Capítulo 8. (BW2)

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Estoy de vacaciones ahora mismo, pero pensé en que no podría escribir en una semanaaa entera y decidí escribir antes de irme, llevo una hora y media escribiendo jejeje. ¡Espero que os esté gustando!.

Abrí los ojos por culpa del sol que daba directamente hacía ellos. Theo aún seguía dormido, agarrando fuertemente mi mano y con su cara en mi cuello, notaba su tranquila respiración. Debí quedarme dormida mientras él y yo hablábamos. Me explico que la chica del club solo era una chica que conoció esa misma noche e intentó ponerme celosa, cosa que consiguió, pero no le dije aquello.

Hacía muchísimo tiempo que no despertaba con su cara al lado mía, sus labios tenían una ligera sonrisa con la que siempre dormía y que disfrutaba contemplarla siempre que dormía con él. Su pelo estaba revuelto, algo que me encantaba como le quedaba.

- Echaba de menos despertarme contigo al lado. - habló. Sonreí debido a su comentario. - Me alegro de que después de todo este tiempo sigas mirándome de la misma forma en que lo hacías antes cuando pensabas que yo estaba dormido. - sus ojos se abrieron de repente, tenían un brillo y su color azul estaba más claro que antes.

Mi teléfono empezó a sonar, y mi corazón se detuvo, tenía miedo de quien podría ser.

- Tranquila, iré a mirar quien es. - habló Theo, asentí algo insegura. - Es Scott.

- Dame el móvil. - él dudo varios segundos, pero al final me lo dio. No sabía si aceptar la llamada, o esperar varios días y llamarle, no deseaba hablar con nadie, pero en cambio con Theo me sentía muy bien. Rechacé la llamada y apagué el móvil. Theo me miraba mientras sonreía.

Él empezó a mirar mis labios fijamente, mientras yo miraba sus ojos, esperando un siguiente movimiento. Theo levanto la mirada de mis labios mientras se acercaba lentamente hacía mi.

- Maldita sea. - murmuró. - Tengo tantas ganas de besarte de nuevo, sentir de nuevo lo que sentía antes. - dijo y mordió su labio inferior. Trague con dificultad, deseosa también de poder sentir sus suaves labios en los míos. - Dime que deseas lo mismo que yo, y lo haré.

Maldita sea, sí, quería, claro que quería es más, lo deseaba con todo mi ser. Pero una parte de mí, aún pasando lo que sucedió ayer, no podía hacerle esto a Liam.

- Lo entiendo. - murmuró Theo e intentó alejarse de mí, pero le detuve antes de que lo hiciera.

- Lo quiero, quiero que me beses, pero... - sus labios me detuvieron.

Un grupo de elefantes pasaban por mí estómago, por mí pecho, por mi garganta. Todas las sensaciones que sentía hace tiempo, volvían rápido como un rayo.

Él se colocó encima mía y agarro mi rostro con sus dos manos, suavemente, haciendo que él beso fuera dulce y para nada salvaje.

- ¿Me has echado de menos, de la misma manera en que yo lo hago?. - me preguntó, no me dejo tiempo a responder cuando sus labios volvieron a los míos. Baje una de mis manos por su espalda, acariciándole lentamente.

Narra Theo.

La había echado tanto de menos, maldita sea, pero tanto que me dolía. Me dolía quererla de esta manera.

- ¿Me has echado de menos, de la misma manera en que yo lo hago?. - pregunté dejando de besarla, ella intento responder pero mis labios reclamaban los suyos, así que volví a juntarlos. Su mano bajaba lentamente por mí espalda, haciendo que notara un pequeño cosquilleo.

Agarre sus manos y las coloque encima de su cabeza, deje de besar sus labios y ataque su cuello dejando besos húmedos y pequeños mordiscos. De su boca salió un suspiro haciendo que mi cuerpo ardiera aún más de deseo por ella. Pero me detuve.

Apoye mi cabeza entre el hueco de su cuello y ella empezó a acariciar mi pelo suavemente.

- Te he echado de menos. - murmuré.

- Yo también, Theo, yo también.- murmuró entre suspiros, para segundos después, alejarme de un gran empujón. - Lo siento, y-yo... - me miró con ojos cristalinos. Mierda, he sido un capullo.

- Maldita sea, lo siento, lo siento.-me acerqué de nuevo a ella, y la abracé. - Me he dejado llevar.

- Yo también lo hice, no te culpes. - murmuró en mi pecho.

- No olvidaré lo que me has dicho. - ella se separó de mí, confundida. Sonreí. - Que tú también me echas de menos.

Bad Wolf. « theo raeken » EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora