Chapitre 48.

578 49 20
                                    

1 de junio 2018

Léa

Hoy era el día en el que sabremos el sexo del bebé. Hoy era el día que llevaba esperando tanto tiempo. Sin embargo, debía acompañar primero al entrenamiento a Antoine. De ahí nos iríamos directamente al ginecólogo.

Me encontraba sola en todo el campo de entrenamiento; solo Bea, la novia de Koke, se encontraba presente. Y más mujeres a las cuales yo no conocía.

Cuando estaba hablando con Bea, un niño de aproximadamente cuatro años se acercó.

—¡Hola! —dijo el niño con los ojos iluminados—. ¿Eres la novia de Griezmann?

Yo asentí. Él se sentó en la butaca de al lado y miró mi barriga.

—¿Vas a ser mamá? —interrogó.

El pequeño movía las piernas ilusionado y de su izquierda apareció una niña con una muñeca en la mano. Supuse que eran hermanos.

—¿Como se llamará? —preguntó de nuevo.

—Aún no sabemos —sonreí y posé mi mano en mi vientre.

—Yo quiero tener un amiguito —sonrió.

Bea soltó un “ohhh” y miró enternecida la escena.

Justo en ese instante apareció una mujer corriendo. Nada más llegar soltó un suspiro.

—¡Por fin os encuentro! —exclamó enfadada—. No volváis a pegarle ese susto a mamá y a papá.

Al decir eso me fijé en la cara del niño y aseguré que eran hijos de Filipe Luis.

—¡Oh! Debes de ser Léa —dijo la mujer. Levanté la vista y le sonreí—. Perdone a mis hijos, querían llegar los primeros a las gradas.

—No se preocupe. Debería irme acostumbrando.

—Muchas felicidades —dijo la mujer y se acercó a darme dos besos—. Soy Patricia.

—Encantada de conocerte.

Se sentó donde antes se encontraba su hijo.

Los jugadores comenzaron a salir a entrenar y los niños se revolucionaron.

—Espero que tu hijo no salga como los míos —susurró Patricia—. Vaya dos remolinos.

Yo reí ante su comentario y ella fue a por sus hijos y los volvió a sentar junto a ella.

El calentamiento transcurrió con normalidad, la mayor parte del tiempo lo pasé hablando con Bea, todo hay que decirlo. Pero me entretuve bastante riendo de sus bromas.

En un juego, varios futbolistas hacían un círculo, y dentro de él se posicionaba uno que intentaba quitarle la pelota a los demás. Lo demás para complicarselo se la pasaban entre ellos. A decir verdad, me llamaba la atención como podían tener tantos reflejos y defender tan bien (algunos, claro).

Sin embargo, ese no era el caso de Antoine. Entró el primero al rondo y se quedó ahí por varios minutos. En un falso movimiento, llegó corriendo al centro del círculo cuando uno de sus compañeros pateó la pelota al aire, la cual impactó contra la parte baja de Antoine, lo que hizo que lo derrumbara.

Hice una mueca de dolor al verlo retorciéndose en el suelo.

—¡Papá le ha dado en la pilila! —exclamo señalándolo el hijo de Filipe.

—Eso ha tenido que doler —murmuré aguantándome la risa.

Quedó por varios segundos tirado en el suelo con las manos en sus testículos, quejándose del balonazo. Cuando ya se puso en pie le dio una colleja a Filipe mientras reía.

Á tes souhaits |Antoine Griezmann| #R&RAwards2017Where stories live. Discover now