No tengo media naranja [LHC #2]

Capítulo 8

Canción:

Coldplay - The scientist (Cover)

—¡Félix, despierta ahora! —gritó Harmony.

Gruñí.

Quería seguir durmiendo, además de que tenía sueño, también tenía un horrible dolor de cabeza.

—¡Félix, despierta! —me movió—, tienes que irte a estudiar, te doy cinco minutos. Y por cierto, Cara se fue hace una hora.

—No, no quiero ir hoy, Hamony, por favor. Me siento mal.

—Dime la razón y yo veré si es válida.

Abrí mis ojos y los fijé en ella.

—Me siento muy mal.

Se acercó a mí y olfateó cerca de mi boca.

—¿Estuviste tomando? —entrecerró sus ojos—. ¡¿Saliste en la noche?!

—Yo... no, claro que no, yo sólo... —rodé los ojos ante la mirada tan acusadora de ella—, sí, salí en la madrugada.

—¿Podría saber con quién?

—Lidia.

—¿Lidia, la Lidia?

—Sí, la Lidia que aún no conoces.

—¡¿Ella te hizo salir en la madrugada?!

—¡No! —mentí—, yo fui a buscarla a su casa, y... yo... yo fui la que la llevé.

—Mientes —empezó a caminar de un lado a otro—, jamás te habías ido de la casa sin mi permiso, jamás habías ido a tomar con alguien más, y jamás habías salido con ninguna chica.

—Es que... me gusta, ella me gusta, entonces por eso quise salir con ella.

—Tengo castigarte —susurró.

—¡No! Por favor no, tengo muchas cosas que hacer con ella, y quiero estar con ella ¿acaso no me comprendes, Harmony? —fruncí mi ceño—, ¿no es lo que sientes hacia Zajis?

—No es eso, Félix, es comprensible que quieras estar con la persona que te atrae, pero tú no tienes permiso para tomar alcohol.

—¿Se te olvida que tú también tomabas cuando tenías mi edad?

—En mi defensa, yo no sabía cómo funcionaban las leyes aquí —se excusó—, ¡y no hables! No tienes ningún derecho en reclamarme, Félix, yo soy la mayor aquí, yo soy la que te mando, y mientras vivas conmigo vas a seguir todas mis reglas, ¿estamos?

—Estamos.

—Y si no te gusta mi forma de educarte entonces con mucho gusto te puedes largar a Grantham e irte con nuestros padres.

Tensé mi mandíbula.

—Estoy muy seguro que tuviste una maldita pelea con Zajis, y te informo, Harmony, que no tienes ningún derecho en venir aquí y desquitarte conmigo, ¿estamos?

Me miró con enojo.

—Tengo que salir ahora mismo, así que alístate para estudiar, espero que no llegues tarde al colegio —dijo antes de salir de mi habitación.

«Sí, sueña que voy a ir hoy al manicomio».

Esperé varios minutos a escuchar que Harmony cerrara la puerta principal, y busqué mi móvil para marcarle a Lidia.