera que se detuvieran en algún lugar, pero ahora su estómago le estaba reprochando tantas horas sin comer algo.

"Camila... Camila." Dijo moviendo el hombro de su compañera, quién abrió un poco los ojos y volvió a cerrarlos de inmediato "Dinah se detuvo ¿Tienes hambre?"

Y como si le hubiese preguntado al estómago de Camila en lugar de a ella, este contesto con un fuerte retorcijón que despertó a la compositora e hizo que se pusiera roja de la vergüenza.

"Creo que sí." Dijo Normani antes de soltar una fuerte carcajada que sólo logró poner más roja a Camila.

Dinah salió del AmPm y se acercó hasta el automóvil donde comenzó a abrir la tapa del tanque de gasolina. Normani y Camila bajaron del auto con mucha precaución, sabiendo que la más alta no estaba de humor.

Better together - CAMRENWhere stories live. Discover now