Desde que Theo Raeken volvió a Beacon Hills, la tranquilidad y la esperanza de que todo siguierá así, se esfumó. El caos, los problemas, vuelven.
Danna, una mujer coyote, intentará detenerle. ¿Podrá hacerlo?.
INCLUYE SEGUNDA PARTE DEL LIBRO.
( ANTES DE SEGUIR LEYENDO ESTE CAPÍTULO NECESITO DECIR ESTO;
ESTÁ ES MI HISTORIA Y LA ESCRIBIRÉ COMO YO CREA CONVENIENTE, DIGO ESTO POR QUE HAY GENTE QUE ESTÁ COMENTANDO EN VARIAS HISTORIAS MÍAS DICIENDO QUE ESTO NO ES IGUAL QUE EN LA SERIE, Y ALGUNAS COSAS MÁS. ES MI HISTORIA, Y VEO QUE A LA GENTE LE AGRADA TAL Y COMO ESTÁ YENDO. SOLO ERA ESO. DISFRUTAR DEL CAPÍTULO!) ESPERO QUE OS GUSTE QUE AHORA EN CADA CAPÍTULO PONDRÉ TITULO. SUBIRÉ HOY DOS CAPÍTULOS. GRACIAS POR TODO. +30 VOTOS Y +5 COMENTARIOS.
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— Cuando he ido al instituto, estaba totalmente vacío. — escuché la voz de Liam que me hizo despertar. A mi lado estaba Theo, su rostro estaba serio, cuando vio que me acababa de despertar, acarició mi rostro y deposito un corto beso en mis labios.
— Joder.— exclamó Scott. Abrí mis ojos por completo, intenté incorporarme pero el brazo de Theo me lo impedía. Quería levantarme pero a la vez no, estaba más que cómoda al lado de Theo. — Se nos está yendo de las manos. ¿Por qué la gente está desapareciendo?.
Espera..¿qué?.
— ¿Qué a pasado?.— pregunté alzando la voz.
— Hemos ido al instituto hoy.— respondió Scott.— Y no había nadie, ni el director, ni el entrenador, nadie.
— Me preguntó que será del entrenador.— murmuró Stiles.
— Y de todas las demás personas.
— Creo que fueron lo que sucedió ayer. — habló Liam.— Tenían un látigo y al lanzarlo, las personas desaparecían.
Theo me agarro aún más fuerte de la mano y habló.— Creo que sé que es esto. Se llamas La Cacería Salvaje, Los Jinetes fantasmas, como lo queráis llamar.
— Eso es solo una leyenda.— habló esta vez Hayden.— Es imposible que eso..
— Todo puedes ser posible en nuestro mundo.— intervino Liam.— Cuéntanos acerca de eso.
— Son Jinetes, que solo aparecen cuando hay tormenta, montados en sus caballos y con un látigo o pistola, que una vez que te cazan desapareces totalmente, es como si nunca hubieras existido. — explicó Theo.— Después de eso ya no sé que podrá pasarte.
Todos permanecidos callados. No sabíamos que decir.
— ¿Y qué pasaría si eso nos pasa a alguno de nosotros?.— preguntó Stiles.
— Si algo nos pasará, está claro que iríamos a salvarle.— respondí.— Chicos, si algo nos pasará..— Theo apretó mi mano de nuevo y besó mi mejilla.
— No nos pasará nada, por que no nos vamos a separar, estaremos todos juntos siempre, ¿está bien?.— dijo Scott, todos asentimos.— Bien. ¿Qué os parece si salimos de aquí y vamos a buscar algo que nos de una pista sobre algo? O no sé.— llevo una mano a su cara.— No hemos podido salvar a nadie.
El se sentó de nuevo en el sofá con las manos en su rostro. Miré a Theo, el asintió y me dejó salir de sus brazos.
— Scott.— dije mientras me acercaba a el.— No te preocupes, esto no es culpa de nadie y menos tuya, no sabíamos que esto iba a pasar. Los salvaremos a cada uno de ellos.
El me miró y me abrazo. Sonreí. — Eres fuerte.
— Y tú también, Danna.— deshizo el abrazo y me acarició el rostro suavemente. — Bien, chicos, vamos a movernos.
Todos empezamos a coger las cosas que necesitábamos antes de salir. Estaba nerviosa, y para que negarlo, estaba muy asustada, era la primera vez que escuchaba algo a esto y mi cuerpo temblaba. Me senté en el bordillo de la casa de Scott mientras esperaba a los demás, necesitaba aire, y tampoco podía soportar que Liam se comportará así conmigo, aunque me lo merecía y mucho.
— Danna.— escuché la voz de Theo detrás de mi, luego vi como se sentaba a mi lado, agarraba mi mano y entrelazaba nuestros dedos. Sonreí. El sabía como hacerme feliz con tan solo tocarme. — Mírame. — le hice caso. Sus preciosos ojos azules me miraban. — Sé que estás asustada, pero te prometo, que no dejaré que te ocurra nada. — cogió mi rostro con sus dos manos, y junto nuestros labios.
Un beso lento, suave, que demostraba el cariño que nos teníamos, cuanto nos queríamos.
— Te quiero, Danna.
— Y yo a ti. — respondí sonriendo. Sabia que a su lado nada malo podría ocurrir.
El me ayudó a levantarme del bordillo cuando todos los demás empezaban a salir, miré a Liam, quería hablarle y solucionar las cosas, que fuéramos lo que antes eramos, mejores amigos, el me devolvió la mirada por segundos y decidí apartar mi mirada.
— Chicos permanecer todos juntos, por favor. — habló Scott.— Y si algo le ocurre a alguno de vosotros, saber que, nunca pararé hasta que os recuperemos.
Todos asentimos y empezamos a caminar hacia el instituto, mientras la noche llegaba.
