Capítulo 18.

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Llevábamos cinco horas explorando el pueblo, la noche estaba al caer y temía lo peor. 

— No encontramos nada. — suspiré cansada.— Será mejor que volvamos a casa, dentro de nada será de noche. 

— Aún no hemos acabado.— respondió Scott.— No creo que hoy haya tormenta. 

— Quien sabe. — murmuré. Me senté en un banco que había cerca de nosotros y nos detuvimos para descansar. 

— Es increíble, tenía la esperanza de que alguna persona estuviera escondida y estuviera a salvo, pero no hay nadie.— habló Stiles. — Han arrasado con todo.  —  Lydia colocó su mano en el hombre de Stiles y esté la agarró, sonriendo. 

— Pensemos positivo, encontraremos a todo el mundo y.. — un rayo interrumpió a Lydia. Todos nos miramos sin saber que hacer. 

— ¡Correr!.— gritó Scott. 

Todos empezamos a correr intenté seguir a Liam y a Hayden, para al menos, estar a su lado y que si algo nos pasará podamos ayudarnos, pero todos nos separamos. Theo me agarraba de la mano mientras corríamos. 

— Para. — hablé como pude, necesitaba descansar.— ¡Me voy a caer, detente!.

— ¡No podemos detenernos ahora, no quiero que te pase nada, joder!.— gritó y volvió a agarrar mi mano para correr. El tenía razón pero necesitaba parar. 

Me detuve y coloque mis manos en mis rodillas para poder coger aire. 

— Rápido. — me ordenó. 

— Necesito descansar un segundo, por favor. 

— El segundo acaba de pasar. 

— Con un segundo me refería a unos minutos.— el llevo sus manos en su pelo y lo agarro con furia. — ¿Podrías relajarte? Por dos minutos que necesitó para coger un poco de aire no nos pasará nada. 

— Nos hemos separado todos, Danna. 

Iba a responder pero algo hizo que cerrará mi boca. Podía escuchar unos caballos acercarse.

— Vamos, Theo.— cedí mi mano y el la agarró rápidamente para después salir corriendo. 

Narra Liam. 

— Mierda, nos hemos separado de todos. — gritó Hayden.— Justo lo que no deberíamos de haber echo. 

— Lo sé, Hay, lo sé.— dije llevando mis manos a mi rostro con frustración. 

Danna, es lo único que podía pensar. No tenía que haberme alejado de ella.

— Estás pensando en ella. — murmuró. La miré con confusión. —  No la pasará nada. 

— No estoy pensando en ella de ese modo, es como mi hermana, es mi mejor amiga a pesar de todo. No quiero discutir sobre esto ahora cuando estamos en una situación tan complicada, quiero sacarte de aquí. No deberías de haber venido, no quiero que te pase nada. — susurré. Ella se acercó a mi y acarició mi rostro suavemente, con sus ojos seguía sus dedos mientras me acariciaba. 

— No me pasará nada, y a ti tampoco. — me respondió. Junte sus labios con los míos, apoye mi frente con la suya y la miré a los ojos. — Saldremos de aquí y estaremos juntos. 

— Sí. Te sacaré de aquí.— volví a juntar nuestros labios en un corto beso, mi teléfono empezó a sonar y suspire aliviandome al darme cuenta de quien era.— Danna, dime que estas bien. 

— Sí, lo estoy.— respondió.— Pero no sé durante cuanto tiempo. 

Fruncí mi ceño confundido.— ¿Cómo qué no sabes hasta cuánto tiempo?.

— Nos están siguiendo. — respondió. Mi corazón se detuvo en ese mismo momento. — Liam, solo quería decirte que..

— Sh.— interrumpí.— Eso vas a decírmelo en persona cuando estemos juntos y te saqué de allí. 

— No, Liam, es tarde. — dice entre sollozos. Mi corazón se rompía aún más.

— Donde estás. 

— En el instituto, donde las gradas. — respondió rápidamente. — Lo siento, por todo lo que te he echo pasar, no te merecías nada de eso. Te quiero, Liam. Eres mi hermano, no quiero morir sin antes disculparme por todo el mal que te he echo, ojalá todo se hubiera solucionado antes pero— hizo una pausa mientras lloraba cada vez más, mis ojos estaban llenos de lágrimas.— Pero he sido una tonta al pensar que no querías saber nada más de mi. Te quiero. 

— Danna..— iba a responde pero colgó. — No, no, no. — dije mientras tiraba el móvil con furia al árbol.— Necesito ir a por ella, la están siguiendo. 

— Bien, vamos. — ella agarró mi mano y empezamos a correr lo máximo que yo podía. 

Narra Danna.

Colgué a Liam y guardé mi móvil en mi bolsillo. 

— No he podido salvarte. — murmuró Theo.— Estamos en esta situación, por mi culpa, y ya que no he podido salvarte, voy a pelear.— intenté impedirlo pero el llevó su dedo índice impidiendo hacerlo.— Te quiero, Danna. Volveré por ti. 

Besé sus labios desesperadamente, no quería perderlo, no quería que el se sacrificará por mi. Sus manos se colocaron en mi cintura mientras me acercaba lo máximo que podía hacia mi. Lágrimas ya corrían por mi rostro. 

— No voy a dejar que pelees tu solo, Theo. — dije entre lágrimas, me limpié mi rostro.— Voy a pelear contigo, y me da igual lo que digas. Si vamos a morir, que sea luchando. Juntos. 

Miré hacia el campo de lacrosse y tragué con dificultad. Estaban ahí. Antes de que Theo me detuviera, salté de las gradas hacia el campo, cayendo al césped apoyada en una mano. Aullé lo más fuerte que pude y ellos se bajaron de sus caballos, agarraron su látigo e intentaron cazarme, pero me moví rápido.

— No va a ser tan fácil. — gritó Theo cuando se colocó a mi lado.  Me miro y me sonrió.— Estoy orgulloso de ti, pequeña. Sabía que eras fuerte y valiente, y ahora lo estás demostrando aún más. 

No quité la vista de los jinetes pero sonreí por las palabras que el me estaba diciendo. 

Me intenté abalanzar sobre uno de ellos, pero con una mano me lanzaron fuertemente. Solté un quejido y me levanté como pude. Corrí cuando ellos se encontraban de espaldas , llegué hacia ellos dándole una patada a cada uno en su espalda, haciendo que cayeran al suelo. 

Miré hacia Theo, el cual su nariz y su boca estaban sangrando, algo en mi se rompió al verle así.

— ¡Danna!.— gritó al ver que me acercaba a el.— ¡Detrás tuya!.

Uno de ellos metió su mano dentro de mi pecho y notaba como agarra mi corazón con fuerza. Sangre salía de mi boca, se sentía como que iba a morir dentro de poco, el empezó a retorcer mi corazón y grité de dolor. 

— ¡No!.— escuché el grito de Liam acercándose a mi. Solté un suspiro de alivio cuando caí al suelo y su mano salió de mi pecho. Liam le había empujado, separandolo de mi. 

— Por favor dime algo.— dijo Theo cuando se acercó a mi lado. Sonreí como pude. — Dios, Danna.

Quité mi mirada de Theo, y me levanté como pude. Y lamento no haber defendido a Liam, lamento no haber corrido hacia el y salvarle. 

— ¡LIAM!. — grité cuando vi que un látigo le había alcanzado. Leí sus labios antes de que desapareciera.

Te perdono. Te quiero. 

Bad Wolf. « theo raeken » EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora