Capítulo 9

6.4K 693 231
                                    

Canción: 

Harry Styles - Sign of the times




—Bueno, creo que es hora de irme, Félix —comentó Lidia.

Cogí su mano.

—No, quédate, por favor —pedí.

—No, Félix, no quiero ser una entrometida en esto. Todo está bien, yo estoy muy bi...

—¿Segura que estás bien? —la interrumpí—, con todo lo que me contaste anteriormente no parece, Lidia.

—No es tu problema, Fé...

—Oh, claro que es mi problema. Ahora tú eres mi problema, te informo que desde que te vi tú eres un problema.

—Por eso es que debería irme, ¿no?

—Te equivocas —contesté—, eres un problema algo peculiar, algo extraño, y eso me gusta.

Bajó la mirada al suelo y sonrió.

—No debiste de haberme hablado, ni siquiera debiste haberme atendido aquel día —habló algo bajo.

—Te equivocas de nuevo, Lidia, no sabes cuánto agradezco a ahora mismo a quién sabe qué, haberte hablado —acaricié su mejilla—, ¿no era que hoy iba a ser el día en el que te iba a pintar?

—¿Cuánto demorará?

—Obvio que no acabaré de pintarte en un día, así que tomará varios, supongo —me encogí de hombros—. Pero sé que valdrá la pena, eres muy hermosa, eso es lo bueno.

—Bueno, pero... no lo sé.

—¿Aún no estás preparada para estar frente a mí completamente desnuda? —sonreí.

Frunció su ceño y retrocedió unos pasos, alejándose de mí.

—No es eso, Félix, es que no lo sé... —suspiró—, ¿y si Harmony regresa?

—No lo hará —aseguré.

—¿Cómo lo sabes?

—Sólo lo sé.

—¡No! —exclamó—, ¿Cómo puedes... puedes estar tan seguro de algo que ni siquiera sabes?

—Porque esta no es la primera vez que ellos dos pelean, Lidia. Lo que viste hace una hora no fue nada, ha habido peleas peores, que luego de ellas tengo que ir a consolar a mi hermana.

—¿Cuál es el punto?

—Que ella de seguro se fue a Londres para ir a ver a Albert, su mejor amigo.

—Es que... no quiero equivocarme esta vez.

—No es que te vaya a violar, Lidia, si eso es lo que estás pensando —le aclaré—, sí, me encanta tu cuerpo, es hermoso. Pero no voy a... a ser... ¿Cómo se dice? Eh... lo que trato de decir es que no seré un maldito imbécil que te va a...

—O sea que no serás un pervertido y que respetarás mi cuerpo, ¿no?

—¡Exacto! —reí—, lo siento, es que se me fue la palabra de la boca.

—Sí, me pasa en ciertas ocasiones —jugó con sus manos—. Es que tengo miedo, gato, ¿y si no te gusta el cómo es mi cuerpo? —fijó su vista en mis ojos.

No tengo media naranja [LHC #2]Onde histórias criam vida. Descubra agora