No tengo media naranja [LHC #2]

Capítulo 10

Canción:

Ember Island - Creep (Cover)

 —Creo que esta no fue la mejor manera de conocernos —le dijo Harmony a Lidia—, de verdad, lamento que hayas tenido que presenciar aquello.

—No tienes que preocuparte, Harmony —sonrió—, entiendo que ustedes pasen por momentos difíciles, es normal, mis padres también pasaron por ellos.

«Y por eso ya no están juntos».

—Me agradó tu padre, por cierto. Tiene el nombre de un amigo —secó sus lágrimas—. Estoy muy segura que será bueno tenerte en Grantham con nosotros.

Las observé a ambas.

—¿Quieres tomar algo, Harmony? —le pregunté.

—Por fin eres amable, así que aprovecharé este momento —rió—, pero sí, sólo quiero agua y una de las pastillas para mis migrañas.

Me levanté del sofá y me dirigí hacia la cocina. Una vez que estuve allí, serví agua en un vaso y saqué la tableta de pastillas para mi hermana.

—La verdad es que estaba muy ansiosa por conocerte, Lidia.

—¿De verdad? —la escuché reír.

—Sí, Félix habló mucho de ti, de cómo eres y todo eso —añadió—, pero me alegra todo eso. Él sale más desde que te conoció y es más... expresivo, sí, exactamente.

—Sí, es bueno que no ande con su cara de "quiero matar a todo el mundo" —ambas se rieron—, pero él es agradable, una vez que uno se propone a conocerlo a fondo.

—¿Desde hace cuánto se conocen?

—Desde hace unas semanas. Bueno... en realidad él me conoció desde el comienzo de año, por lo que siempre ando los fines de semana en esa cafetería.

—¡Agradéceme, sacaste provecho de lo que odias! —me gritó Harmony.

Cogí las cosas que tenía que llevarle a mi hermana y caminé hasta la sala de estar le entregué el vaso lleno de agua y sus pastillas.

—¿Están saliendo? —se le ocurrió abrir la boca a Harmony.

—¡No! —se apresuró a responder la pelirroja—, no, nosotros vamos en caminos... muy, muy diferentes.

Tensé mi mandíbula y le lancé una mirada de enojo a Lidia, claro que ella no se dio cuenta, la que se dio cuenta había sido mi hermana.

—¿En serio? —me miró fijamente.

Asentí.

Me sentía decepcionado y triste. Antes, estaba más que seguro que Lidia gustaba de mí, y aquella esperanza no se había ido, todavía estaba algo seguro.

—A Félix le gusta Arabella, y a mí también me gusta otra persona. Por eso es que digo que vamos en caminos distintos —Lidia empezó a jugar con sus manos—. Somos amigos, sólo eso. Y es bueno, porque nos llevamos muy bien.

—Pues... es excelente que por lo menos te guste Arabella —dijo Harmony, pero estaba seguro que ella sabía la verdad—. Cambiando de tema, ¿por qué no están en el manico... Colegio?

—Hoy iré a pasar casi todo el día con alguien —contestó Lidia.

—Yo no quise ir —me encogí de hombros—, además que empecé a pintar a Lidia.