La bienvenida consistió en un gran banquete que duró unas cuantas horas y la hora del té, que no podía faltar.
Así el día terminó y los reyes les mostraron en persona sus habitaciones.
En realidad todas las recamaras estaban juntas pero a Stefan se le asignó una de las más grandes.
Los reyes occidentales pusieron a su servicio como a los otros reyes y princesa, una gran cantidad de mozos que apenas serían suficientes.
Entonces más personas de las que pudo haber contado estaban alrededor de él para ponerle ropa para dormir.
Al terminar y dejar en un baúl seguro su nueva corona se dispuso a dormir y se acostó.
Justo cuando creía caer en los brazos de Morfeo escuchó cómo su puerta era abierta.
Alarmado se levantó a ver quién era...
Magnus.
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Príncipe Despreciable. ©
RomancePerder la cordura, como mínimo es el precio a pagar por amar a un igual... El mayor, es terminar decapitado en la plaza pública, y el intermedio morir en las mazmorras de tu propio palacio. ¿Cuál estás dispuesto a pagar? ** Historia original y tot...
