Capítulo 81: Su llegada

Start from the beginning
                                    

El problema fue cuando solo me quedaban un par de minutos para llegar. De pronto sentí como mi vientre se contraía con fuerza lentamente y como un dolor bastante intenso cubría toda la zona. Paré mi caminar mientras agarraba mi vientre y controlaba mi respiración tal y como las matronas me habían enseñado. Aún así, me puse algo emocionada y nerviosa a la vez. Era la primera contracción que sentía con tanta intensidad, aunque ya había sentido algunas días antes, no eran tan fuertes como aquella. 

— ¿Ya quieres salir verdad Sakumo?— Pregunté con una leve sonrisa mientras el dolor poco a poco iba cesando. 

No sabía cuando tiempo quedaría antes de que mi pequeño saliese de mi vientre. En teoría el doctor dijo que en una semana debería ser el parto, pero esas cosas no se pueden saber con exactitud, podía ser antes o podía ser después. 

Volví a caminar hacia la torre hokage y tras poco tiempo llegué hasta el despacho de Kakashi, donde golpeé la puerta varias veces antes de poder entrar. Escuché la voz de mi esposo dando permiso para pasar, así que no tardé en abrir la puerta y mirar su rostro sonriente nada más verme.

— ¿Sara? ¿Qué haces aquí?— Preguntó mientras se incorporaba rápidamente para llegar hasta mi lado.

— Vine a ver a mi esposo... y espero que eso no sea algún impedimento.— Dije en tono algo burlón.

Él sonrió aún más y agarró mi mano antes de depositar un beso en mi frente y acariciar mi vientre. 

— No lo es, lo único es que es probable que te aburras.

— Créeme, estaré mucho más entretenida que en casa. Y más si te puedo ayudar en algo. 

Él miró el descontrol que había sobre su mesa y se rascó unos instantes su nuca. 

— La verdad es que no me vendría mal un poco de ayuda... 

Sonreí ante su petición y no tardé en ponerme a ayudarle. Realmente no entendía porque no me dejaba muchas veces ayudarle. Sé que los asuntos de la aldea solo pueden verlos el Hokage y el consejo de ancianos, supongo que por eso ahora sí me dejó ayudar, ya que no había nadie más que él aparentemente. 

Apenas media hora después de aquello tuve que dejar unos instantes los papeles que estaba organizando, pues de nuevo aquel dolor agudo se volvió a concentrar en mi vientre, provocando que cerrase los ojos mientras que aguantaba el dolor a la vez que me ponía de pie. Aguantaba mejor el dolor de pie que sentada. 

El peli plata no tardó en incorporarse deprisa y acariciar mi espalda para intentar calmarme. Y realmente lo conseguía. Sonreí levemente al sentir sus caricias y tras un minuto, el dolor cesó.

— ¿Estás bien?— Realmente se le veía preocupado.

Asentí con la cabeza.— Es que parece que tu hijo ya tiene ganas de conocernos. 

En su rostro se esbozó una sonrisa mientras que él bajaba lentamente su máscara mientras miraba mis labios atentamente. No sabía si estaba yendo tan lento por miedo a que yo no quisiera su beso, cosa que jamás pasaría, o si tenía miedo de hacerme daño o algo extraño, así que no tardé en acercarme yo a él para juntar nuestros labios. Realmente besar con una gran barriga de por medio era algo incómodo, pero seguía siendo igual de satisfactorio. 

Nos separamos tras unos segundos, pues ahora yo aguantaba menos tiempo sin poder respirar a causa del menor espacio que tenían mis pulmones. Aún así, nos hubiésemos tenido que separar igualmente, pues alguien llamó a la puerta y nos tuvimos que adecentar un poco antes de hacer pasar a la persona que había tras la puerta. 

Un ANBU apareció cuando Kakashi dio permiso para que pasase, y el enmascarado no tardó en dar un pergamino al peli plata mientras que esperaba sus órdenes arrodillado en el suelo, aunque el Hatake no tardó en darle permiso para incorporarse. Realmente a él no le agradaba mucho que le tratasen con tantísimo respeto. 

Un Nuevo Mundo [✍Corrigiendo✍]Where stories live. Discover now