The Night We Met [Jeff Atkins - 13 Reasons Why]

Capítulo 1: Comienzo

Narra Giselle

–Ya hemos llegado, Giselle –anunció mi madre, quitándome un auricular* para que la pudiera escuchar.

Le di un beso en la mejilla como forma de despedida antes de salir del coche. Al cerrar la puerta, me asomé por la ventanilla.

–¿Vienes a recogerme después? –pregunté.

–Claro –sonrió –. Adiós.

Me despedí por segunda vez con la mano y comencé a caminar hacia la entrada del instituto. Antes de abrir las puertas, respiré hondo. Estaba bastante nerviosa. Ese día vería a compañeros que hace unos siete años no veía.

Después de pasarme por dirección para que me diesen mi horario y todo lo que tuviese que ver con mi vida en ese instituto, me dirigí a mi taquilla. Dejé en ella lo que no me serviría, y al cerrarla, se me cayeron algunos libros al suelo.

–Increíble... –susurré.

–Te ayudo –dijo una voz femenina, cuya dueña, tal y como había dicho, me ayudó a recoger.

–Gracias –sonreí, mirándole por primera vez a la cara.

Era una chica de ojos azules, con el pelo largo, rizado y la piel de porcelana. Era muy guapa.

–De nada –sonrió –. Soy Hannah.

–Yo Giselle –me presenté –. ¿Te puedo hacer una pregunta? –asintió –. ¿Dónde está este aula? –le pregunté, enseñándole el papel que me habían dado anteriormente.

–¡Tengo esta clase, también! Podemos ir juntas, si quieres.

–La verdad es que me haces un favor, no conozco a nadie.

–No te preocupes, pasé por lo mismo hace un tiempo –comenzamos a andar –. ¿De dónde eres? Te noto un acento diferente.

–De hecho, soy de aquí –comencé a explicar –. Lo que pasa es que cuando tenía 11 años me mudé a España, y se me pegó la forma de hablar de donde vivía.

–¡Guau! Una chica que ha visto mundo –bromeó –. Me encantaría visitar España. Tengo planeado hacerlo cuando termine la universidad.

–Es precioso, te lo aconsejo.

Seguimos hablando hasta llegar a la clase, donde me llevé la primera sorpresa.

Justin Foley.

Justin Foley con los chicos populares. Bueno, me supuse que eran los populares, ya que llevaban la chaqueta del equipo de baloncesto del instituto. Sinceramente, me impresionó. Justin y yo éramos como uña y carne en el colegio, nos lo contábamos absolutamente todo, aunque había cosas de las que yo no entendía su importancia a esa edad, claro está. De todas formas, jamás habría pensado que Justin llegaría a ser uno de los populares. Era muy tímido de niño, me costó muchísimo que se abriera a mí y que fuésemos amigos. Cuando me fui, lloré durante días porque creí que no le volvería a ver jamás. Aunque está claro que la persona a la que veo no es la misma a la que dejé.

–Hey, Giselle, ¿estás bien? –me preguntó Hannah.

Asentí levemente.

–Bien, pues bienvenida a la clase de comunicación –dijo, abriendo los brazos –. No te quiero poner nerviosa, pero la señora Bradley te va a hacer presentarte delante de toda la clase. En voz alta.

–Muchas gracias por los ánimos –dije sarcásticamente.

–Suerte –susurró cuando la profesora entró en la clase.